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Alí Hamed

El voto peregrino de Ciudadanos

sábado, 01 de septiembre de 2018

por JORGE ROJAS
Crónica
El Mercurio

Dos semanas después de la elección de la directiva de Ciudadanos Somos Todos, aún no hay resultados y el miembro clave del Tribunal Supremo del partido peregrina a La Meca. Mientras la pugna entre los antiguos amigos y socios políticos Andrés Velasco y Juan José Santa Cruz aumenta, la urna electrónica permanece cerrada y Alí Hamed aún no tiene fecha de regreso a Chile. "El partido ya tiene muy mala fama, da lo mismo la lista que salga", dice a "Sábado" desde Arabia Saudita.



Monte Arafat, Arabia Saudita, martes 21 de agosto. Alí Hamed Al-Hochi, de 26 años, uno de los cinco miembro del Tribunal Supremo (TS) del partido Ciudadanos Somos Todos, graba un video para enviarlo a Chile: "Voto porque los 206 sufragios cuestionados se saquen antes de abrir la urna, o que a esos militantes se les dé 24 horas para que demuestren que efectivamente votaron", dice frente a su celular.

Hamed es abogado, musulmán de origen sirio, viste una túnica blanca, y desde hace 12 días que se encuentra peregrinando a La Meca, la ciudad sagrada del Islam a la que todo musulmán debe ir al menos una vez en su vida. La secuencia que acaba de grabar es clave. En Santiago, a esa misma hora, los otros cuatro miembros del TS del partido -Ricardo Escobar, Ernesto Evans, Esteban Ovalle y Nicolás Shea- discuten la validación de la elección de la nueva directiva del partido finalizada tres días antes, el sábado 18 de agosto.

La reunión, que se realiza en la oficina del abogado y exdirector del SII, Ricardo Escobar, es tensa. La empresa Evoting, a cargo del proceso, ha informado que 206 de los 1.285 votos emitidos de forma online provienen de 10 IPs -o dispositivos con internet- distintos, algo inédito en las más de cuatrocientas elecciones que han realizado en Chile; entre ellas, la de la UDI en diciembre de 2016.

El TS está dividido. Mientras Escobar y Evans quieren abrir la urna y luego iniciar una investigación sobre los votos sospechosos, Ovalle y Shea son partidarios de verificar antes si esas personas votaron. La decisión requiere mayoría, pero el voto del presidente, que en este caso es Ricardo Escobar, vale por dos. Entonces, Nicolás Shea toma su celular y dice que Hamed, quien se ha conseguido internet con un saudí, acaba de votar por la segunda opción desde el Monte Arafat.

Ambas facciones, irreconciliables, redactan a toda velocidad su veredicto, con dos instrucciones opuestas para Evoting. Las resoluciones llegan con un minuto de diferencia a la empresa, después de las 10 de la noche de ese martes 21 de agosto. Han pasado tres días desde que la elección terminó y ninguna de las tres listas que disputan la presidencia sabrá los resultados esa noche.

Hamed, en tanto, se desconecta de internet y continúa su peregrinación.


Ciudadanos Somos Todos es un partido nuevo. Nació en febrero pasado, luego de la fusión entre "Ciudadanos", fundado por el exministro de Hacienda Andrés Velasco y el empresario Juan José Santa Cruz, y "Todos", una colectividad más parecida a una red social, dirigida por el ingeniero comercial e ícono emprendedor Nicolás Shea.

Alí Hamed proviene de este último partido. Llegó a Todos como un mesías. Apareció en el momento justo en que el proyecto iba a terminar. En febrero de 2016, cuando estaba en quinto año de derecho en la Universidad Diego Portales, vio en las noticias una entrevista a Nicolás Shea y lo contactó por mail: "Este es el proyecto más alucinante que he visto", le escribió.

