domingo, 12 de agosto de 2018
Bárbara Vial A.
El_Mercurio
Marcela Cubillos, ministra de Educación. En su primera entrevista a cargo de la cartera de Educación, Cubillos asegura que va a implementar las leyes ya aprobadas en el gobierno anterior, reconoce que las marchas son una forma de "visibilizar" las demandas y dice que su foco estará puesto en un ciento por ciento en la calidad de la educación, como comprometió el Presidente Piñera. Sobre el ex ministro Varela, dice que respeta su trabajo. Aun así reconoce que el tema comunicacional es clave.
El jueves 9 de agosto no fue un día cualquiera para Marcela Cubillos. No solamente porque dejó esa tarde el ministerio del Medio Ambiente y pasó a liderar la cartera de Educación, sino porque ese día su hermano, Felipe Cubillos -quien murió en un accidente aéreo en 2011- estaba de cumpleaños y a quien ella iba a reemplazar en el Mineduc era ni más ni menos que el mejor amigo de su hermano mayor. Entre todas las emociones de ese día, y al final de la ceremonia de cambio de gabinete, se acercó a Gerardo Varela y lo abrazó. Este viernes, la ministra -ex diputada de la UDI y esposa del senador Andrés Allamand (RN)- realiza esta entrevista en la misma oficina que hace solo horas estaba con decenas de fotos del ex ministro Varela y donde ahora solo tiene una caja de vidrio con la maqueta del velero que Felipe Cubillos utilizó para dar la vuelta al mundo. -¿Qué significó para usted reemplazar a Gerardo Varela? -A Gerardo lo conozco por mi hermano desde que ellos estaban en la universidad. Felipe tenía cuatro años más que yo, por lo tanto siempre fue una relación muy cercana con él y sus amigos. Gerardo era uno de sus mejores amigos de la universidad, y fue muy bonito cuando supe que el Presidente también lo había llamado al gabinete en marzo y haber podido trabajar juntos estos meses. Y bueno, ahora reemplazarlo a él. Se nos dieron muchas coincidencias que no tienen nada que ver ni con el cambio de gabinete ni con las funciones que él dejaba o que yo asumía. -¿Cuál es su opinión de Varela? -Respeto muchísimo el trabajo que hizo, la entrega que tuvo estos meses. Gerardo dejó un trabajo iniciado importante en el ministerio, que a mí me toca seguir. -Usted ha dicho que es un desafío entrar a este ministerio, ¿pero, qué la hizo aceptar esta propuesta, que todos los políticos comentan que es un "fusible"? -El Presidente me invitó en marzo a trabajar por Chile y ser parte de su gobierno. Y a eso le dije que sí. Es una responsabilidad y un privilegio poder trabajar por una causa tan justa como la calidad de la educación. Todos los ministerios son difíciles y nunca he actuado en política por cálculos personales sino que siempre, en cada responsabilidad que he estado, he tratado de hacerlo lo mejor posible, de trabajar con responsabilidad, con convicción. -Varios denominan como "moledora de carne" a la cartera de Educación. -Es un gran desafío, pero no lo asumo sola. Lo asumo con un fuerte respaldo del Presidente y de muy buenos subsecretarios y de un equipo del Mineduc que es muy potente y muy bien organizado. -Como representante del gobierno, ¿cree que era necesario este cambio? -En un régimen presidencial el único barómetro de los tiempos apropiados para cambios de gabinete es el del Presidente. -¿Concuerda que la salida de libreto de algunos ministros bajó la popularidad del gobierno? -Yo creo que para todos los que estamos en el gobierno, ha sido un aprendizaje. No solamente en este gobierno. Algunos fuimos ministros, otros fuimos parlamentarios, otros vienen del mundo privado. Para todos es difícil. Es un aprendizaje -¿Pero cree que al final se sustenta que es necesario que los ministros sean más políticos? -En los problemas públicos ya hay consenso que no son de solución 100% técnica o 100% política sino que una combinación de ambos, y lo que el Presidente buscó en su gabinete es una combinación de ambas habilidades y cada uno en su ministerio debe buscar lo mismo: una combinación de habilidades comunicacionales y técnicas. Las soluciones técnicas, pero sin la política, no funcionan. Y la pura política, sin el sustento técnico, tampoco logra reformas de calidad. -¿Qué acento les va a dar usted a las comunicaciones? -La comunicación es parte esencial de la gestión. Y por una razón bien fundamental: el gobierno tiene la responsabilidad de dar a conocer bien lo que hace y los ciudadanos tienen derecho a estar informados de lo que el gobierno hace. -A propósito de la famosa frase del ministro Varela del bingo. ¿Cuál es su diagnóstico sobre el asistencialismo en la sociedad chilena? -El Estado debe tener un rol muy fuerte en materia educacional y, por cierto, también en la infraestructura. Creemos que aparte de ese rol, también tienen que existir comunidades tremendamente comprometidas. Y eso es una combinación de ambos. Es lo que estamos diciendo siempre. Y eso es un estado comprometido, son padres de familia comprometidos, son comunidades comprometidas, son estudiantes, profesores y por lo tanto estamos todos juntos remando en el mismo bote. -¿Cuál es la huella que le gustaría dejar en este ministerio? -Esto no se trata de la gestión de un ministro sino la gestión del gobierno del Presidente Piñera y creo que si en estos cuatro años logramos avanzar en lo que es la esencia de su agenda, que es la calidad de la educación en todos sus niveles vamos a dar un paso importante. Aquí lo que es importante es que los gobiernos no parten de cero, y en Chile se han implementado muchas reformas educacionales. Algunos ponen los ejes en las coberturas. El eje del Presidente Piñera está fuertemente puesto en la calidad. "De mis años como diputada aprendí a escuchar, a dialogar" La nueva ministra del Mineduc es clara: va a buscar acuerdos en el Congreso y reitera en más de una ocasión que el trabajo es en "conjunto". Su cartera deberá sacar adelante los proyectos de ley de gratuidad en los CFT e IP y la derogación del CAE además de implementar las reformas del gobierno de la ex Presidenta Michelle Bachelet. -¿Con qué agenda llega a este ministerio? -Llego con la misma agenda que el Presidente llegó al Gobierno. Me reuní ayer con él antes de jurar y me lo definió en una simple frase: mejorar la calidad en todos los niveles del sistema educacional. Esa es la causa y la misión en materia educacional y solo avanzaremos con el compromiso de todos: estudiantes, profesores, Estado, padres de familia, comunidad. ¿Qué implica en concreto esa agenda? Mejorar la calidad implica poner el foco en el aprendizaje, volver a la sala de clases; aumentar la cobertura de la educación parvularia; fortalecer la educación técnico-profesional. Esto implica modernizar la enseñanza media técnico-profesional para vincularla de mejor modo con la educación superior y el mundo del trabajo. -Sus primeras palabras en este cargo fueron precisamente que quiere trabajar con todos. ¿Cómo pretende relacionarse con el movimiento estudiantil, rectores, sostenedores, entre otros? -De la manera en que aprendí a hacerlo a nivel parlamentario como diputada. En esos años aprendí a escuchar, a dialogar y aprendí también a darme cuenta que los que piensan distinto tienen razones tan poderosas como las mías y que uno tiene que estar abierta a acoger esa postura. La manera de relacionarme ha sido siempre la misma y es la única que conozco, con un diálogo franco, abierto y cercano, y no un monólogo. -¿Cómo responde a las declaraciones que ya han hecho parlamentarios del Frente Amplio o de organizaciones estudiantiles, de que usted es de profesión abogada y no tiene la experiencia en el mundo de la educación? -Espero trabajar bien con todos quienes tienen una vocación en materia educacional. Todas las personas, como los parlamentarios que usted me menciona o las organizaciones estudiantiles, tienen respeto y una vocación por la educación. Compartimos la causa de mejorar la calidad de la educación en todos los niveles y, por lo tanto, espero trabajar muy bien con todos