Muere Kofi Annan, el hombre que luchó por transformar a las Naciones Unidas
domingo, 19 de agosto de 2018
Javier Méndez Araya
Internacional
El Mercurio
El diplomático ghanés realizó una profunda reforma administrativa, y los expertos destacan que le dio un perfil político al cargo de secretario general. Políticos y autoridades de todo el mundo lamentaron su fallecimiento.
A los 80 años de edad, y producto de una corta enfermedad de la cual no se entregaron detalles, murió ayer en Berna, Suiza, el ex secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, cuyo fallecimiento representa la partida de uno de los diplomáticos más relevantes del último tiempo a nivel mundial. Autoridades y políticos de todo el mundo lamentaron la muerte (ver reacciones), del máximo dirigente de la Organización de Naciones Unidas (ONU) durante dos períodos, entre el 1 enero de 1997 y 31 de diciembre de 2006. Nacido en Kumasi (Ghana) en 1938, Annan reemplazó al egipcio Boutros-Boutros Ghali al frente de la ONU. Fue el séptimo secretario general de la organización fundada en 1945. La visión de Annan fue la de reformar, consolidar y reforzar el papel que juega la ONU como institución universal y columna vertebral en el orden mundial. Aunque con algunas sombras. Toda su carrera la dedicó a Naciones Unidas, donde empezó a escalar en 1962 desde un puesto de funcionario en la Organización Mundial de la Salud (OMS). Eso le permitió conocer el funcionamiento de una estructura compleja. Después trabajó en la Comisión Económica para África, en Addis Abeba, la Fuerza de Emergencia de la ONU en Ismailia (Egipto) y en el Alto Comisariado para los Refugiados, en Ginebra. A la sede de Nueva York llegó en 1987 como vicesecretario general de Gestión de Recursos y Coordinador de Seguridad. Entre 1990 y 1992 ejerció una intensa actividad diplomática tras la invasión de Irak a Kuwait, luego de lo cual fue designado como vicesecretario general para Operaciones de Mantenimiento de Paz y, en 1993, secretario general adjunto. En 1994, el genocidio en Ruanda supuso uno de sus capítulos más oscuros. Las tensiones entre los hutus y los tutsis dejaron entre 800.000 y un millón de muertos. Annan tardó diez años en asumir parte de la responsabilidad. También la masacre de 8.000 musulmanes bosnios en Srebrenica en 1995 -el mayor crimen de guerra en Europa desde la II Guerra Mundial- pesó sobre sus hombros. La pasividad de los cascos azules holandeses que podrían haber evitado el genocidio sumió en una crisis a la ONU, encargada de mantener la paz en la zona. En 1997 inició su mandato como secretario general. Fue entonces cuando emprendió una profunda reforma administrativa de la ONU, con un recorte de mil de los seis mil puestos en la sede neoyorquina, y encabezó delicadas misiones políticas. Derecho a intervenir "Durante su gestión, y gracias a su personalidad, carisma, determinación y temperamento, logró romper con las rigideces que impone la carta fundacional del organismo al cargo de secretario general, hasta el punto de darle un perfil político, lo que molestó a los países más poderosos", dijo a "El Mercurio" Stephen Schlesinger, autor de "Act of Creation" (2003) un estudio de la Conferencia de San Francisco que fundó la ONU en 1945. El experto estadounidense destaca que Annan además logró introducir la idea de que Naciones Unidas "tiene derecho a intervenir en los asuntos internos de los Estados miembros donde ocurra genocidio", lo que dio como resultado que el Consejo de Seguridad "asuma la 'responsabilidad' de proteger"; estableció los Objetivos de Desarrollo Sostenible; inició un proceso de reforma que generó el Fondo para la Democracia y la Agenda de Consolidación de la Paz; reorganizó el Consejo de Derechos Humanos y "revivió a la ONU como un jugador importante en los asuntos mundiales". Luego impulsó los Objetivos del Milenio contra la pobreza, el protocolo de Kioto contra el cambio climático y el fondo para el sida, la tuberculosis y la malaria. "Annan trató así de adaptar la institución a la nueva realidad global", dice Schlesinger. Tras los atentados del 11-S en Estados Unidos, el secretario general promovió las negociaciones para la redacción de una Convención General sobre Terrorismo. Pero también sus años como secretario general tuvieron dificultades. En febrero de 2003 afrontó uno de los momentos más complicados de su carrera cuando intentó convencer, sin éxito, a EE.UU. para que no lanzara una ofensiva militar unilateral contra Irak. Esto provocó una verdadera parálisis institucional y rompió con la unidad global que forjó el atentado del 11-S. La recta final de su mandato fue también la más difícil en lo personal. La gran sombra que persiguió su gestión al frente de la ONU fue el fraude en el Programa Petróleo por Alimentos para Irak, un mecanismo diseñado para ayudar al pueblo iraquí durante los años del embargo y que él mismo negoció con el régimen de Bagdad. El escándalo incluso salpicó a su hijo Kojo. Schlesinger recalca que, pese a todo, su "prestigio moral y su capacidad para negociar" quedaron intactos. "Annan será recordado como uno de los más grandes secretarios generales en la historia de la ONU. Su enorme y aguda comprensión de los asuntos globales, sus cualidades de liderazgo sin paralelo y su diplomacia silenciosa pero persistente marcaron su sello". El actual secretario general de Naciones Unidas, el portugués António Guterrez, dijo ayer que la ONU que dejó Annan es ahora una organización más comprometida con el desarrollo, la lucha contra el cambio climático, los derechos humanos y la paz. "Fue una fuerza para el bien", concluye. ''El mundo pierde a un incansable luchador por la paz". ''Hoy el mundo pierde a quien fuera un promotor de la paz y el diálogo. Extrañaremos su liderazgo y calidad humana". ''Su recuerdo estará siempre en el corazón de los rusos". ''Encarnó la misión de Naciones Unidas como pocos".
SEBASTIÁN PIÑERA PRESIDENTE DE CHILE.
MICHELLE BACHELET EX PRESIDENTA DE CHILE Y NUEVA ALTA COMISIONADA PARA DERECHOS HUMANOS EN LA ONU.
VLADIMIR PUTIN PRESIDENTE DE RUSIA.
BARACK OBAMA EL 27 DE JULIOde 1997, EX MANDATARIO DE EE.UU.
