Funerales de Estado en Génova por las víctimas del puente derrumbado
domingo, 19 de agosto de 2018
El Mundo y Agencias
Internacional
El Mercurio
En protesta contra el gobierno, la mitad de las familias de los 43 fallecidos no participaron en la homilía, a la que asistieron el Presidente de la República y el Primer Ministro.
Con una ceremonia solemne y emotiva, Italia realizó ayer un funeral de Estado por las víctimas del desplome del puente Morandi en Génova, con la presencia del Presidente de la República, Sergio Mattarella, y del Primer Ministro, Giuseppe Conte. Mientras tanto, equipos de rescate seguían buscando a quienes se cree las últimas personas desaparecidas bajo los escombros. En la madrugada previa a la ceremonia fueron encontrados tres nuevos cuerpos, con lo cual la cifra de muertos aumentó a 43, incluidos tres ciudadanos chilenos. La misa en honor a 19 de las víctimas se realizó en el Centro de Exposiciones y Ferias de la ciudad portuaria del norte de Italia, que fue transformado en una capilla, y estuvo oficiada por el arzobispo de la ciudad, el cardenal Angelo Bagnasco. Los familiares permanecieron junto a los ataúdes, cubiertos con rosas blancas y amarrillas, y banderas de Chile envolvían los tres féretros de las víctimas chilenas. En la homilía, el sacerdote expresó "todo su respeto por quienes no quisieron unos funerales de Estado". Las restantes 20 familias, en señal de protesta contra el gobierno italiano, al que acusan de negligencia en la supervisión de la seguridad del puente de gestión privada, celebraron sus propios servicios privados. "Mi hijo no se convertirá en un número en la lista de muertes causadas por los fracasos italianos, me aseguraré de que haya justicia para él y para los demás: no debemos olvidar", expresó a través de sus redes sociales Roberto Battiloro, padre de una de las víctimas. Mattarella, el Presidente de la República, aseguró que se "verificará con rigor" toda responsabilidad en el colapso del puente. Un tribunal de Génova tratará de establecer exactamente por qué se derrumbó el puente de 51 años, pero expertos dijeron que una posible causa eran los problemas con los tirantes de cable recubiertos de hormigón. El gobierno anunció el viernes que había puesto en marcha la revocación de la concesión de la firma Autostrade per l'Italia -en el tramo donde se halla el puente derrumbado- por incumplir su deber de mantenimiento del viaducto. El Primer Ministro Conte prevé también controlar estrictamente en el futuro las inversiones de las concesionarias de autopistas, que "deberán entender que la infraestructura no es una renta financiera, sino un bien público". La empresa anunció ayer que creará un fondo de al menos 500 millones de euros para la reconstrucción del puente, que podría concretarse en ocho meses, y para los damnificados por el derrumbe, que será gestionado por la municipalidad de Génova.
