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"El gobierno de Bachelet prometió mejor distribución de ingresos y reformas estructurales. Lo que muestran los datos es que esas promesas no se cumplieron"

domingo, 26 de agosto de 2018

Matías Bakit R.
El_Mercurio

Alfredo Moreno, ministro de Desarrollo Social. El ministro desglosa los antecedentes proporcionados por la encuesta Casen y rechaza la defensa opositora, relativa a que las reformas estructurales no pueden ser medidas a corto plazo en este tipo de estudios. También analiza la situación de La Araucanía, luego de un atentado ocurrido la madrugada del viernes, el primero en tres semanas en la zona.

Un día normal del ministro de Desarrollo Social casi no tiene pausas. Cuando se hace esta entrevista, viene llegando a La Moneda de una actividad en San Bernardo. Entra a su oficina, y aprovecha de mirar las hojas y comunicaciones que tiene en su escritorio. Al salir, hay tres invitados ya esperándolo.

Más tarde, tendría una reunión con el Presidente Sebastián Piñera, sobre los últimos detalles del plan Araucanía, una de las prioridades de su gestión.

Antes, analiza el atentado incendiario que se produjo en Pitrufquén -que la madrugada del viernes rompió con tres semanas sin atentados en La Araucanía- y los resultados de la encuesta Casen, en la cual el Gobierno ha resaltado que en el período 2015-2017 los resultados relativos a la pobreza multidimensional -que analiza la condición de vida de las personas en distintos factores- registró la misma cifra que hace dos años. La distribución del ingreso empeoró, de acuerdo al índice Gini.

Se trata de un proceso, dice Moreno, que recién comienza. "Creo que vamos a tener muchas conclusiones a lo largo del tiempo. La Casen es una encuesta muy amplia", dice, a la vez que entrega algunas conclusiones sobre el perfil de las personas en situación de pobreza que arroja un desglose de datos de la encuesta: "Tenemos bastante pobreza rural. Tenemos más del doble de personas pobres ahí que en el total de la muestra. Además, dentro de los pobres hay 16% que declara su pertenencia a algún pueblo indígena, mientras que en la población, los pobres son un poco más de un 9%".

Prosigue explicando que en este estudio, por primera vez, los inmigrantes tienen más representación en el segmento pobre que en la muestra total del país: en el primer caso llega al 5,5% de ese segmento, y en Chile es de 4,3%. Otro tema que le preocupa es el hecho de que haya crecido la desocupación entre los pobres. "Es el principal problema que muestra la encuesta. Es un decrecimiento de los ingresos de los sectores más pobres y tiene que ver con que hay más desempleo en esos grupos. Y esas tasas de desempleo están muy por encima que las de la muestra. La media de desempleo es de un 7,9%, y para los pobres es 24,7%".

"También hay temas de la escolaridad -continúa-, que es bastante más bajo que el de la población. Tienen 9,5 años de escolaridad en promedio, y en la muestra total de la Casen".

-¿Qué responsabilidad le asigna al gobierno de la ex Presidenta Bachelet en estos resultados?

-Más que entrar a apuntar a quién tiene más responsabilidad, esto nos ayuda a sacar conclusiones en temas que fueron parte de la discusión. Primero, a relevar la importancia del crecimiento. Si no hay crecimiento, es evidente que la oportunidad de trabajo se desmejora, y cuando eso sucede los primeros afectados son los más pobres. Eso es lo que muestran los datos.

-¿Existen, a su juicio, factores relacionados con la implementación de políticas públicas que no funcionaron bien?

-Cuando hay políticas que no llevan a que haya un crecimiento importante y a que no haya mejores expectativas para el mercado de trabajo, se nota inmediatamente en la pobreza.

-Su antecesor, el ex ministro Marcos Barraza, habló de manipulación y que las reformas que se hicieron en el gobierno anterior no tendrían un impacto notorio hasta 2020 o 2021, que no se pueden medir ahora por un aspecto de temporalidad.

-En cuanto a los datos, quiero recordar que esta encuesta, en su totalidad, está hecha por el gobierno anterior. Ellos contrataron a las organizaciones que toman los datos y en esto no ha habido crítica. Nosotros no tuvimos participación alguna.

