Dólar Obs: $ 954,36 | 0,01% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.276,86
IPC: 0,40%
El club fundado en 1962 y que en los años 80 militó en el profesionalismo, se encuentra disputando la liguilla de promoción de Tercera B:

Las angustias de Quintero Unido, el equipo que lucha por mejores tiempos en medio de la contaminación

sábado, 08 de septiembre de 2018

Andrés González
Deportes
El Mercurio

El cuadro costero no ha estado ajeno a la crisis ambiental de la ciudad.



J ian Claudio Vergara tiene 17 años y es el jugador más joven de Quintero Unido. De hecho, aún cursa cuarto medio en el Liceo Politécnico de la ciudad.

El martes, el "Pescadito" Vergara no pudo entrenar con el resto del equipo costero. Por la mañana, mientras se encontraba en clases, se sintió mal y terminó hospitalizado. El "14" de los celestes fue uno de los más de 100 intoxicados que ese día fueron a parar al Hospital de Quintero por los efectos de la crisis ambiental que afecta a la comuna.

"Empecé con dolor de cabeza, picazón en los ojos, mareos y después vomité. En el hospital me pusieron suero y de ahí me fui a la casa. Ese día no estaba para ir a entrenar, pero ya me encuentro bien", dice el delantero, quien tampoco ha podido volver a clases, ya que fueron suspendidas. Su colegio es uno de los cuatro que están en toma y que pide "la paralización del parque industrial hasta no tener certezas de la empresa responsable del envenenamiento de la gente de Quintero, especialmente niños y niñas", según reza parte del petitorio que el estudiantado de la zona demanda a las autoridades.

Quintero Unido -club fundado en 1962 y que tuvo sus mejores años entre 1982 y 1985, cuando habitó en el profesionalismo, en Segunda División- no ha estado ajeno a los episodios de contaminación que afectan a la ciudad. La alerta amarilla tiene al plantel impedido de usar las instalaciones del estadio municipal, tanto para sus prácticas como para los partidos oficiales, justo cuando disputa la liguilla del ascenso de la Tercera B. El domingo debieron recibir a Unión Compañías de La Serena en Ritoque, y cayeron 2 a 0.

"La primera semana de emergencia no tuvimos dónde entrenar. Ahora lo estamos haciendo en Concón, en una cancha arrendada, pero no es lo ideal, porque no tiene la iluminación adecuada para ocuparla. Como Tercera B es semiprofesional, muchos de nuestros jugadores son estudiantes y nuestros entrenamientos deben ser de noche", lamenta el directivo Javier Arancibia. Y profundiza: "Un día normal de entrenamiento para nosotros es en el estadio municipal, que está a cinco minutos del centro y tiene una excelente iluminación, pero ahora ir a Concón significa tacos, que no todos puedan llegar allá y además un alto costo económico para un club sin grandes recursos. Felizmente, nuestra indumentaria es financiada por Felipe Gutiérrez (el volante mundialista que juega en Kansas City), que no nos olvida. Como quinterano, espero que esto se supere pronto, que las empresas hagan bien la pega y que se sometan a regulaciones adecuadas. Y ojalá que una vez que se arregle el problema, estas empresas nos puedan apoyar".

Mientras en las calles de la comuna las protestas se suceden y los vecinos hacen sentir sus cuestionamientos hacia las industrias del cordón industrial señaladas como causantes del deterioro ambiental, en las canchas del club Colmito de Concón, el técnico Juan Pinnola intenta enfocar al equipo en lo deportivo.

"Hemos tratado de obviar el tema, aunque no es fácil, porque algunos muchachos tienen algún familiar o vecino afectado. Pero lo más difícil ha sido no poder trabajar en nuestro estadio. La desventaja es mucha. La cancha del Municipal de Quintero es grande, la conocemos bien, y a los rivales les complica porque es 'comepiernas', como se dice. Estamos jugando de local en Ritoque y no es lo mismo. Contra Unión Compañías creo que se notaron todos los problemas por los que hemos pasado", dice el DT.

Uno de los goleadores, Gary Espinoza, trabaja en el puerto como conector marítimo, es decir, en faenas de carga, descarga y conexión de hidrocarburos desde los buques gaseros al terminal portuario, por lo que conoce de sobra el cuestionado cordón industrial. "Para mí es complicado hablar, porque ahí está el trabajo no solo mío, sino que de muchos quinteranos. La comunidad que ha salido a protestar quiere que las empresas se vayan, pero yo creo que la solución pasa porque cumplan con todos los requisitos para no provocar problemas ambientales. Uno tiene hijos y obviamente está preocupado por lo que está pasando. Los abuelos sufren problemas de respiración, se les obstruye el pecho, hijos de amigos también han tenido complicaciones de salud, jaquecas, vómitos. Espero que esto se solucione bien, que todos podamos convivir", considera el atacante.

"Dentro de todo, lo bueno es que, salvo lo que le pasó a Jian, que no fue en un entrenamiento, sino en su colegio, nadie más del plantel ha tenido problemas de salud", rescata el preparador físico Rodrigo Aros.

Pero Javier Arancibia, el dirigente, teme que la crisis de polución termine acabando con el sueño del ascenso a Tercera A. "Arrancamos mal la liguilla y se nos puede escapar por algo ajeno. Eso me da lata", dice.

Esta noche, mientras la comunidad de Quintero continúa su lucha por una calidad de vida digna y una ciudad más respirable, el equipo que la representa intentará dejar atrás los problemas y dará su propia batalla por reverdecer laureles en su visita ante Cultural Maipú.

"Empecé con dolor de cabeza, picazón en los ojos, mareos y después vomité. En el hospital me pusieron suero y de ahí me fui a la casa. Ese día no estaba para ir a entrenar".
JIAN CLAUDIO VERGARA,
jugador de Quintero Unido y estudiante del Liceo Politécnico.

"Lo más difícil ha sido no poder jugar en nuestro estadio. La desventaja es mucha. La cancha del Municipal de Quintero es grande y a los rivales les complica porque es 'comepiernas'".
JUAN PINNOLA,
DT de Quintero Unido.

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia