Papa ha aceptado la renuncia de 7 obispos desde junio: ayer se sumaron los de Chillán y San Felipe
sábado, 22 de septiembre de 2018
P. Gutiérrez, V. Vega y M. Silva
Nacional
El Mercurio
Fueron nombrados administradores apostólicos el sacerdote Sergio Pérez de Arce, en Ñuble, y Jaime Ortiz de Lazcano, en la ciudad de la Quinta Región.
Fue público a primera hora de ayer, cuando el Vaticano dio a conocer que el Papa aceptaba las renuncias de los obispos Cristián Contreras Molina (San Felipe) y Carlos Pellegrin (Chillán). El Pontífice se inclinó por un sacerdote de los Sagrados Corazones para administrar apostólicamente a la diócesis de la capital de Ñuble, y por un presbítero español afincado en Santiago hace más de 15 años para San Felipe. Ambos tienen algo en común: manejo en temas de denuncias de abusos. A Chillán fue destinado Sergio Pérez de Arce (55), superior provincial de los SS.CC. entre 2005 y 2011. Además, presidió la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Chile (Conferre), y en ese rol participó, entre 2011 y 2014, en los inicios del Consejo de Prevención de Abusos del Episcopado. "Había que instaurar en la Iglesia una institucionalidad mínima, en relación a la recepción de denuncias, acompañamiento de víctimas y prevención", recordó ayer. El jueves por la noche, Pérez de Arce conversó con el ahora obispo emérito Pellegrin, quien enfrenta una denuncia por un delito de connotación sexual, según confirmó la Fiscalía de Ñuble. "Él (Pellegrin) quiere dar todas las facilidades para que la Iglesia diocesana no se vea alterada por su situación personal", dijo el sacerdote, quien reconoció que hace algunos días ya sabía que le sería encomendada la labor de administrador. A San Felipe fue enviado el vicario judicial de Santiago, el español Jaime Ortiz de Lazcano (49), quien deberá combinar sus tareas en el Tribunal Eclesiástico y como administrador apostólico. Aunque recordó que este cargo es provisional, dijo: "Mientras esté acá, intentaré conocer lo mejor posible toda la realidad de la Iglesia de San Felipe". Al obispo saliente, Cristián Contreras Molina, también se le indaga por un delito de connotación sexual. Al respecto, Ortiz de Lazcano afirmó: "Hace unos años fue objeto de investigación por parte de la Santa Sede y fue absuelto". En junio de 2014, la Congregación para la Doctrina de la Fe determinó que "las acusaciones no son ciertas". La indagatoria en el Ministerio Público fue archivada. Con la salida de Pellegrin y Contreras, son siete los obispos a los cuales el Papa les ha aceptado la renuncia. Antes lo hizo con Gonzalo Duarte (Valparaíso), Alejandro Goic (Rancagua), Horacio Valenzuela (Talca), Juan Barros (Osorno) y Cristián Caro (Puerto Montt). Las próximas dimisiones que podrían ser aceptadas son las del arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien en 2017 cumplió 75 años; del obispo auxiliar de Santiago, Andrés Arteaga, quien está enfermo y era integrante de la ex Unión Sacerdotal y cercano a Fernando Karadima. Por la misma razón, podrían dejar sus cargos los de Linares, Tomás Koljatic, y Los Ángeles, Felipe Bacarreza. Chomali en Roma El arzobispo de Concepción, Fernando Chomali, tuvo ayer una audiencia con el Pontífice, en la que le manifestó su apoyo "frente a injustas acusaciones de las que ha sido objeto (Francisco)". En la cita, el religioso chileno volvió a presentarle su renuncia, "la que no fue aceptada", informó en un comunicado.
Valdivia ha estado sin obispo desde que monseñor Ignacio Ducasse fuera nombrado arzobispo de Antofagasta el año pasado.
