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El presidente del Banco Central, José De Gregorio, destacó que en la actual coyuntura es particularmente importante una política monetaria predecible y estable, y el apoyo de una política fiscal que se diseña sobre la base de reglas y "con grados de austeridad que no le pongan bencina a la hoguera hoy día, cuando estamos con un problema bastante serio", señaló.
Así lo recalcó durante una sesión de la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados en la que se debatió el tema inflacionario y donde la expansión del gasto fiscal y eventuales medidas de Hacienda suscitaron mayor inquietud entre los parlamentarios. En la misma ocasión expusieron, posteriormente y por separado, los ministros de Economía, Hugo Lavados y de Hacienda, Andrés Velasco.
De Gregorio señaló que en esta fase, tanto la política fiscal como la monetaria tienen que cooperar en términos de ir restringiendo el gasto para reducir la propagación de la inflación, que es un fenómeno de carácter interno. Consultado por eventuales medidas de apoyo de Hacienda, dijo que no le correspondía opinar pues la política fiscal es un dato. Son decisiones que corresponden al Gobierno y al Congreso y que tienen implicancias macroeconómicas.
El Presupuesto Fiscal 2008 se elaboró con un supuesto de aumento del gasto fiscal de 8,9% real y la última revisión de esas cifras o la evolución del gasto agregado no llevan al Central a cambiar este supuesto, aunque está a la espera de la información que hoy debe entregar Hacienda.
No obstante, anticipándose a la discusión presupuestaria 2009, De Gregorio puntualizó que, por lo general, un aumento del gasto fiscal o una disminución de los impuestos presiona al alza de las tasas de interés y a la baja del tipo de cambio. La política monetaria afecta a la inflación vía reducción del crecimiento de la demanda o gasto.
"Más gasto público o menores impuestos deben ser compensados con una política monetaria más estricta y menor gasto privado, de modo de asegurar que las presiones inflacionarias se mantengan contenidas", señaló.
Tanto De Gregorio como Velasco enfatizaron que la economía chilena está preparada para un escenario económico internacional muy adverso. "No somos inmunes y debemos ajustarnos", dijo el presidente del instituto emisor. El ministro de Hacienda, en tanto, aclaró que en ningún momento ha dicho que Chile no tiene problemas, pero que sabe muy bien cómo enfrentar coyunturas internacionales difíciles porque las familias actúan responsablemente con sus presupuestos, así como las empresas y el fisco.
Sólo 15 productos importados o afectados por precios externos, como alimentos y energía, explican más de 5 puntos porcentuales de la inflación acumulada en doce meses que llega a 9,5%, sostuvo el titular de Hacienda. Aludió a la responsabilidad fiscal e indicó que el no tener deuda pública significa que cientos de millones de dólares que antes se gastaban en intereses, hoy se destinan a pensiones, colegios y hospitales.
Tarea nacional
Velasco dijo que es labor nacional que la inflación no se propague. "Todos vamos a tener que hacer algo de nuestra parte, la familia actuando con responsabilidad en sus presupuestos; la autoridad monetaria actuando con el mandato que le corresponde como siempre lo ha hecho y la política fiscal continuando en la senda de estabilidad que ya tiene casi dos décadas, cuya moderación va a continuar hacia delante, preservando los compromisos sociales. Pero poniendo en práctica una política fiscal que sea cien por ciento coherente con una reducción de la inflación", aseguró.
Un informe de la Dipres confirma lo que Velasco niega
Al menos tres veces durante el fin de semana el ministro Andrés Velasco descartó que el gasto público esté creciendo al triple que la economía. Sin embargo, un informe de la Dirección de Presupuestos (Dipres), repartición dependiente de Hacienda, difunde que la expansión fiscal lleva un avance promedio acumulado de 13,9% en los primeros cinco meses del año en relación con igual período de 2007. "El gasto fiscal crece al triple que la economía...", se le consultó en una entrevista publicada el domingo en estas páginas. "Eso no es así. Cuando entreguemos las proyecciones de gasto 2008, el próximo martes, al Congreso, quedará aún más claro", respondió la autoridad sin mayores explicaciones.
El problema es que en el informe de ejecución presupuestaria mensual, la Dipres muestra que en enero la variación anual del gasto público real fue de 10,7%; en febrero, de 19,5%; en marzo, de 12,7%, y en mayo, de 13,4%. El promedio es el referido 13,9%. Con anterioridad, el director de Presupuestos, Alberto Arenas, había comentado que efectivamente durante el primer semestre habría un ritmo de aumento del gasto más alto, pero que se morigerará en la segunda mitad del ejercicio. "Como en el año pasado teníamos un gasto que crecía poco y después creció mucho, y ahora estará más equilibrado, consistentemente en el primer semestre aparecerá creciendo mucho más que el del año pasado", declaró el 22 de junio.
El ministro Velasco, no obstante, respondió sin hacer esos supuestos. Un importante analista económico, integrante de los grupos de expertos que consulta Hacienda, cree que la autoridad debió referirse al promedio anual, no al primer semestre, aunque se le haya preguntado por éste.
En rigor, fue Arenas quien hizo la distinción ya hace varias semanas: "El gasto crece producto de que tuvimos una mayor ejecución (presupuestaria) respecto de igual trimestre del 2007; si hubiésemos tenido ambos avances en similar nivel, el crecimiento hubiera estado en torno del 6%".