ellos. -Usted habla de los grandes acuerdos, pero en el gobierno pasado solo se logró la reforma tributaria en ese sentido. ¿No es complejo pensar que hoy se puede lograr? -Yo creo que no. La gran crítica que se hacía al gobierno anterior es que dado que tenía votos suficientes en el Congreso no buscó acuerdos que hicieran que sus propias reformas tuvieran más respaldo y legitimidad. Creo que la coyuntura actual de tener la correlación de fuerzas, por así decirlo, más equiparada y con más necesidad de diálogo y de acuerdo, nos obliga a todos a sentarnos a conversar y a sacar reformas que tengan legitimidad y que puedan durar en el tiempo. Y en materia de calidad de educación, lo que uno quisiera es que las reformas que se hacen tengan legitimidad, perduren en el tiempo y no estén cambiándose por mayorías o minorías circunstanciales. -¿Cuál es el modelo en que podría inspirarse como ministra de Educación? ¿Ricardo Lagos, Mariana Aylwin, Bulnes? -Todos tienen algo. Y no solamente ellos, también parlamentarios. -El 2009 usted participó de la promulgación de la Ley General de Educación. En ese entonces la actual senadora de la DC Yasna Provoste era ministra de Educación. ¿Qué espera de ella? -Espero trabajar con todos los parlamentarios, especialmente con los diputados y senadores de la comisión de Educación y aquí creo que se aplica. Yasna Provoste como muchos de los parlamentarios de las comisiones de Educación, del Senado y la Cámara, tanto de oposición como de gobierno, llevan mucho tiempo trabajando en educación. Por lo tanto, hay un respeto por una vocación por la educación que han desarrollado por muchos años. Y todos queremos el mismo objetivo que es mejorar la calidad de la educación. Creo que así como fue necesario en el pasado buscar acuerdos, hoy es igualmente necesario. -Ella fue la primera en poner reparos de carácter constitucional al proyecto de gratuidad en los CFT e IP. -Cuando un gobierno no tiene la mayoría en el Congreso, el esfuerzo de negociar y el de tomar acuerdos lo que puede lograr es contribuir a generar reformas que tengan incluso más legitimidad. Y cuando uno habla de la calidad en la educación, ojalá las reformas que se hagan queden un poco fuera de mayorías-minorías partidistas circunstanciales y podamos hacer reformas que perduren en el tiempo. Por lo tanto, no tener a simple vista los quórums para aprobarla, nos obliga a sentarnos, a dialogar y a encontrar una reforma, que perdure en el tiempo; que tenga legitimidad. Hoy, la coyuntura impone el diálogo y eso va a hacernos sacar reformas mucho más legitimadas y más positivas. Las marchas -Cuando asumió el ex ministro Varela señaló que "el tiempo de las marchas ya pasó. Hoy se quiere ver a los estudiantes en el aula". ¿Coincide? -Las marchas son una forma de expresión. En distintas ocasiones de nuestra historia, las marchas han visibilizado problemas reales que es bueno que estén en nuestra agenda. Creo que ocurrió con los pingüinos el 2006, y creo que ocurrió también hace algunos meses con las mujeres y cómo visibilizaron también la necesidad de un trato igualitario y digno. Hay ciertos problemas que las marchas han contribuido a que estén presentes en la agenda del país. Es nuestra responsabilidad que, como autoridades, podamos anticiparnos. -¿Cómo ve el movimiento estudiantil hoy día? -Hay diversos movimientos estudiantiles. Hay diversas causas que están motivando hoy a los estudiantes. La última manifestación de estudiantes fue la visibilización de la agenda de los derechos de la mujer, y eso también es una causa levantada quizás por muchos estudiantes y fue una agenda que recogió bien el gobierno y la ministra de la Mujer. Yo siento que obviamente en todas las discusiones que estamos teniendo en materia legislativa en el Congreso, en cuanto a gratuidad, a calidad, a implementación de las leyes, obviamente que la opinión del movimiento estudiantil y de las diversas organizaciones estudiantiles va a ser tremendamente importante, como lo es siempre.
