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Sienten que deben validarse constantemente:

Las videojugadoras resienten la discriminación y hostigamiento que sufren en el mundo virtual

miércoles, 15 de agosto de 2018

Alexis Ibarra O.
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

El 67% dice que ha vivido situaciones de sexismo o acoso, según un estudio hecho en Chile. Lo que más les molesta, confiesan, es que los hombres duden de sus capacidades, que no las quieran como parte de sus equipos o las insulten mandándolas a la cocina.



"Cuando juegas en línea es habitual que jugadores hombres te molesten o te manden a hacerles un sándwich solo por el hecho de ser mujer. Su forma de actuar es bastante agresiva", dice Camila Fias (28), que juega League of Legends (LOL), uno de los más populares videojuegos en línea.

Un estudio realizado en Chile por la Asociación de Mujeres en la Industria de los Videojuegos (MujeresenVG) a 621 jugadoras concluyó que el 67% de las mujeres aficionadas o profesionales de los videojuegos ha sufrido situaciones de discriminación o acoso, mientras que el 79% ha sido testigo de algún episodio con estas características.

"Esta problemática es una de las principales barreras que provoca que las mujeres no se incorporen de forma tranquila y con todo el entusiasmo a esta área", dice Maureen Berho, socióloga y cofundadora de la empresa Niebla Games.

Javiera Sepúlveda es secretaria de MujeresenVG y estudió Diseño de Videojuegos. "Éramos tres mujeres y más de 40 hombres al ingresar a la carrera. El día que entré mis compañeros me interrogaron en grupo para saber si de verdad sabía de videojuegos. Les sorprendía que una mujer se interesara en eso. Es un ambiente en que sientes que tienes que validarte constantemente. Me da la sensación de que los hombres creen que este es un espacio exclusivo para ellos", dice.

"Cosa de hombres".

Efectivamente, una cantidad limitada de mujeres está involucrada en la creación de videojuegos, comenta Carla Vairetti, doctora en Ciencias de la Ingeniería e investigadora de la Facultad de Ingeniería de la U. de los Andes. "Esta situación conduce a una representación equivocada de la mujer, acentuando y exagerando las diferencias de género. Como consumidores debemos fomentar que se abandone la idea de que los videojuegos y las nuevas tecnologías son 'cosa de hombres'", dice.

Según Francisco Pino, profesor de diseño de videojuegos en la UTEM, la industria está consciente de que cada vez hay más mujeres jugando. "Vemos cambios, como juegos en que los personajes femeninos son protagonistas y poderosos. Ya no los piensan para un genero en específico".

Aunque aclara que el gran problema es cultural y se da mayoritariamente en los juegos en línea. "Mis alumnas se quejan de que les hacen comentarios sexistas y las menosprecian. Muchas veces las eliminan de equipos que se forman al azar cuando se dan cuenta de que son mujeres", agrega.

A escondidas

Camila Fias juega con un nick (apodo) y un avatar neutro, que no permite saber si el jugador es hombre o mujer. "Así evito problemas y siento que me tratan de igual a igual", explica.

Es habitual que muchas gamers creen una cuenta asociada a un personaje masculino para evitar ser hostigadas o discriminadas. "Es más cómodo. Pero creo que el camino para mejorar la situación va por que las mujeres se visibilicen más y no se escondan", opina Camila.

"Todo el tiempo te preguntan por qué jugamos o si de verdad nos gustan los videojuegos, y muchas veces son las mismas mujeres las que te cuestionan. Tenemos que estar validándonos constantemente. La razón es que en los videojuegos y en los medios se estableció un estereotipo de la mujer que explota su figura más como modelo que como videojugadora. Por eso se la toma como algo que se ve y no se escucha", dice Francisca Sky, una reconocida gamer y YouTuber.

Según Carlos Araos, doctor en Ciencias de la Información y especialista en Cibersicología de la U. Adolfo Ibáñez, en los ambientes digitales los estereotipos son más rígidos y claramente establecidos. "Se gatilla un imaginario de que los hombres tienen ciertas competencias y habilidades que las mujeres no tienen. Enfrentarse a una mujer en un juego o que ellas sean mejores que ellos no les calza, se sienten inseguros en un ambiente en que ellos quieren tener el control", explica.

Para Karin Oettinger (conocida en el ambiente como LadyKarin), la discriminación era mayor hace algunos años. "Aumentó el número de mujeres jugando y esto provocó un cambio cultural. Si aún queda algo de sexismo es en los segmentos más adolescentes", dice. En su opinión, aún queda por hacer, como "incentivar la creación de equipos mixtos".

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