Todos se había fundado un año antes de ese correo. "Nuestra idea era hacer una plataforma donde los candidatos se presentaran y el público los eligiera con likes, como el The Voice de la política. Pero nos dimos cuenta de que para lograr eso necesariamente debíamos ser un partido", recuerda Nicolás Shea.

Más que ser políticos, Todos buscaba ser un intermediario, administrar un espacio en el que cualquiera pudiera aspirar a ser candidato, como si se tratara de un reality. Pero la idea no prendió. Fue en ese momento que llegó Hamed y rápidamente visualizó el problema. Todos necesitaba conseguir militantes y hasta ese momento solo había convocado a través de internet. "Lo único que hacían eran Power Point, se quedaban en la oficina", explica Hamed a "Sábado" desde Arabia Saudita.

Hamed sugirió utilizar una estrategia de la vieja política: salir a la calle. Hizo un calendario con turnos de cuatro horas, en el que estaba incluido hasta Nicolás Shea, y se instalaron en la esquina de Santa Magdalena con Providencia, con una mesa y un pendón. "Alí es el ciudadano más increíble que he conocido. Cuando fui a juntar firmas, al lado mío había un tipo vendiendo anteojos y al otro uno vendiendo calzoncillos, y en dos horas hicimos más de 47 personas. Nosotros le habíamos perdido la fe al proyecto, pero eso nos recuperó", dice Shea.

Desde ese minuto, Hamed se convirtió en el encargado territorial del partido. Primero se constituyeron en Aysén, luego en Los Lagos, Los Ríos y Tarapacá. Explicaban el proyecto como si el partido fuera una red social. Cualquier aplicación servía para ejemplificar la idea: "Somos el Facebook de la política", recuerda Hamed que le decía a los jóvenes. "De las diez mil firmas de Todos, Alí debe haber juntado posiblemente unas cinco mil", agrega Shea.

El trabajo, sin embargo, no sirvió de mucho. En aquellas elecciones municipales nadie llegó a presentarse. Decidieron impulsar entonces la plataforma para una candidatura presidencial. Soñaban con que algún político independiente eligiera a Todos como su partido, pero el único que se mostró interesado fue el conductor de televisión Nicolás Larraín. Para que el proyecto fuera viable, y hubiera debate, Nicolás Shea renunció a la presidencia del partido y se inscribió como candidato, enfrentando al presentador. Pero ninguna de las dos candidaturas sumó adherentes y al final ambos decidieron bajarse de la carrera presidencial.

Fue en aquella época que Alí Hamed, que en paralelo a su actividad política importaba juguetes chinos que distribuía en el barrio Meiggs, se distanció del partido para dedicarse a las inversiones.

El proyecto de Todos parecía destinado al fracaso, cuando apareció Ciudadanos en el horizonte. Tras la segunda vuelta electoral, Nicolás Shea se juntó con Andrés Velasco y acordaron una alianza instrumental para sobrevivir: "Al partido no le quedaba otra que fusionarse o desaparecer. Fue por conveniencia. En los estatutos se estableció que los candidatos deberían ser electos a través de la aplicación, así que salvaguardamos parte del proyecto", cuenta Hamed.

Shea, Velasco y el resto del equipo acordaron formar una directiva y un Tribunal Supremo provisional, con tres cupos para Ciudadanos -Ernesto Evans, Ricardo Escobar y Esteban Ovalle- y dos para Todos -Nicolás Shea y Alí Hamed-, hasta que en agosto se realizaran las elecciones. Se suponía que sería una transición simbólica, sin decisiones importantes, pero no fue así.

El 8 de agosto, Hamed partió a peregrinar a La Meca y nueve días después comenzaron las elecciones. Tres listas se disputaban la presidencia: "Puertas abiertas", liderada por el exmilitante DC y empresario, Juan José Santa Cruz; "Ciudadanos de a pie", encabezada por la abogada Ignacia Gómez, con el apoyo de Velasco; y "Democracia en movimiento", representada por Claudio Quiroz.


