El refuerzo del Gobierno para el fallo de La Haya
domingo, 09 de septiembre de 2018
Reportajes
El Mercurio
El ex diputado UDI ha estado, desde mayo, trabajando con un grupo de asesores y diplomáticos en una estrategia -que contiene encuestas y mensajes- destinada a presentar un discurso claro y de unidad frente a un fallo que parece cada vez más próximo. Matías Bakit
Semanalmente, en una de las oficinas de Cancillería, un grupo de diplomáticos y personeros de Gobierno se reúne para analizar escenarios y estrategias de uno de los temas que -se cree- más van a influir en la agenda y en la opinión pública: el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. El grupo está conformado, entre otros, por el ministro Roberto Ampuero, la subsecretaria Carolina Valdivia, el agente Claudio Grossman, el asesor Alberto van Klaveren y el asesor internacional de la Presidencia, Benjamín Salas. Sin embargo, según fuentes de Cancillería, en mayo, cuando comenzó el análisis sobre la posibilidad de que la Corte adelantara su fallo para junio, los asesores del Presidente hicieron una evaluación. Se decidió, entonces, que faltaba un refuerzo. Una mirada más político-estratégica, más cercana a la idea presidencial y con conocimientos comunicacionales. Un "afuerino". Fue así que el 16 de mayo, la Dirección de Fronteras y Límites contrató al abogado, ex UDI, ex diputado y ex embajador de Chile ante la OEA Darío Paya. Un convenio que, según lo que estipula la información publicada en Transparencia, dura hasta el 31 de diciembre y está centrado exclusivamente en evaluar estrategias de cara al fallo de La Haya. Tres -según se dice- fueron los factores que hicieron que Paya fuera el elegido. El primero, su experiencia en temas estratégicos y comunicacionales, que ha cultivado desde que, en 1990, desde Libertad y Desarrollo, fue asesor legislativo de varios de los congresistas de la UDI. Desde el Gobierno recuerdan que, poco a poco, al notar que en la tienda gremialista no se hacían mayores análisis sobre los votantes, fue utilizando ese nicho, principalmente a través de encuestas y estudios de opinión creados en conjunto con Gonzalo Müller. Con él fundaron Benchmark, la encuestadora de cabecera del partido. Era, dicen, el que manejaba las campañas, el que aconsejaba qué candidato era mejor dónde y cuáles eran sus fortalezas y debilidades. Un influyente, en los tiempos en que los "coroneles" mandaban en esa colectividad. En agosto del año pasado, Paya renunció al partido, molesto -según dijo- por la falta de competencia interna en la conformación de las listas parlamentarias. Un segundo factor es el conocimiento que tendría de la forma en cómo operan las autoridades bolivianas; experiencia adquirida durante sus cuatro años como embajador en la OEA. El tercer factor es que si bien no es muy cercano con el Presidente, este tendría una buena valoración de su trabajo, especialmente desde el área de las encuestas. Foco en lo político Las estrategias en las que Paya y el resto de los asesores trabajan son guardadas celosamente por Cancillería. La base, sin embargo, sería reforzar la idea de que cualquier escenario en el que Chile no pierda territorio soberano sería una victoria, y que de todas formas se va a respetar el Tratado de 1904, y que Chile ha defendido. Mensaje que cobra importancia debido a que se espera que, en cualquier resultado, el Presidente boliviano, Evo Morales, saldrá a anunciar un triunfo de su país. Las frases de Morales, como la pronunciada hace dos semanas cuando hizo alusión a que "la bandera boliviana pronto estará ondeando en el Pacífico", alimenta la convicción de los asesores de que la estrategia es la correcta. En este contexto, el grupo estaría trabajando en varias alternativas de guiones para que el Presidente Piñera utilice después del fallo. Esto, con el objetivo principal de seguir manteniendo la unanimidad que ha caracterizado a la clase política frente a este tema. Ellos son -según se comenta- los principales destinatarios de los mensajes. Otro punto que se destaca es que en estos meses Paya ha estado elaborando varias encuestas destinadas a sondear el ánimo de la opinión pública ante los posibles fallos. La respuesta -según las fuentes- ha estado en la línea de la idea del Gobierno. Dentro de la estrategia política de preparación del fallo, parte clave son las reuniones que está sosteniendo el canciller Roberto Ampuero con diferentes actores. Este lunes tuvo un almuerzo con integrantes de las comisiones de Relaciones Exteriores de la Cámara y el Senado, donde se conversó sobre los escenarios que se esperan y se habló de las estrategias post fallo. A estas alturas, a pocas semanas del fallo, estos escenarios son tres: el primero es la opción de que la Corte sostenga que no hay obligación de negociar nada, lo que sería un triunfo para Chile. El segundo, que la Corte inste a las partes a dialogar, o reconozca una obligación, pero sin entrar mayormente en los detalles que tiene que tener esta. Y el tercero, la posibilidad de que La Haya declare que existe una obligación de negociar y haga alusión a la soberanía como el objetivo específico de la negociación. Otro de los temas que preocupaba plantear en el ministerio es el posible debate que se instalará en el Congreso, y afuera de él, sobre la continuidad de Chile en el Pacto de Bogotá -convenio que le da a la Corte jurisdicción. En este contexto, el mensaje ha sido evitar esa discusión, pues dejaría una sensación de derrota post fallo. El contrato de Paya dura hasta el 31 de diciembre y está centrado exclusivamente en evaluar estrategias de cara al fallo de La Haya.
