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Las protagonistas del movimiento

Body Positive en Chile

martes, 18 de septiembre de 2018

Por Sofía Beuchat. Fotos: Sergio Alfonso López.
Reportaje
El Mercurio

El movimiento Body Positive, que promueve la aceptación del cuerpo tal cual es, da sus primeros pasos en Chile gracias a un puñado de mujeres que luchan desde distintas tribunas. Activistas, blogueras y modelos hablan aquí sobre la creciente visibilidad que la sociedad les está dando a los cuerpos alejados de los estereotipos.



E l 8 de marzo de este año, Día Internacional de la Mujer, tres mujeres llegaron con vestidos negros -que luego se sacaron, para quedar en ropa interior- a varios espacios emblemáticos de Santiago. A las 11:00 de la mañana estuvieron en la Plaza de Armas. A las 12:00, en el Paseo Bandera. Y a la una de la tarde, se instalaron en las afueras del mall Costanera Center. Su performance incluyó letreros como "El amor de tu vida eres tú" y estadísticas que grafican la visión negativa que las mujeres tienen sobre sus propios cuerpos, tomadas del documental "Embrace" (2016), donde la directora de cine australiana Taryn Brumfitt describe el odio hacia el cuerpo como una epidemia global.

Una de las mujeres que participaron en la performance es Mary Anne Jara (24 años, dueña de casa). Luego que sus embarazos la dejaran con 30 kilos extras, notó que muchas personas reaccionaban negativamente ante sus cambios físicos y esto le hizo sentir rabia. Por eso, a fines del año pasado, comenzó a pensar en la idea de crear un colectivo que ayudara a las mujeres a sentirse bien con su aspecto, sin importar los kilos de más o de menos, la celulitis, la altura o problemas en la piel con rosácea o con vitiligo. Aunque muchas apoyaron la convocatoria, finalmente se armó un grupo de cuatro: Mary Anne, Mariana Acevedo (24 años, estudiante de diseño), Paula San Miguel (26 años, estudiante de administración de empresas) y Berta Suárez (24 años, estudiante de teatro), quien luego se retiró. Decidieron llamarse "Colectivo Deconstruidas", crearon una cuenta de Instagram y una página en Facebook, y comenzaron a organizarse.

-Pensábamos que algunas personas nos iban a agredir, pero no pasó eso. Al revés, sentimos mucho apoyo. Nos dijeron pocas cosas ofensivas y hasta nos escoltaron unos carabineros -recuerda Paula San Miguel sobre su performance de marzo.

Tiempo después, decidieron ampliar su radio de acción. Para esto realizaron una actividad similar en Puente Alto: dos jóvenes vestidas únicamente con lencería irrumpieron en un bar envueltas en film plástico. Mientras de fondo una voz en off iba explicando el sentido de esta puesta en escena, otras mujeres entraron al lugar portando letreros alusivos a la presión de los estereotipos: "90-60-90" decía uno; "Calladita te ves más bonita", otro.

-La idea era representar que se sentían como un trozo de carne -explica Mary Anne, quien adelanta que entre los planes del colectivo está montar una exposición de fotos, editar un libro, viajar a regiones, aumentar el número de hombres afines a su causa (hoy solo son el seis por ciento de sus seguidores), dar charlas y talleres y realizar sesiones fotográficas que buscan rescatar el valor de la diversidad corporal.

Luchar contra los demonios

Este tipo de acciones se enmarca dentro de lo que se conoce como Body Positive, movimiento global que no para de crecer y que promueve la aceptación del cuerpo. Según explica Magdalena Greswell, creadora del blog BoPoChile -donde reúne información y publicaciones internacionales sobre el tema-, el término Body Positive nació en los años 60, en Estados Unidos, cuando un grupo de afroamericanas lesbianas y con figuras alejadas del estándar comenzó a alzar la voz contra la discriminación y llamó a otras personas a no dejar que la crítica social impidiera que se sintieran orgullosas de sí mismas.

