miércoles, 23 de julio de 2008
FRANCISCA GARRIDO P.
Economía y Negocios Online, El Mercurio
Explican que un escenario con tasas de interés más altas e incertidumbre económica local y mundial produce un desincentivo a la oferta y demanda de préstamos.
Cautela. Esa es la consigna tanto de los bancos como de las personas frente al crédito con la actual situación macroeconómica, en la que uno de los indicadores más complicados para el endeudamiento es una inflación de 9,5% en doce meses.
De acuerdo con los analistas, el alza de los precios no sólo se traduce en un menor ingreso disponible para pagar las cuotas de un eventual préstamo, sino que también implica incrementos en la tasa de interés por parte del Banco Central para controlar la inflación. Esto, a su vez, significa que los bancos suben las tasas de los créditos a personas y empresas volviendo menos atractivo el endeudamiento.
La analista de bancos de Santander GBM, Paula Vicuña, afirma que para que repunte la situación se necesita un entorno más positivo, con mejores noticias internacionales, un mayor crecimiento e inflaciones que converjan hacia la meta fijada por el Banco Central del 3%.
Por su parte, la analista de bancos de Fit Research, Natalia Aránguiz, explica que tanto la banca como las personas han reaccionado al entorno económico, y destaca que la última encuesta de créditos del Banco Central -la cual demuestra una mayor restricción de la industria para prestar y una menor demanda de crédito- refleja un comportamiento responsable de la oferta y de la demanda.
Luces de alerta
El analista de bancos de Fitch Ratings, Abraham Martínez, sostiene que detrás del ajuste que se ve en el escenario crediticio, tanto en la oferta como en la demanda, hay variables "duras", como los mayores precios y un crecimiento menor al estimado. Esto no sólo ha encendido la alerta de la banca ante la posibilidad de que aumente la morosidad, sino que también de las personas frente a una futura incapacidad de pago. Agrega que los bancos han dejado de lado estrategias agresivas para crecer, por ejemplo, en hipotecarios, como los ganchos del tipo crédito complementario para remodelar la casa nueva, etc.
Por esta razón, los expertos ya no sólo esperan que el consumo continúe desacelerándose, sino que también los créditos para la vivienda y los dirigidos a proyectos inmobiliarios. De hecho, según la encuesta del Central, un 65% de los bancos considera que hay más exigencias para las empresas de este rubro, sobre todo por el gran stock de casas y departamentos que aún no se venden.
Comercio afirma que tarjetas del retail no son comparables con los plásticos de la banca
El Comité de Retail Financiero de las Casas Comerciales explicó ayer que es técnicamente incorrecto e impreciso comparar la mora de una tarjeta de crédito de la banca con una igual del retail. Esto, debido a que ambos tipos de préstamo responden a modelos diferentes. La explicación se hizo en el marco de la publicación que hizo la Superintendencia de Bancos, del último informe trimestral de tarjetas de crédito, donde la morosidad de los plásticos del comercio es mayor a la que registran las tarjetas de la banca. "A diferencia de los retail que renegocian a sus clientes en el propio producto es práctica habitual de la banca renegociar las moras de las tarjetas de crédito en productos de consumo, disminuyendo artificialmente el indicador de riesgo de las tarjetas de crédito bancarias", argumentó el Comité.
