Fernández gana tiempo en el Senado, pero confesión de ex funcionario complica su caso
jueves, 16 de agosto de 2018
La Nación/GDA/ Agencias
Internacional
El Mercurio
Fracasó la sesión para autorizar el allanamiento de sus propiedades. Sin embargo, la declaración como "arrepentido" del ex kirchnerista Claudio Uberti aumenta la presión.
Cristina Fernández sigue ganando tiempo. Por segunda vez, el Senado argentino no logró iniciar el debate sobre si autoriza o no a la Justicia realizar allanamientos en las propiedades de la ex Presidenta -quien tiene fueros como senadora-, en el marco de las investigaciones del caso de "los cuadernos de las coimas", y la decisión quedó postergada para la próxima semana. El pleno debería haberse celebrado el miércoles de la semana pasada, pero se aplazó porque algunos senadores alegaron no haber tenido tiempo suficiente para leer el documento enviado por el juez Claudio Bonadio, que solicita realizar registros en dos casas de Fernández en la provincia de Santa Cruz y en un departamento en Buenos Aires, el cual -según el relato del chofer Oscar Centeno- fue durante años el supuesto destino de bolsos repletos de dólares pagados por empresarios para adjudicarse obras públicas. Ayer, nuevamente se intentó realizar la sesión; sin embargo, en esta ocasión falló el quórum. Se precisaba la presencia de la mitad más uno de los 72 senadores, pero solo acudieron 36, en una Cámara en la que el peronismo -dividido en diversos sectores, como el kirchnerismo- tiene mayoría pero también diferencias respecto a cómo afrontar la situación de la ex Mandataria. Entre los ausentes estaban la propia Fernández, los integrantes del grupo que la respalda, varios miembros del peronismo y dos del oficialismo que habían informado que estaban de viaje y con licencia médica. "Teníamos la oportunidad de enviar una señal muy fuerte a la sociedad desde la política. Los senadores que no dan quórum cometen un gran error", se lamentó el senador oficialista Luis Naidenoff ante los colegas que esperaban sentados si otros legisladores iban a sumarse. El peronista Miguel Ángel Pichetto también criticó que la sesión no prosperara, al señalar que "el allanamiento es una medida de prueba que no define el rango de responsabilidad (de un sospechoso), y al magistrado no se le puede impedir llevarla adelante en esta investigación". Según dijo la titular del Senado, la oficialista Gabriela Michetti, "como mínimo" hubo seis senadores que, estando en el Palacio Legislativo, decidieron ausentarse del plenario. Finalmente, fijó una nueva sesión el 22 de agosto para tratar el asunto. Fernández asistió este lunes a los tribunales para una indagatoria por este caso, donde presentó tres escritos y se negó a responder preguntas. La ex Presidenta afirmó que las acusaciones por asociación ilícita en su contra son un "disparate", recusó al magistrado Bonadio -a quien calificó como un "juez enemigo"- y aseguró que es víctima de una "persecusión judicial" desde que asumió el poder Mauricio Macri. No obstante, la implicación de Fernández en el supuesto esquema de corrupción, que se sospecha movió más de US$ 200 millones en sobornos durante 10 años, sigue sumando antecedentes, sobre todo con los testimonios de los 12 "arrepentidos" que están colaborando con la Justicia. A este último grupo se sumó en la víspera Claudio Uberti, ex director del Órgano de Control de las Concesiones Viales, quien se convirtió en el primer ex funcionario kirchnerista de jerarquía en acogerse a la figura legal del "imputado colaborador". Uberti se entregó el lunes ante el fiscal Carlos Stornelli -esperó a conocer los argumentos que dio Fernández ante el tribunal- y rindió declaración este martes, quedando excarcelado por su colaboración. Y ayer se conocieron algunos de los antecedentes que aportó a la investigación. Según supo La Nación, Uberti confesó que entre 2003 y 2007 le tocó llevar al ex Presidente Néstor Kirchner los bolsos de dinero que recaudaba en las concesionarias viales, y que hacía esas entregas en el despacho presidencial de la Casa Rosada o en la Quinta de Olivos. Y confirmó que Cristina Fernández no solo sabía del esquema de corrupción, sino que estuvo ahí presente varias veces en las que él dejó bolsos. "Yo tenía que retirar 150.000 dólares por mes de cada una de las concesionarias", dijo Uberti, quien también estuvo involucrado en un escándalo por el ingreso a Buenos Aires de una valija con US$ 800.000 supuestamente enviados por el gobierno de Hugo Chávez para contribuir a la campaña de Fernández en 2007. Según La Nación, no fue solo el contenido de lo que dijo Uberti lo que sorprendió a la Justicia, sino el tono en el que hizo la declaración y los detalles que brindó: habló desde un profundo enojo con quienes fueron sus jefes políticos. Sostuvo que lo maltrataban -incluso habló de golpes-, y recordó alguna vez en la que despertó la ira de Kirchner cuando llevó un bolso con pesos en vez de dólares, lo que provocó que el ex Presidente agarrara a patadas el bulto. Con todo, el ex funcionario dijo que trabajar con Kirchner era un suplicio, pero que con Fernández el vínculo era "mucho peor". AVIÓN PRESIDENCIAL
Sergio Velázquez, ex piloto del Tango 01, relató al juez Claudio Bonadio que transportó bolsos a Santa Cruz para los Kirchner, los que no pasaban por los escáneres e iban directamente a la cabina. No vio dinero, pero dijo que iban llenos y volvían vacíos.