Los primeros mensajes de alerta comenzaron a llegar durante la tarde del viernes 17 de agosto. Los trabajadores de Evoting despedían a uno de sus compañeros con un asado, cuando algunos ejecutivos de la compañía recibieron un informe con actividad sospechosa: 169 votos habían sido emitidos desde solo seis IPs, lo que implicaba que en promedio 28 personas habían sufragado desde un mismo lugar.

Para votar había que entrar a un sitio web, marcar la preferencia, poner el nombre, el RUT, el número de serie del carnet y un número de teléfono, donde llegaba un código para confirmar la emisión del sufragio. De los 169 votos cuestionados, 122 habían sido confirmados desde celulares casi correlativos, levantando la sospecha de que alguien hubiera comprado una gran cantidad de chips para usarlos en la votación.

A las pocas horas, los cuatro miembros del TS, menos Alí Hamed, estaban informados de la situación. Por teléfono acordaron sacar de la urna los votos cuestionados y pidieron a Evoting contactar a los votantes, para decirles que debían sufragar nuevamente. "Los llamamos a todos y ninguno respondió", dice Tomás Barros, socio y fundador de la empresa.

Al día siguiente, el sábado 18 de agosto, las alertas continuaron apareciendo hasta que la elección terminó. Según el último informe que Evoting envió al TS de Ciudadanos Somos Todos el lunes 20 de agosto, la urna tenía otros 206 votos sospechosos. Esa misma mañana, el informe se filtró a las listas. Una de ellas, "Ciudadanos de a pie", apoyada por Andrés Velasco, interpretó los datos como un intento de fraude electoral: "De los 206 votos emanados de 10 IPs, en 173 casos el votante no votó. Lo que ocurrió fue que una o más personas, con una base de datos de RUT, con sus números de serie, ordenada por los números de los RUT o por apellido, fue votando en orden, suplantando a las personas que ahí aparecen", dice un comunicado emitido por la lista.

Para entonces, la guerra entre ambas facciones estaba declarada: "Yo anticipé que Andrés Velasco iba a hacer cualquier cosa para evitar una derrota política", dijo Juan José Santa Cruz en una entrevista en TVN. El problema rápidamente se transformó en un escándalo. Hamed se enteró de esto en plena peregrinación, en el desierto, por medio de Nicolás Shea: "Comencé a ver los correos y no me cabía ninguna duda de que se había tratado de manipular la elección", dice desde Arabia Saudita.

La noche del 21 de agosto, ambas facciones redactaron dos resoluciones que luego mandaron a Evoting. La primera llegó a las 22:03 y venía firmada por Ricardo Escobar y Eugenio Evans. Allí se instruía a la compañía abrir la urna entre las 8 y las 9 de la mañana del día siguiente. Además, se cuestionaba la participación online de Alí Hamed y el poder que le había dado a Nicolás Shea por mail, el que calificaban de "absurdo". El documento decía: "Un mail en Chile ni siquiera tiene la formalidad suficiente para que un estafeta retire un talonario de cheques de un banco y se pretende que acá sirva para otorgar un poder". Respecto del video, agregaba: "Por respeto a la inteligencia de quienes deban leer y cumplir esta resolución, el señor Escobar opina que ni siquiera merece comentario".

-Esteban Ovalle -dice Ricardo Escobar- sostuvo que eso era perfectamente admisible porque la ley no lo prohibía. Frente a eso, ya no había razonamiento alguno que hacer, y les dijimos: "Bueno, redacten lo que quieran, nosotros haremos el único fallo que corresponde hacer".

A más de una semana del fin de la elección, Escobar dice que la situación le parece incomprensible. "A cuanto abogado le he comentado, se toman la cabeza o se ríen", comenta. Escobar proponía dejar consignada la objeción de los 206 votos, abrir la urna, y luego de investigar los sufragios sospechosos, si se comprobaban irregularidades restárselos al candidato ganador. Pero solo Ernesto Evans estuvo de acuerdo con esa opción.