-¿Y respecto de los plazos que deben tener reformas estructurales?

-Cada uno puede sacar sus conclusiones. Pero hay algunas que son innegables. No hay duda de que los ingresos de los deciles más bajos se vieron afectados. No hay duda de que hubo mayor desempleo, no hay duda de que la vida de ellos fue más difícil.

Respecto de la pobreza multidimensional, esta mide cosas como, por ejemplo, el grado de seguridad pública de donde se vive. Sobre eso, uno podrá decir que a lo mejor hay reformas que tendrán efectos en varios años más, pero lo que es concreto es saber si esos barrios están mejor o peor ahora. Lo que mide la encuesta es si la calidad de la vivienda es buena o mala o si tiene acceso a los servicios básicos. Tampoco eso va a ser afectado por políticas de largo plazo. A mí, entonces, me parece que cuando los datos no son muy buenos y los resultados no son muy buenos, uno tiene que esperar resultados mejores, quizás para después, pero esos resultados van a depender de lo que haga el gobierno siguiente. Siempre hay políticas que se deben juzgar en el largo plazo. Pero lo que nos muestra la encuesta es qué les pasó a los chilenos en su calidad de vida y en específico que les pasó a los más pobres. Y no hay dos lecturas al respecto. Son datos objetivos. Que muestran que tenemos un estancamiento en materia de pobreza multidimensional y en la distribución del ingreso.

-A partir de la encuesta Casen, varios parlamentarios de centroderecha hablaron de que el legado de la ex Presidenta Bachelet había sido más desigualdad y más pobreza. ¿Piensa lo mismo?

-Me ciño a los números. No hay duda de que tuvimos una economía que no creció. Y que quienes fueron más afectados fueron los pobres. Al menos lo que se prometió no se cumplió. Se dijo que se iba a tener un país menos desigual, eso no sucedió. Y los pobres, lamentablemente son más pobres.

-Algunos analistas han planteado que la encuesta Casen 2017 llega en momentos en que el Presidente Piñera realizó la primera cirugía a su gabinete y cuando el gobierno no logra retomar el control de la agenda política. Si realizara un ejercicio puramente político, ¿cuánto pierde Bachelet con la encuesta y cuánto gana el gobierno de Piñera?

-Lo que le puedo decir es lo que perdió la gente. Eso es lo que uno podría apreciar de esto.

Pero si uno considera que el gobierno de Bachelet prometió mejor distribución de ingresos, mantener el crecimiento y, al mismo tiempo hacer reformas reformas estructurales, l o que muestran los datos es que esas promesas no se cumplieron y que incluso algunos, que son los de menores ingresos, vieron su situación deteriorada.

El mapa de la vulnerabilidad

-¿Qué cambiará en la agenda de su ministerio luego de conocerse los resultados de la encuesta?

-Lo que hacen es reforzar la importancia del crecimiento. Fue parte de la campaña, de la discusión política del gobierno anterior. Se discutía a quién beneficiaba, si a los más ricos y a las empresas. Hoy tenemos la certeza de que los más afectados cuando no hay crecimiento son los más pobres. Por eso, es importante mantener el nivel de crecimiento de la economía que tenemos hoy. Y, segundo, en la pobreza multidimensional, que es más difícil de cambiar, tenemos que acelerar el tranco y tener políticas más directas y específicas a cada una de esas carencias.

-Usted coloca especial énfasis en el tema del crecimiento y la economía, pero también ha dicho que si bien la economía ha respondido bien en la actual administración, el impacto sobre la gente ha demorado.

-En la medida en que el crecimiento se vaya traduciendo en empleo, eso indudablemente va ayudando a las personas. Lo importante es que las empresas vayan transformando esta mayor producción en mayor contratación de personas.

En el gobierno anterior del Presidente Piñera, más de 400 mil personas salieron de la pobreza, por año. En el gobierno de la Presidenta Bachelet salieron de la pobreza poco más de 200 mil personas por año. Eso es por una combinación, no solo hay que tener más trabajo, es que también una economía que tiene mejores condiciones, tiene más recursos y también, entonces, si se usan bien y se focalizan, permiten aumentar los recursos para los más pobres. Son las dos cosas juntas. Entonces, cuando alguien dice que "no importa tanto el crecimiento, sino que las políticas sociales", al final es vender humo.

