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Viaje por Chile, Bolivia, Colombia y Costa Rica:

Pedro Sánchez estrena la nueva política exterior de España hacia América Latina

lunes, 27 de agosto de 2018

GASPAR RAMÍREZ
Internacional
El Mercurio

El Mandatario socialista comienza hoy en Santiago una gira por la región, su primer viaje fuera de Europa desde que llegó al poder.



Pedro Sánchez inicia hoy, en Chile, su primera gira fuera de Europa desde que asumió como Presidente del Gobierno de España el 2 de junio pasado, período en el que la administración socialista dio ciertos giros a la política exterior, matizando algunos aspectos hacia América Latina respecto de lo que fueron las posturas de Mariano Rajoy y del Partido Popular.

El Mandatario socialista continuará luego su viaje por la región en Bolivia, Colombia y Costa Rica, un gesto contundente hacia Latinoamérica, ya que tradicionalmente los gobernantes españoles tienen Marruecos como su primer destino fuera del continente europeo.

En su parada en Santiago, Sánchez se reunirá en La Moneda con el Presidente Sebastián Piñera, con quien tratará temas como los desafíos en ciberseguridad y un acuerdo de reconocimiento de títulos universitarios. Según el equipo del socialista, se eligió Chile para que envíe un mensaje de apoyo a las empresas españolas que operan en América Latina, y se reunirá con representantes de algunas firmas que operan en la región.

"Chile y España tienen visiones muy parecidas de lo que es el mundo", señalaron fuentes diplomáticas españolas a la agencia AFP, que añadieron que uno de los temas que tratarían Piñera y Sánchez sería la crisis política y humanitaria en Venezuela.

La gira de Sánchez continuará este martes en Bolivia, en Santa Cruz, donde se reunirá con el Presidente Evo Morales para firmar acuerdos de cooperación, incluyendo uno que abrirá la puerta a la participación de empresas españolas en el denominado tren bioceánico, un proyecto ferroviario que unirá los puertos de Ilo (Perú) y Santos (Brasil) a través de Bolivia.

La tercera escala será el miércoles en Colombia, donde el eje de su visita será el apoyo de España a su proceso de país. De hecho, se espera que el Presidente Iván Duque le ofrezca al país europeo que juegue un papel de "facilitador" en las negociaciones de paz entre el Estado colombiano y la guerrilla del ELN.

Finalmente, Sánchez llegará el 30 de agosto a Costa Rica, donde se reunirá con el Presidente Carlos Alvarado y visitará la sede de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Énfasis y estilo

Apenas asumió, Sánchez nombró como canciller a Josep Borrell -político catalán con lazos en la región-, quien ha dado algunas luces sobre sus planes para América Latina.

En Bruselas, en una conferencia en el marco de la cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el ministro español de Asuntos Exteriores dijo a fines de julio que cuando surja un problema en Latinoamérica, el gobierno socialista no apoyará "las líneas duras de las sanciones".

"No es nuestro papel. Nuestro papel es exigencia y diálogo", declaró Borrell, y agregó que, en el pasado, "probablemente" no se ha dialogado "todo lo que se debería". "No quisiéramos repetir el ejemplo de Cuba, que fuimos los que encabezamos la línea dura contra Cuba y cuando llegó el deshielo el protagonista fue el Presidente (francés, François) Hollande; el Presidente (estadounidense, Barack) Obama y nosotros ni siquiera pasamos por allí", explicó.

En la cita UE-Celac tuvo lugar, además, el primer encuentro entre Borrell y su par venezolano, Jorge Arreaza. Durante el gobierno de Rajoy (2011-2018), España fue una de las voces más críticas con los gobiernos de Hugo Chávez (1999-2013) y de Nicolás Maduro, con expulsiones recíprocas de embajadores, y fue uno de los impulsores de las sanciones que impuso la UE contra funcionarios venezolanos acusados de violaciones a los derechos humanos. "Las reuniones (entre Europa y América Latina) habían languidecido mucho, sobre todo por el tema de Venezuela, pero no reuniéndonos no solucionamos nada", dijo Borrell antes de llegar a la cumbre.

Esta nueva postura recibió críticas inmediatas. "No esperaba un liderazgo marcado sobre Venezuela, pero tampoco un entreguismo que traiciona la posición unificada europea. Y jamás que España adoptara la 'diplomacia bolivariana', ni un pervertido 'diálogo' fracasado una y otra vez", dijo Beatriz Becerra, eurodiputada española, liberal-independiente, en alusión al diálogo fracasado entre el gobierno y la oposición venezolana, liderado por el ex Presidente español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Cambios de posturas que son materia de debate.

Para Manuel Alcántara, director del Proyecto de Élites Latinoamericanas de la Universidad de Salamanca, "la realidad muy heterogénea y cambiante en América Latina -véase lo ocurrido en Colombia y en México- hace que cualquier gobierno tenga que adoptar políticas asimétricas hacia la región".

Ignacio Molina, investigador principal del Real Instituto Elcano, considera que, en general, los cambios en la política exterior de la administración socialista "serán más bien de énfasis y estilo", y no de fondo.

En específico hacia la región, Molina destaca que el gobierno de Sánchez "tratará de afirmar en la UE el liderazgo español sobre temas de América Latina, explicando en Bruselas por qué la región importa y por qué España tiene un ascendente útil (que también interesa a EE.UU.). A su vez, España tratará de hacer valer en América Latina esa conexión". Madrid, por otro lado, buscará "apoyar acuerdos comerciales con el Mercosur, México y Chile, para empezar".

Los temas más complejos son la crisis en Nicaragua y en Venezuela. "Entiendo que el gobierno socialista va a regresar a una política más multilateral que la mantenida por el gobierno del Partido Popular, lo que puede significar mayores intentos de concertación", dice Alcántara sobre esos focos de conflicto.

Para Molina, "en Venezuela se tratarán de usar las expectativas que genera Sánchez para intentar jugar un papel constructivo. Evitar un enfoque conflictivo -Venezuela es de la familia- sin dejar de denunciar la deriva autoritaria ni de bloquear sanciones en la UE, aunque tampoco liderándolas. Habrá menos intensidad que con Rajoy -los izquierda de Podemos, cercanos al chavismo, apoyan a Sánchez en el Parlamento-, pero sin cambiar muchísimo el fondo".

PRIORIDAD
José Manuel Albares, consejero diplomático de Sánchez, dijo que el objetivo de la gira es "dejar clara la importancia" de la región para España: "Todo lo que hacemos en el mundo se multiplica cuando lo hacemos con América Latina".

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