Pero no fue hasta el auge de las redes sociales que el concepto comenzó a popularizarse, en especial a medida que valores como la inclusión y la diversidad empezaron a instalarse en la sociedad y algunas marcas comenzaron a hacer campañas publicitarias en torno a la diversidad.

Karolina Lama, psicóloga, directora del Grupo Goce (Grupo de Obesos en Control de Excesos) y coautora del libro "Quiero ser flaca y feliz", asegura que en nuestro país el movimiento Body Positive comenzó a sonar con fuerza apenas hace un año. Es parte de los temas que toca en su nuevo programa "La sorodidad de los kilos", que transmite por You Tube.

-Aquí hablamos del doble discurso que hay en nuestra sociedad: por un lado todos te dicen quiérete como eres, acéptate , mientras sigue siendo referente el modelo de mujer flaca como un dedo -acota la psicóloga.

-En Chile el Body Positive avanza muy lento, porque todavía existe esa cosa social de creer que ser blanco, alto y rubio es lo mejor que te puede pasar. Se necesita mucho apoyo aún para cambiar esto -acota la mexicana Luisa Verdee (26 años, diseñadora web), quien vive hace 3 años en Santiago y es una egoblogger enfocada en el Body Positive.

-Un egoblogger comunica desde su punto de vista. Yo hablo desde el look ; pienso que la ropa es una herramienta para desafiarte a ti misma -explica.

Si bien de adolescente no tenía sobrepeso, ya a los 13 años Luisa tenía copa D, y esto la acomplejaba mucho. Salía de su casa con su ropa interior usual, pero al llegar al colegio entraba a un baño y se vendaba para apretar el busto. Ya de adulta, luego de una depresión, subió 20 kilos en un año.

-Me cambió el cuerpo, pero quería seguir vistiéndome igual que siempre. Sentía que no tenía por qué retraerme. Ahí empecé a decir: tú puedes expresarte a través de la ropa, sin importar las reglas.

Con el tiempo comenzó a hacer talleres para mujeres, donde trabaja en torno a estos conceptos. El primero lo hizo junto a la asesora de estilo Isis Miralles; luego ha continuado sola.

-Me los comenzaron a pedir mis seguidoras -explica, aludiendo a su comunidad en redes sociales. -Lo que más me preguntan es cómo lo hago para sentirme libre. Y la respuesta es: yo misma me obligo a eso. Lucho contra mis propios demonios, porque entiendo que no vienen de miedos míos, sino de miedos que están en la sociedad.

Hace poco, Luisa protagonizó una campaña publicitaria para una marca de ropa. En las fotos, le retocaron la celulitis.

-Pedí que me la dejaran. Lo hicieron y me dieron disculpas. ¿Por qué no mostrarla? Yo veo la celulitis como si fuera un lunar: algo que está ahí nomás.

En esa campaña, Luisa aparece junto a Antonia Larraín (25 años, comunicadora audiovisual), quien trabaja como modelo con la agencia We Love Models y participó en el desfile inclusivo que hizo Lupe Gajardo, además de trabajar con la marca Dove. Luisa, dice Antonia, fue una inspiración para ella. Luego de seguirla en redes sociales, empezó a pensar que ella también podía usar jeans claros con la polera adentro; que no tenía que andar siempre de negro o tapándose, como lo hacía hasta entonces.

-Que yo sea modelo es un acto político. Siempre encontré atractivo el modelaje, pero nunca pensé que pudiera ser realidad en Chile para alguien que se ve como yo. No había referentes -acota. -Hoy, con las redes, todos tenemos una voz, todos podemos expresarnos. Te hacen darte cuenta que no estás sola, que no eres la única que tiene un tipo de cuerpo específico. El movimiento Body Positive muestra que todos los cuerpos son válidos. Durante años la publicidad y el machismo nos han hecho creer lo contrario.