-¿Cómo explica que haya aumentado el porcentaje de la población que no tiene acceso a servicios básicos como agua y baño?

-El aumento nos ha llamado la atención y tenemos que verlo más en detalle. Pero desde 2015 estamos hablando de 850 mil personas que no tienen acceso a agua ni a un baño dentro de la casa. Esta carencia está en el primer lugar de las preocupaciones. Uno de los temas prioritarios que vamos a intentar resolver es este, que tiene muchas complejidades porque está centrado en zonas rurales. Hay mucho de inversión, pero también de creatividad. Es un problema serio que afecta a un grupo relevante de población, más de lo que la gente se imagina. Y sus consecuencias son importantes, porque significa, por un lado, un gasto muy grande para las municipalidades, y, por otro, una dificultad de vida enorme y condiciones de sanidad muy deterioradas para las personas y familias.

-¿Influyen la cantidad de inmigrantes y sus condiciones de vida?

-Es posible, porque pueden vivir en condiciones donde se da esta carencia. Pero antes de esto, antes de este aumento, ya existía el problema. Esto requiere más análisis.

El ministro, eso sí, explica que estas medidas no son solo "una tarea del gobierno, del Estado, del ministerio, sino que de todos los chilenos. Hay que convocar a los mejores, a los que tienen más recursos, el interés y en conjunto con el Estado resolverlo".

-¿Qué relevancia tendrá al respecto el mapa de la vulnerabilidad, que su ministerio está creando para identificar los segmentos de población con más necesidades?

-Pronto lo vamos a presentar, pero básicamente se trata de trabajar en conjunto con los ministerios que tienen la responsabilidad, en la búsqueda de las mejores políticas públicas, las mejores acciones que hacer, en si hay acciones específicas, en convocar y entusiasmar a otras personas. Hay que formar grupos que se encarguen de estas carencias en cada una de las ciudades y las regiones. Debemos tener una acción más decidida y por eso hemos estado preparando, en conjunto con los otros ministerios, con el BID, este mapa de la vulnerabilidad, donde identificamos los problemas y buscamos las fórmulas de hacer un ataque concentrado a los problemas. El resultado de esta encuesta refuerza la necesidad de hacerlo y esperamos presentarlo dentro de las próximas semanas.

A lo que apunta esto es a los grupos vulnerables que están dentro de la pobreza multidimensional. Pero hay otros grupos, que no lo están, pero que también lo son. Como las personas que están en la cárcel. Ellos tienen que tener una posibilidad de rehabilitación. Las cárceles no pueden ser una escuela del delito. ¿Les estamos dando las posibilidades? Eso ya partió. El próximo año tendremos 5 mil reclusos con trabajo, con posibilidades de salir, si ellos lo desean. Hay que tener una economía que se mueva rápido, que dé oportunidades de mejoras, pero hay que preocuparse de quiénes no pueden tomar esas oportunidades. Hemos detectado cada uno de esos grupos.

-¿Qué iniciativas incluirá la presentación del mapa de la vulnerabilidad?

-Se presentarán el mapa, la forma de trabajar y las personas que van a liderar los temas.

-¿Incluyendo a la oposición?

-No miramos las ideas políticas. Lo importante es si tienes interés y capacidades para un tema en particular. Este no es un trabajo político; es de todos los chilenos.

"Cuando hay políticas que no llevan a que haya un crecimiento importante y a que no haya mejores expectativas para el mercado de trabajo, se nota inmediatamente en la pobreza".

"Se dijo que se iba a tener un país menos desigual, eso no sucedió. Y los pobres, lamentablemente, son más pobres".

"En cuanto a los datos, quiero recordar que esta encuesta, en su totalidad, está hecha por el gobierno anterior. Ellos contrataron a las organizaciones que toman los datos y en esto no ha habido crítica. Nosotros no tuvimos participación alguna".

"Cuando alguien dice que "no importa tanto el crecimiento, sino que las políticas sociales", al final es vender humo".

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