ANTONIA URREJOLA "El liderazgo genera complicidades"
martes, 04 de septiembre de 2018
Por Muriel Alarcón
Oficina con vista
El Mercurio
1 Yo tenía 5 años el 11 de septiembre de 1973 y tengo recuerdos nítidos del golpe militar: de La Moneda bombardeada, de mi casa allanada, mi papá detenido alrededor de tres meses. (...) Fuimos exiliados en Inglaterra. Esto marcó mi personalidad y quien soy hoy. A pesar de las dificultades y tristezas que mis padres vivieron, supieron contenernos, darnos normalidad en tiempos que no eran normales. (...) Armaron una familia unida, que siempre se acompaña y que sabe gozar de la vida. Me siento una privilegiada de la vida. 2 Me especialicé en derechos humanos por mi propia infancia , por la vivencia del golpe militar, al ver la indignación que a mis padres les causaba la injusticia. Me lo traspasaron. Y ya de regreso en Chile, participando de los movimientos estudiantiles y viendo la labor y el coraje de quienes trabajaron en esos tiempos terribles en la Vicaría de la Solidaridad. Para mí ese grupo de abogados y abogadas, asistentes sociales, sociólogos, eran un ejemplo a seguir. Y luego, la vida me fue colocando en espacios que me permitieron ir desarrollándome en este ámbito. 3 Como relatora de la CIDH para Nicaragua, en mi primera visita , cuando me reuní con las madres y familiares de quienes han sido asesinados en protestas, viví uno de los episodios más impactantes al escuchar sus relatos explicándome quién era su hijo o hermano, qué estudiaba, qué hacía el día que lo mataron, ver los rostros sonrientes en las fotos que mostraban de sus familiares muertos, escuchar el desgarro de madres. No tengo palabras para explicar lo abrumador que se siente. 4 Es difícil ser testigo de violencia sistemática. No puedes desdoblarte cuando has estado con las víctimas y sus familiares, has escuchado su clamor de justicia. Inevitablemente me siento comprometida intelectual y emocionalmente. Lo que sí me sirve mucho es que cuando vuelvo a mi casa retomo la cotidianidad, voy al supermercado, hago las tareas con los niños, escucho sus historias. Estar con mis hijos y mi marido me llena el alma y me da fuerza para seguir con mi trabajo. 5 En mi carrera he aprendido que el liderazgo , cuando trabajas en equipo y horizontalmente, genera complicidades. Y con eso lealtades. Esto, finalmente, genera una sensación de pertenencia, de que eres parte de un grupo. A pesar de que no me considero una líder, más allá de que en calidad de coordinadora tomo ciertas decisiones, para mí siempre ha sido súper importante el trabajo horizontal (...). Hay muchas decisiones en las que me corresponde a mí definir qué hacer o no hacer, pero cuando hay un equipo, no siento que sean decisiones personales sino colectivas. 6 Mi papá siempre me aconsejaba no perder nunca la empatía y la humanidad . No perder el norte de por qué estás donde estás. En este nuevo trabajo he tenido varias ocasiones en que me quiebro, al escuchar a las víctimas. (...)Algunas personas me han dicho que no puedo quebrarme, que debo colocar distancia para protegerme. Pero yo no lo creo. En este trabajo, la humanidad y la empatía por las víctimas, la indignación por las injusticias, nos debe mover siempre. TIEMPO LIBRE "Siempre he ido al gimnasio o a nadar, o he hecho pilates. He descubierto una maravilla de aparato gracias a mi cuñado, que es vecino, que es una remadora, el water rower. Cuando estoy en Chile, voy siempre y remo. ¡Me encanta!
