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El Cirque du Soleil debe ser la única compañía del mundo que se jacta de tener un payaso a la cabeza. Y mal no les ha ido, porque, por muy estrafalario que sea Guy Laliberté, el fundador del espectáculo, logró convertir lo que partió como una alegoría callejera para festejar los 450 años de la independencia de Canadá en una gigantesca máquina de hacer billetes, que factura más de US$ 500 millones al año.
Tan impresionantes como los espectáculos que monta esta multinacional son las cifras que la rodean. En total, son más de 3.000 artistas de 40 nacionalidades los que dan vida a los 13 espectáculos que actualmente el Cirque du Soleil tiene alrededor del mundo.
Siete espectáculos itineran por cerca de 100 países, como "Alegría" -el espectáculo que en 1994 le dio proporciones siderales al Cirque-, que llegará a Santiago el 13 de agosto, mientras que otros están instalados en ciudades como Las Vegas, Nueva York y Orlando.
Tomó tres años y US$ 70 millones construir este show. De todos, el que más impresiona es "O", número fijo del Hotel Bellagio de Las Vegas. El montaje que debe su nombre a la pronunciación de la palabra francesa "Eau" (agua) se desarrolla completamente en una piscina con 5 mil litros de agua. Nada en el gigantesco engranaje de esta máquina de ilusiones que es el Cirque du Soleil está echado al azar, y menos aún, la administración.
Guy Laliberté tiene el 95% de la propiedad de la compañía, y el resto está dividido entre su equipo más cercano (COO, CFO y vicepresidente creativo) para garantizar su compromiso con la empresa. Además, todos los años el 10% de las ganancias se reparte entre los empleados, cuyos sueldos oscilan entre $1,5 y $8 millones al mes.
Aunque el 85% de su facturación proviene de los espectáculos, el imperio Soleil no se detiene ahí.
Al estilo de empresas del entretenimiento como Disney, el Cirque du Soleil también ha expandido su negocio a la industria audiovisual y musical, además del merchandising asociado a sus producciones. A la producción de películas para TV y DVD y a los discos que editan, la compañía suma su paso por el cine. En 2000 estrenaron en el exclusivo formato Imax (no disponible en Chile), "Cirque du Soleil: journey of man", película que con 38 minutos de duración recaudó más de US$ 27 millones.
Y cómo no, tanta maravilla ha despertado el apetito de muchos. Acostumbrado a recibir ofertas de compra, Guy Laliberté ha dicho que "las conversaciones duran entre 30 segundos y un minuto y medio", porque el circo no se vende.
La más comentada oferta de compra vino hace pocas semanas, cuando trascendió que un grupo de inversiones de Dubai había hecho una oferta de US$ 2 billones por la compañía.
Guy Laliberté, el payaso que se transformó en billonario
A los 14 años, Guy Laliberté (47) le hizo honor a su apellido y abandonó su hogar en Montreal para dedicarse a tocar la armónica.
Hoy, después de mucho camino recorrido, ese mismo joven que pedía dinero a cambio de malabares en las calles de París se ha convertido en uno de los hombres más ricos e influyentes del mundo.
De acuerdo al ranking anual elaborado por la revista Forbes, en 2007 su fortuna ascendía a US$ 1.500 millones y ocupaba el lugar número 20 en la lista de millonarios canadienses. En 2004 fue distinguido por la revista Time como una de las personas más influyentes del mundo, y dos años más tarde, en 2006, la firma de auditores Ernst & Young lo nombró emprendedor del año.
Soltero y con tres hijos, este hombre que en una fiesta en 2001 comenzó a planear, junto al fallecido George Harrison, "Love", su espectáculo más popular, con canciones de The Beatles, no deja de lado su faceta humanitaria.
Además de crear organizaciones benéficas como la Fundación Circo del Mundo -presente en Chile-, que ayuda a niños en riesgo social, participa de One Drop, organización que busca garantizar acceso a agua potable para todos.