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Subsecretaria Lorena Recabarren, sobre propuesta elaborada por el gobierno anterior:

"El Plan Nacional de Derechos Humanos pudo haberse hecho de mejor manera; el próximo será mucho más correcto"

domingo, 26 de agosto de 2018

Javiera Martínez
Nacional
El Mercurio

La autoridad asegura que el 44% de las acciones contenidas en el texto deben ser modificadas, y que algunos lineamientos "se han visto superados por medidas que ha llevado adelante el Ejecutivo".



La subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren, encabezó el viernes pasado el primer comité interministerial de derechos humanos bajo la administración del Presidente Piñera -el tercero desde su origen-, tras el cual fueron aprobados por unanimidad los criterios para la actualización del Plan Nacional de Derechos Humanos (PNDH) 2018-2021, heredado del gobierno anterior, que fue presentado durante el mes de diciembre y del cual la Contraloría aún no toma razón.

Tras un proceso de seguimiento a las 634 acciones que establecía el plan, identificaron nudos críticos y realizaron observaciones con relación a los posibles ajustes y actualizaciones. Recabarren, desde su oficina, adelanta que van a presentar un Plan Nacional de Derechos Humanos que será "mucho más correcto".

-¿Cómo ha sido el levantamiento de observaciones al Plan Nacional de Derechos Humanos (PNDH)?

-Comenzamos conversando con los puntos focales de cada uno de los servicios y con los subsecretarios, y nos fuimos dando cuenta de que había situaciones específicas que requerían de algún tipo de actualización. Es un proceso en el que ha participado el equipo con alta seriedad y responsabilidad; con reuniones constantes, ya que el plan nacional es nuevo dentro de la cultura de Chile.

-Se ha comentado que el plan se hizo en un tiempo bastante acotado. ¿Han detectado fallas?

-Metodológicamente, el plan pudo haberse hecho de mejor manera, lo que estamos haciendo ahora va a significar que el próximo Plan Nacional de Derechos Humanos sea mucho más correcto. No hablaría de errores, este es nuestro primer plan, es un aprendizaje y una oportunidad para que Chile destaque entre los países de la región que han tenido muchas dificultades para avanzar y hacer seguimiento de sus planes de DD.HH.

-¿Cuál fue el diagnóstico?

-Del total de 634 acciones del PNDH, un 44% requiere modificaciones que están en línea con ajustes de forma (85%), como cambios en nombres de acciones, descripciones, plazos, presupuestos, etc., y también, ajustes de fondo (15%), que consistirían en la fusión de acciones, ampliación en su cobertura o la reformulación, ya que el proceso de reporte arrojó que 19 acciones se encuentran ya cumplidas.

-¿Se encontraron con promesas programáticas que no tenían que ver con el gobierno de Sebastián Piñera?

-Encontramos que las formulaciones de algunas acciones estaban demasiado concretas, que probablemente se asocia a una oferta programática del gobierno anterior, pero que no necesariamente era la única forma para poder cumplir esa meta. Además, Naciones Unidas tiene un sistema para generar metas, acciones, objetivos, indicadores, y lo que nosotros queremos hacer es que las metas, acciones, indicadores que están en nuestro plan cumplan esos estándares.

-En vista de lo que ha avanzado el Gobierno en su programa, ¿considera que en algunas áreas este plan se ha quedado atrás?

-Efectivamente, en algunos casos, como en el tema de migrantes, las acciones se han visto superadas por medidas que se han llevado adelante en este gobierno.

-Además de otros temas, tradicionalmente la agenda pública de septiembre incorpora los DD.HH. ¿Cómo piensa sobrellevarla?

-Estamos pensando en realizar un seminario internacional para fines de septiembre donde uno de los temas importantes es la institucionalidad de los derechos humanos en la región y la experiencia comparada respecto de los cumplimientos o, en general, de las experiencias que se han tenido con planes nacionales.

-¿Es parte de una estrategia comunicacional?

-Esto está planificado con antelación, nadie puede pensar que uno puede generar un seminario internacional en tres semanas, como reaccionar, para nada.

-¿Cómo enfrenta el desafío de que cuando se habla de DD.HH. en Chile se asocie directamente al período de la dictadura?

-En Chile cuando hablamos de derechos humanos hay una gran mayoría de la población que sigue solamente relacionándolo con las violaciones a los derechos humanos en dictadura, y eso ha sido así porque es parte de nuestra historia. El desafío de la institucionalidad de los derechos humanos es que su protección supera ampliamente lo que tiene que ver con la agenda de justicia transicional. Ese sigue siendo un tema presente porque sigue habiendo causas abiertas, pero al mismo tiempo Chile se tiene que abrir y avanzar en la agenda de derechos humanos del sistema universal de DD.HH.

-El Presidente dijo que no les incomodaba la agenda de DD.HH., pero, para algunos, se ha notado cierta incomodidad...

-El compromiso que tiene este gobierno con los derechos humanos es irrestricto. Lo que por contingencia ha venido ocurriendo en las últimas semanas por supuesto que no nos aleja de nuestra agenda de derechos humanos, porque es muchísimo más amplia, eso lo hemos visibilizado por la política pública del migrante, la agenda de mujer, el acuerdo nacional por la salud, entre otros.

