Partido de los Trabajadores desafía a la justicia e inscribe la candidatura del encarcelado Lula
jueves, 16 de agosto de 2018
JAVIER MÉNDEZ ARAYA
Internacional
El Mercurio
Se estima, sin embargo, que su postulación será vetada por el Tribunal Superior Electoral, apelando a la "Ley de expediente limpio".
Tal como se esperaba, el Partido de los Trabajadores (PT) inscribió oficialmente en el último día de registro la candidatura de su encarcelado líder, el ex Mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, para los comicios presidenciales de octubre próximo, jugándose su futuro en un desafío que pone también a prueba la solidez institucional de Brasil. "¡Lula está registrado y es candidato a Presidente de Brasil!", exclamó la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, al anunciar el cumplimiento de la gestión ante unos diez mil partidarios reunidos frente al Tribunal Superior Electoral (TSE) en Brasilia. El ex alcalde de Sao Paulo y compañero de fórmula de Lula, Fernando Haddad, visto por muchos como su potencial reemplazo, leyó una carta en la que el ex Jefe de Estado (2003-2010) reiteró su inocencia y prometió sacar a Brasil de la crisis económica. "Cada uno de ustedes tendrá que ser Lula haciendo campaña por Brasil, recordando al pueblo que con los gobiernos del PT el pueblo trabajador tuvo más empleo, mejores salarios y mejores condiciones de vida", escribió el líder de la izquierda, que desde abril purga en Curitiba una condena de 12 años de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero al haber aceptado la reforma de un departamento a cambio de favorecer a una empresa en sus tratos con Petrobras. El ex Jefe de Estado tiene varios otros juicios pendientes por la megacausa sobre corrupción política "Lava Jato", una red de sobornos y desvíos desde la estatal Petrobras hacia los partidos. Lula niega todos los cargos y acusa una "persecución política". A su turno, la ex Presidenta Dilma Rousseff, heredera política de Lula, destituida en 2016 por el Congreso por violar normas fiscales, maquillando el déficit presupuestal, denunció a los "golpistas" que al derrocarla pusieron fin a un ciclo de 13 años de gobiernos de izquierda en la mayor economía latinoamericana. "Ellos creían que no íbamos a resistir, pero permanecimos de pie, hemos enfrentado a esos golpistas. Lula es candidato y representa a la democracia en nuestro país", dijo. Se estima, sin embargo, que el TSE desestimará en los próximos días o semanas la candidatura del popular ex Mandatario debido a la "Lei da ficha limpa" ("Ley de expediente limpio"), que impide a un condenado en segunda instancia aspirar a cargos públicos. El TSE tiene como máximo hasta el 17 de septiembre para dar su veredicto, pero el diario O Globo informó que la decisión se tomaría dentro de la segunda quincena de agosto. La presidenta del TSE, Rosa Weber, recordó que cualquier candidatura puede ser invalidada "de oficio", aunque no sea cuestionada por el Ministerio Público o por algún partido. Sin citar por su nombre a Lula, la Procuradora General, Raquel Dodge, pidió ayer que la justicia electoral garantice que aquellos que son "elegibles" puedan competir, pero que se impida que se despilfarren fondos públicos en campañas de aquellos candidatos "inelegibles". El PT insiste en que Lula puede disputar las elecciones aunque sea rechazado por el TSE, "presentando recursos plausibles", y recuerda que, en las municipales de hace dos años, 145 candidatos a alcalde hicieron campaña con sus registros invalidados. Pese a estar preso, el ex Mandatario e ícono de la izquierda latinoamericana sigue siendo a sus 72 años el político más popular de Brasil, en especial en las clases más pobres, que apoyan al antiguo líder sindical por el éxito de los programas sociales de sus dos gobiernos. Según las encuestas, Lula aparece en primer lugar con el 30% de votos, pero en caso de que fuera vetado el favorito es el ultraderechista Jair Bolsonaro (Partido Social Liberal), con el 17% de intención de voto. Lo siguen la ecologista Marina Silva (Red Sustentabilidad REDE), con 13% de apoyo; Ciro Gomes (Partido Democrático Laborista), 8%, y Geraldo Alckmin (Partido de la Social Democracia Brasileña), con 6%. Haddad, quien asumiría como candidato del PT en caso de que el TSE confirme la inhabilitación electoral de Lula, cuenta con menos del 2% de la intención de voto. Para el politólogo David Fleischer, profesor emérito de la Universidad de Brasilia, la candidatura de Lula representa un desafío a la justicia y a la institucionalidad de Brasil, pero "más que eso es una puesta en escena del PT para intentar aprovechar el carisma de Lula". Edson Nunes, analista en Río de Janeiro, aseguró a "El Mercurio" que es un hecho que la postulación de Lula será negada por el Tribunal. "Pero el PT busca que esto demore y que Lula pueda aparecer como candidato por un largo tiempo, como si fuera un Mandela brasileño, un preso político a ser recompensado en las urnas, sea directamente, o que esos votos se transfieran a Haddad". Trece candidatos están inscritos para la primera vuelta electoral del 5 de octubre.
