El fujimorismo, la principal fuerza en el Congreso peruano, cedió ayer ante las demandas del Presidente Martín Vizcarra y le ofreció "un nuevo entendimiento" para intentar distender un enfrentamiento con el Ejecutivo que podría desencadenar en el cierre del Legislativo. Vizcarra planteó el domingo una moción de confianza el miércoles -si es rechazada, el gabinete es destituido- para exigir que se aprueben proyectos de reforma judicial y política. Según la Constitución peruana, un Presidente puede cerrar el Congreso y convocar elecciones si el Parlamento destituye a su gabinete dos veces. El actual Congreso ya despidió a un equipo de ministros durante el mandato de Pedro Pablo Kuczynski, quien renunció por un escándalo de corrupción y fue reemplazado por Vizcarra. Aunque criticó la presión del Mandatario, el presidente del Congreso, Daniel Salaverry, convocó para hoy a una sesión del pleno del Congreso para debatir y aprobar la reforma judicial.