-En el ítem "Un Chile seguro y en paz para progresar y vivir tranquilos" del programa de gobierno, específicamente con el objetivo de "modernizar la democracia", está mencionada la "implementación del Museo de la Democracia, como instancia de valoración de los valores republicanos y democráticos". ¿Por qué no es un tema de derechos humanos?

-Es un tema de DD.HH. y no lo es porque es consustancial a la democracia los derechos humanos. En ese sentido, el Museo de la Democracia está absolutamente vinculado. Creo que la confusión se da porque se cree que los derechos humanos están vinculados solo a una parte de nuestra historia. La democracia en Chile se ha quebrado muchas veces, sin duda la vez que se quebró de manera más cruel fue en dictadura. En ese sentido, en el Museo de la Democracia no se vinculan los derechos humanos porque no los queremos vincular solo a un período de nuestra historia, la democracia comienza mucho antes.

-¿Cuál va a ser el rol que va a tener usted en la creación del Museo de la Democracia?

-Es un proyecto que está en el programa de gobierno y que vamos apoyar en la medida que se nos requiera desde el ministerio.

-¿Y qué opina sobre el objetivo que cumple el Museo de la Memoria?

-El Museo de la Memoria es un buen medio para colaborar y promover la formación cívica de nuestros jóvenes y niños hacia el futuro.

-¿Considera -así como dicen en su coalición- que el Museo de la Memoria tiene un sesgo político de izquierda?

-Los museos de la memoria son concebidos en general en el mundo como espacios para la memoria, para el recuerdo como garantía de no repetición. Un museo de la memoria no tiene que tener contexto, lo que se está generando es el espacio del recuerdo, es un espacio donde el Estado de Chile recuerda las graves y sistemáticas violaciones a los derechos humanos ocurridas durante algún tiempo en nuestro país y cumple su objetivo en materia de memoria, en materia de garantía de no repetición. Lo ha dicho el Presidente, lo ha dicho el ministro y lo digo yo. El Museo de la Memoria cumple en plenitud con los objetivos para los cuales fue creado.

-Los partidos han marcado la necesidad de contextualizar los hechos previos al año 1973. ¿Está a favor de esa contextualización?

-Los museos de la memoria no requieren más que plasmar los recuerdos que se necesitan para no olvidar las violaciones que se cometieron a los DD. HH., porque, entre otras cosas, no sabríamos dónde empezar el contexto probablemente.

-¿Qué lección cree que se debe sacar del episodio vivido con el ex ministro Rojas?

-Es una decisión presidencial su designación y su renuncia, un asunto que está cerrado. Más allá de los derechos humanos o no, aquí en el fondo los ministros y subsecretarios estamos cumpliendo con nuestro trabajo en la medida en que tenemos la confianza con el Presidente; por lo tanto, yo me remitiría a esa condición.

-Usted como militante de Evópoli, ¿estuvo de acuerdo con la declaración que envió su partido una vez que se conocieron las declaraciones de Rojas?

-Yo soy subsecretaria de DD.HH. de un gobierno integrado por el Presidente Piñera, y mis funciones o atribuciones están delimitadas por ese cargo.

-¿No opina sobre las posturas de su partido?

-Yo soy militante, pero estoy a cargo de una subsecretaría, y estamos tratando de llevar adelante la agenda de derechos humanos del Gobierno.

-¿Cómo debe manejar el Ejecutivo el tema de los DD. HH., que polarizan e incluso unen a un frente que está desarticulado?

-No tenemos dos lecturas respecto de que hubo violaciones a los derechos humanos, y creo que el Presidente tiene un trato en materia de derechos humanos impecable, y eso lo ha demostrado consistentemente en su experiencia política en los casos que hemos conocido en la contingencia que se han visto.

-Pero el tema también ha generado diferencias en el propio oficialismo...

-La coalición, como toda coalición, es diversa, tiene distintas aproximaciones a distintos hechos, pero el Gobierno ha mantenido una sola línea y ha sido consistente en la defensa a los DD.HH. Me parece que las legítimas diferencias y distintas opiniones que puede haber en una coalición son sin perjuicio de la línea sistemática y consistente que ha llevado el Gobierno en esa materia.

-En el acuerdo que está logrando el Ejecutivo con la oposición, en la mixta, en torno a las libertades condicionales, senadores piden que el arrepentimiento sea algo explícito, postura contraria al Gobierno. ¿Se puede modificar esa postura?

-Lo que nos mueve es la propuesta que le hemos hecho, que está consagrada en el Estatuto de Roma, y que habla de rebaja de condena; ni siquiera estamos hablando de rebaja de condena, estamos hablando de libertad condicional, que es una forma de cumplir la pena, la condena fuera de un recinto carcelario. Nosotros hemos llevado esa propuesta, y esa es la propuesta que el Ejecutivo ha mantenido hasta ahora y va a mantener.

"La coalición tiene distintas aproximaciones a distintos hechos, pero el Gobierno ha mantenido una sola línea y ha sido consistente en la defensa de los derechos humanos".

"Estamos pensando en realizar un seminario internacional para fines de septiembre, y vamos a tratar la institucionalidad de los derechos humanos en la región".

"El desafío de la institucionalidad de los derechos humanos es que su protección supera ampliamente lo que tiene que ver con la agenda de justicia transicional".

"La democracia en Chile se ha quebrado muchas veces, la más cruel fue en dictadura. En el Museo de la Democracia no se vinculan los DD.HH. porque no los queremos vincular solo a un período de nuestra historia".

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