Envuelto en una fuerte polémica, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo que sus declaraciones sobre la posibilidad de una intervención militar en Venezuela fueron malinterpretadas y llamó a "proteger al pueblo venezolano". En una vista al puente internacional que conecta Venezuela con Colombia, Almagro acusó el viernes al chavismo de crímenes de lesa humanidad y planteó que "en cuanto a intervención militar para derrocar al régimen de Maduro, no debemos descartar ninguna opción". Caracas amenazó con denunciarlo a la ONU. El sábado, el Grupo de Lima -una docena de países que consideran roto el orden democrático venezolano- rechazó cualquier tipo de intervención militar o violenta. Solo Colombia no firmó el comunicado, por diferencia en los "términos de la declaración", aunque dijo que hay "identidad de propósitos". Almagro explicó en un video subido a redes sociales el domingo que dijo "claramente" que primero debe agotarse "el camino de las acciones diplomáticas", sin descartar ninguna opción. Apelando al principio de la "responsabilidad de proteger" -al que adhirieron los miembros de la ONU para prevenir genocidios, crímenes de guerra, limpieza étnica y delitos de lesa humanidad-, sostuvo que su objetivo es "detener la violencia" dentro del marco del sistema de derecho internacional y del interamericano. Pese a las aclaraciones, el gobierno de Nicaragua acusó a Almagro de "extralimitarse e incumplir con sus funciones", y pidió su renuncia de la entidad, dijo EFE.