Dólar Obs: $ 948,61 | -0,72% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.242,15
IPC: 0,40%
El camino de Michelle bachelet a Ginebra, bajo la mirada de familiares, amigos y colaboradores

domingo, 12 de agosto de 2018

M. Bakit, N. Guzmán y G. Pardo
El_Mercurio

Revelaciones sobre cómo se pavimentó el regreso de la ex Presidenta a la entidad. En diciembre pasado, el Secretario General António Guterres la telefoneó personalmente para ofrecerle el cargo. El tema, sin embargo, venía rondando de antes, hace casi un año. Se trata de la trastienda de una decisión que, según señala la madre de la ex Presidenta, Ángela Jeria, podría llevarla a la secretaría general de Naciones Unidas.

Fue en agosto del año pasado cuando se empezó a escuchar en pequeños círculos del mundo diplomático que el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Zeid Ra"ad al-Hussein, estaba descontento con los resultados de su trabajo y que no postularía a un segundo período en su cargo. Antes de que formalizara su decisión, en diciembre, en los pasillos de las Naciones Unidas ya había comenzado a sonar una serie de nombres para sucederlo.

Aparecieron cartas como la de la argentina Silvia Fernández de Gurmendi, actual presidenta de la Corte Penal Internacional, y Mils Melzer, relator especial para la Tortura de la ONU.

Sin embargo, a poco andar, un nombre reemplazó al del resto, según testigos, quedando muy temprano como la opción más fuerte en carrera: el de la ex Presidenta Michelle Bachelet. Un nombre ante el que, según dicen, se retiraron varios otros aspirantes. "Esta posibilidad venía perfilándose desde hacía bastante tiempo, casi un año", asevera la ex embajadora de Chile en Ginebra, Marta Maurás.

Como conocedora del aparato de las Naciones Unidas y con perfil político, un aspecto central es no herir sensibilidades ya dañadas por la gestión anterior, marcada por una permanente tensión con el gobierno de Donald Trump, Bachelet era la favorita del secretario general, António Guterres, y de su equipo más cercano.

Según dicen fuentes de Cancillería, Guterres, además, veía en el gobierno de Chile un interés creciente por los asuntos de la entidad desde la época de Ban Ki-moon, manifestado en la activa presencia del país en foros e iniciativas multilaterales y reuniones.

Según explican conocedores de la política de Naciones Unidas, en la medida en que se acercaba el fin del gobierno pasado y el traspaso de mando, el interés de Guterres se acentuó. En diciembre formalizó el ofrecimiento, de acuerdo con el entonces canciller Heraldo Muñoz. Por esos días, los ex embajadores Cristián Barros (ONU) y Maurás coinciden en decir que comenzaron a recibir cada vez más preguntas de otros representantes y especialmente de integrantes de la secretaría general.

Monitoreo del gobierno

Ya durante la campaña presidencial, en el comando de Sebastián Piñera se pensaba que Bachelet tenía grandes posibilidades de asumir un cargo internacional, luego de que la Nueva Mayoría dejara el poder.

De hecho, en febrero y marzo se comentaba, en específico, que el nombre de la Presidenta saliente sonaba en dos instituciones. La Organización Internacional del Migrante y precisamente el cargo de Alta Comisionada. La idea, sin embargo, se descartó poco después con los otros cargos que Bachelet aceptó -ninguno a tiempo completo- y el anuncio de la nueva fundación Horizonte Ciudadano.

Cuando esta semana en Cancillería se enteraron de que Bachelet había aceptado -a través de vías diplomáticas, luego de una reunión de la subsecretaria Amina Mohammed con algunos embajadores-, hubo sorpresa.

Lo mismo, entre sus ex colaboradores, algunos de los cuales formaban parte de la fundación. Su presidenta, Valentina Quiroga, había sido designada hace pocos días.

En diversos círculos internacionales y nacionales consideran que Bachelet podría llegar a convertirse en una opción para suceder a António Guterres en 2021. Una de las razones es porque su nombre ya se había mencionado en la elección anterior y porque en las conversaciones de Naciones Unidas se ha instalado la posibilidad de elegir a una mujer -o a algún representante de América Latina- en el próximo período. El cargo de Alta Comisionada es considerado, además, como una de las plazas con mayor visibilidad de la ONU.

Cerca de1.300 personas trabajan enla oficinade la Alta Comisionada, que está presente en 67 países en todo el mundo y tiene su sede en Ginebra, Suiza. La oficina de Bachelet estará en el Palacio Wilson, edificio de cinco plantasy 225 habitaciones construido originalmente entre 1873y 1875.

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia