domingo, 20 de julio de 2008
Eduardo Olivares C.
Economía y Negocios, El Mercurio
En septiembre debe estar listo el documento para verificar cómo funciona el Gobierno. Un año después, Chile podría ingresar al grupo.
En dos meses más, las autoridades podrían contar con el más contundente manual de cortapalos que tenga el Gobierno sobre todas sus funciones y reglas más elementales.
Y todo gracias a las más de 200 consultas que deberá responderle a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), como parte del primer paso formal para ingresar como miembro a ese club. Se pregunta de todo en este llamado Memorándum Inicial: desde cómo se construyen las escuelas públicas para salvaguardar la vida de los niños en un terremoto, hasta qué procedimientos se siguen en el desecho de materiales químicos y nucleares.
Para coordinar esta tarea, el Gobierno designó a la periodista Karen Poniachik como la representante oficial del país ante la organización, pues conoce bien el tejemaneje institucional del aparato público debido a su experiencia como ex vicepresidenta ejecutiva del Comité de Inversiones Extranjeras y como ex ministra de Minería y Energía.
Primera fase
Poniachik cuenta que la contestación del cuestionario es un ejercicio complejo. Claro, porque las preguntas hay que dirigirlas a prácticamente todos los ministerios y servicios: desde la Comisión Chilena de Energía Nuclear hasta el Instituto de Salud Pública (ISP), pasando por las más intrincadas dependencias del Ministerio de Educación.
"No sirve que se conteste algo global ni simplemente adjuntar fotocopias. No. Debe hacerse de modo completo y ejecutivo", dice. Se incluye documentación y la explicación de por qué se aplica determinada política pública o legislación, y por qué Chile se acerca o aleja de un estándar, siempre contextualizando.
Poniachik trabaja estrechamente con Raúl Sáez, de Hacienda, e Igor Garafulic, de la Dirección Económica de la Cancillería (Direcon). Telefonea seguido a ministros y jefes de servicio. Si una respuesta es muy amplia o vaga, pide que la rehagan. Dice que los ritmos en cada repartición son variados. En algunos casos ya había información disponible, como en el Servicio de Impuestos Internos o la SVS, que ya tenían presencia en la OCDE.
Y destaca la colaboración de la Conama, sobre todo porque el medio ambiente es uno de los temas con mayor demanda de datos.El memorándum tiene que estar redactado y empastado en septiembre, pues entre ese mes y octubre sesionarán los comités de la OCDE que profundizar sobre cada campo consultado.
Las autoridades chilenas deberán asistir a esos encuentros, donde se encontrarán con informes paralelos elaborados por las diversas comitivas que han visitado Chile y que se entrevistaron con funcionarios públicos, empresarios y dirigentes sindicales y privados.
"No es pagar una cuota de ingreso y entrar. Aquí hay que hacer un trabajo enorme de coordinación, de transparencia, de calibrar nuestras leyes y prácticas", plantea.
Fase dos: negociación
Durante un año, los responsables de la OCDE deliberarán. En rigor, negociarán con los representantes chilenos. En alguna materia es posible que Chile cumpla con estándares superiores a los de la organización, y en otros, que esté por debajo. La gracia de entrar al club no estará en que haya que "cumplir" con sus parámetros, sino debatir si acaso ellos son los adecuados y, si es el caso, ir adoptándolos. Por eso será una negociación. "Siendo realistas, en septiembre-octubre de 2009 podríamos estar rindiendo el examen final y celebrando nuestro ingreso al club", se entusiasma Poniachik.