La resolución de Esteban Ovalle, Nicolás Shea y Alí Hamed llegó a Evoting a las 22:04 de esa noche. Ordenaba a la compañía iniciar una investigación de los votos irregulares. Unos de los principales argumentos esgrimidos fue la sospecha de una suplantación de identidad. El documento citaba el caso de C.B.F.O., quien no pudo votar porque alguien ya lo había hecho por ella durante la madrugada del 18 de agosto. Del IP desde donde supuestamente habría salido su sufragio se emitieron otros 18 votos, entre las 1:15 y las 3:25 del 18 de agosto.

Ovalle y Shea respaldaban también la posibilidad de que Alí Hamed se sumara a la resolución. Argumentaban que en otras ocasiones el TS había funcionado a través de este sistema de delegación de facultades, y que el mismo Eugenio Evans había entregado un poder a Ricardo Escobar durante una conferencia telefónica realizada el primer día de las elecciones, cuando decidieron sacar los 169 votos sospechosos. "Ellos hicieron lo que quisieron. Si quieren sostener teorías brujas, allá ellos. Yo creo que están francamente en una situación de prevaricación", argumenta Escobar.


Tomás Barros, fundador de Evoting, toma su celular y revisa unos correos electrónicos. Busca las dos resoluciones que le llegaron del Tribunal Supremo del partido y aclara que por primera vez en más de 400 elecciones, están al medio de dos fallos contrapuestos. "No sabemos a cuál responder. Hablamos con nuestros abogados y les pedimos que se pusieran de acuerdo. Y no hemos vuelto a conversar", explica.

Barros ha estado presente en cada una de las tensas reuniones del tribunal. Los ha visto discutir y fijar posiciones inflexibles. Por ahora se han negado a abrir la urna virtual, que se encuentra resguardada en un servidor de Amazon ubicado en Virginia, Estados Unidos. Allí no se pueden meter ni sacar votos. Para desencriptarlos y conocer el resultado, se necesitan al menos tres de las cinco llaves que Evoting le pasó a cada uno de los miembros del tribunal, y que se conectan en un servidor. En la oficina de la empresa, en un lugar secreto, aún está guardada la llave de Alí Hamed, quien nunca la fue buscar. Barros explica que están evaluando querellarse por todo lo que ha pasado: "Podría haber un delito informático", agrega.

Las acciones judiciales también son materia de discusión en las tres listas del partido. Mientras "Puertas abiertas" quiere que se abra la urna y "Democracia en movimiento" pide que se anule la elección, hace una semana la lista "Ciudadanos de a pie" presentó un requerimiento al Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) para encausar el conflicto a instancias superiores. Entre los documentos que se adjuntaron hay nuevos votos objetados, y el número llegaría a los 273. De ellos, 33 que pertenecen a una "votatón" en Osorno, encuentros que estaban prohibidos de acuerdo a los estatutos, y 240 en que, según la lista que apoya Velasco, existe suplantación de identidad.

Hace una semana, cerca de una decena de simpatizantes de esa lista intentaron comunicarse con los 241 votantes que están en esa situación, pero ninguno contestó el teléfono. También se les enviaron mensajes de texto, pero tampoco hubo respuesta. El trámite se realizó ante notario y los antecedentes fueron adjuntados en la carpeta que presentaron en el Tricel.

Solucionar el problema tiene un plazo límite. Se suponía que el 4 de septiembre debía asumir la nueva directiva, pero hoy nadie en el partido cree que eso sea viable. Según Ricardo Escobar, si no consiguen instalar un presidente antes del 6 de noviembre, por ley, Ciudadanos Somos Todos podría desaparecer. "El partido ya tiene muy mala fama, da lo mismo la lista que salga, ¿qué futuro tiene un partido que está todo dividido? Esto es bochornoso", dice Alí Hamed por teléfono, antes de embarcarse en un avión a Chipre. Aún no tiene fecha para regresar a Chile.

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