Como modelo, sabe que incluso las mujeres como ella tienen que defenderse de la carga de los estereotipos. Se aceptan los cuerpos fuera del canon tradicional, siempre que la cara sea bonita. O que el sobrepeso esté estratégicamente bien ubicado, en figuras con cintura y curvas. Contra todo eso, dice, se debe luchar, para que el avance del movimiento Body Positive sea real.

-Hay que cuestionar, no dejarse insegurizar. Y buscar referentes que te aporten. ¿Para qué seguir en las redes a gente que te deprime, que te hace sentir mal por no ser de una determinada manera, cuando hay ahí tanta que te puede inspirar, motivarte a ser un aporte? -opina.

Moda y sobrepeso

Carla Escobedo (30 años, diseñadora gráfica) comenzó a subir fotos suyas a internet antes del auge de las redes sociales, cuando el movimiento Body Positive no tenía el impacto de hoy. Era el año 2012 cuando El Blog de Moni comenzó a ganar notoriedad; hoy su cuenta en Instagram, @monrix, es su principal tribuna y la ha convertido en una influencer .

-Empecé porque no encontraba referentes en los medios -cuenta. -Me interesa dar visibilidad a cuerpos distintos. Crecí sin imágenes de ese tipo y pensaba que a muchas les podía servir verlas.

Carla explica que muchas personas se han sentido tan postergadas por la moda, durante tanto tiempo, que sienten que no merecen usar cierta ropa. Por eso un punto central en el movimiento Body Positive es poder ponerse lo que se quiera, sin importar la forma del cuerpo: rallas horizontales, tacos, animal print , crop tops o pantalones palazzo . Hacerlo es liberador.

-Más allá de que la ropa pueda ser divertida, es una extensión de la personalidad. Muchas mujeres sentían que tenían un cierto tipo de personalidad, pero no existía ropa acorde a ella. Eso da mucha rabia y frustración -acota Carla.

-Si te quieres, te vas a poner lo que sea -acota la psicóloga Karolina Lama. Carla Escobedo aclara que para ella esto ha sido un proceso.

-No es llegar y decir: siéntete bien contigo misma -precisa.

Aunque el movimiento Body Positive alude al respeto por todo tipo de cuerpos, incluso los demasiado flacos, se ha asociado principalmente con mujeres de tallas grandes. Carla cree que esto se debe a que "están dentro de los cuerpos más rezagados y a la vez son los que tienen más visibilidad". Esto ha hecho que algunos critiquen al movimiento por estimar que promueve el sobrepeso y, con ello, el aumento de problemas de salud como el síndrome metabólico, que predispone a sufrir una enfermedad cardíaca o diabetes tipo 2.

La psicóloga Karolina Lama precisa que, efectivamente, a veces es necesario perder peso y esto es una demostración de autociudado.

-Está bien aceptarse como se es, pero eso no significa aceptar un cuerpo que está desbordado por la obesidad. La obesidad es un síndrome que mata -acota. A su juicio, el límite, al hablar de autoimagen, está en tener salud, entendida como bienestar psicológico, biológico y social.

Pero, según Luisa Verdee, la discusión en torno al Body Positive no tiene que ver con la salud.

-Si tú tienes diabetes, ¿no puedes amar el cuerpo en el que vives porque estás enferma? ¿No puedes amar tu piel porque tiene rosácea? Mucha gente necesita perder algo de peso por razones de salud; el punto es que no lo haga desde el odio hacia el cuerpo, sino desde el amor hacia él, desde el autocuidado y no desde la rabia -precisa.

Para ella, lo más importante es entender el concepto de Body Positive desde una mirada global, que va más allá de cada individuo.

-El amor propio tiene que ver con amarse a uno mismo, pero el Body Positive da un paso más allá: implica también amar y respetar a los demás -explica. -Está lleno de gente que se ama mucho pero vive haciendo comentarios como ahí va la gorda o a esta le falta comer . No habrá Body Positive en la sociedad mientras no entendamos que todos los cuerpos son distintos y hay que respetarlos.

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