"Está complicado el panorama", dijo el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, tras la reunión que sostuvo ayer con la ministra de Transportes, Gloria Hutt, y sus pares de Vitacura, Raúl Torrealba, y Lo Barnechea, Felipe Guevara, para evaluar la viabilidad del tranvía de la zona oriente. A más una década de que se presentara el proyecto -que busca conectar las tres comunas en 22 minutos, mediante un tren ligero-, la iniciativa enfrenta una limitación económica que arriesga su continuidad. Hasta ahora no hay discrepancias entre los municipios y la cartera respecto de la demanda o costos del tranvía. Pero para hacer el proyecto se debería compensar a las empresas operadoras del Transantiago que recorren el tramo que intervendría el tranvía (ver infografía) de acuerdo con la cantidad de pasajeros que usarían el nuevo transporte en reemplazo de los buses. Y eso "es una cantidad de recursos que aún no hemos incluido en su evaluación", afirmó Lavín. Esa compensación se sumaría a la inversión inicial de US$ 250 millones que considera la instalación de 11 estaciones a través de 9 kilómetros de ruta. Ante ello, el edil afirmó que hará nuevas evaluaciones: "Mañana (hoy) nos vamos a reunir con el equipo técnico para ver si podemos preparar estudios". Guevara agregó que "faltan antecedentes para tomar una conclusión definitiva". Por eso, todos los actores acordaron reunirse en una nueva cita para compartir información sobre el proyecto. El Ministerio de Transportes señaló que "el análisis desarrollado por los equipos técnicos revela que el tranvía no podría integrarse al sistema de transporte público porque su rentabilidad social no alcanza el mínimo requerido para justificar el subsidio solicitado". Además, esto "aumentaría el déficit de Transantiago en $11 mil millones por año. El escenario de servicios, considerando la futura L7 de Metro, resuelve en gran medida las necesidades de transporte de la zona oriente".
Las Condes realizará nuevos estudios para evaluar el impacto del proyecto.