La alta inflación y las mayores exigencias para acceder a créditos hipotecarios están influyendo fuertemente en la decisión de compra de viviendas de hasta 2.000 UF, según expertos inmobiliarios.
Este fenómeno, que está afectando especialmente a los compradores con menos recursos, tiene diversas lecturas al interior de la industria. Max Purcell, gerente general de Collect Gfk, es tajante al asegurar que "en el segmento de las UF 2.000 es donde se concentran la mayor oferta, lo cual afecta directamente a que los stock de vivienda no bajen".
La disminución de ventas en ese segmento es ratificada por Vicente Domínguez, director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios, quien agrega que las razones están en "lo elevado del IPC, que dificulta las decisiones de aquéllos que no tienen su renta indexada a la inflación; en el aumento en las exigencias que los bancos están poniendo para contraer deudas hipotecarias y en el leve aumento en la inseguridad del ingreso y el empleo", dice.
Una opinión distinta tiene Luis Nario, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, quien asegura no se trata de un bajón de ventas de los últimos meses -ni menos de un estancamiento-, sino de "un ajuste paulatino del sector" que se viene dando desde el año pasado, y que toca tanto a la oferta -por la reducción de permisos de construcción- como a la demanda. Nario agrega que "las ventas todavía se mantienen en un nivel adecuado, aunque a un menor ritmo en comparación con años que fueron excepcionalmente buenos para el sector, como fue el 2005 y el 2006", dice.
"Buen momento"
A pesar de los matices del diagnóstico, hay coincidencia en que estos meses serían "un buen momento" para comprar. Esto, porque la tasa de interés a largo plazo -por ejemplo la aplicada a créditos hipotecarios- sigue manteniendo niveles comparativamente bajos y porque los crecientes costos de la construcción -como el alza del precio del acero- todavía no han sido traspasado a los compradores.
Vicente Domínguez argumenta que "la oferta que hay actualmente es muy abundante y en una gran cantidad de localizaciones y los precios que existen no van a repetirse, pues la estructura de costos está creciendo en porcentajes cercanos al 10% en edificación en altura y algo menos en extensión".
Bancos reconocen mayor cautela en entrega de créditos
La mayor inflación y las menores expectativas de crecimiento de la economía, además de la incertidumbre financiera mundial, han llevado a los bancos a ser más cautos a la hora de otorgar financiamiento de corto y largo plazo. Así lo reconocieron los propios ejecutivos bancarios en una encuesta sobre el crédito realizada por el Banco Central. En ésta, el 44% de los banqueros reconoce que hay más restricciones para otorgar préstamos dirigidos a las personas, es decir, consumo e hipotecarios.
Los analistas concuerdan con esta visión. De hecho, afirman que la agresividad con que la banca intentó crecer en colocaciones para la vivienda se ha reducido: cada día se ven menos ofertas que incluyan un crédito aparejado al hipotecario para amoblar la casa.
Otro elemento que demuestra las mayores exigencias son las tasas que se piden para los hipotecarios, las cuales si bien no se ven directamente afectadas por el alza en la tasa de política monetaria del Banco Central, sí han mostrado un incremento. En enero de este año, un crédito de $60 millones (3.000 UF), podía conseguirse con una tasa fija de entre 4,8% y 5,8%, mientras que ahora los intereses oscilan entre 4,8% y 6,4%.