"Tengo un apellido difícil de retener. En las campañas uso más el nombre"

domingo, 12 de agosto de 2018
Vlado Mirosevic, diputado Partido Liberal y miembro del Frente Amplio
Reportajes
El Mercurio

-¿Qué significa Vlado?

-Un croata de mucha edad me lo dijo. Significa "el que gobierna en paz". Algo así como un demócrata. Lo supe hace poco.

-¿Conoce a algún tocayo?

-No conozco a nadie con este nombre, en Chile estoy más solo que un dedo.

-Y en cuánto al apellido, ¿por qué se lo cambió?

-No me lo cambié yo. Cuando era pequeño, mis padres decidieron que junto a mis hermanos lleváramos el apellido materno primero. Mi viejo me decía que era una ley machista lo contrario... con el tiempo lo entendí.

-¿Cree que el apellido lo ha ayudado a ser más reconocido a nivel masivo?

-Más bien lo contrario. Tengo un apellido difícil de retener. En las campañas uso más el nombre que el apellido. Vlado es más fácil.

-¿Es pariente de Milovan Mirosevic?

Sí, es mi primo hermano.

-¿Le dio pena cuando Croacia perdió la final?

-Mucha. Pero también me dio orgullo el hecho de que todo el mundo ponía sus ojos en Croacia, el país de mi abuelo. Un país pequeño, que hace dos décadas era noticia por sus guerras, hoy ha salido adelante.

-Usted estuvo en el anterior período parlamentario con Gabriel Boric y Giorgio Jackson. Aparentemente, se coordinaron bien. ¿Cuánto cree que ha cambiado eso ahora que son 17 los diputados del Frente Amplio?

-Con Giorgio y Gabriel nos entendíamos bien en el período pasado. Jugábamos de memoria en la mayoría de los temas y en otros respetábamos nuestras diferencias. Ahora, en una bancada de 20 diputados, cambia la cosa, pero espero que logremos una coordinación similar.

-¿No considera que están más desordenados?

-Más que desordenados, somos menos uniformes, lo cual no es necesariamente malo. Recuerden que la Concertación tuvo 17 partidos en sus inicios.

-¿Qué hay de su relación con el Dalai Lama?

-El 2015 me invitó a visitarlo en su casa en Dharamsala, India. Fue un encuentro maravilloso, donde el tema central fue la ética secular, es decir, aquellos valores laicos que son transversales y anteriores a las religiones. Luego de ese encuentro iniciamos una relación con el gobierno del Tíbet y tenemos un bonito proyecto sobre educación experimental en Arica.

-¿Se ve como senador por su región en un futuro próximo?

-Ni idea. Pero ya que insiste... jajaja. La verdad no sabría decirle qué me depara el futuro.

-¿Se considera bueno para la pelota?

-No soy ñurdo, pero estoy lejos de ser bueno para la pelota. Juego, le pongo empeño, pero mi fútbol es mediocre. Digamos que comparado con mi primo, soy una vergüenza familiar.

-¿Qué equipo le gusta?

-San Marcos de Arica en las buenas y en las malas, aunque tengo poco tiempo para ir al estadio.

-¿Cree que Beatriz Sánchez va a ser la próxima candidata presidencial del Frente Amplio o ve a otra persona en ese rol?

-Bea tiene todas las condiciones para serlo.

-En el período anterior destacó por su proyecto de rebajar la dieta parlamentaria a la mitad. ¿Es ahora la eutanasia su proyecto más simbólico?

-Despenalizar la eutanasia está en el programa del Partido Liberal y por eso presenté la ley en el año 2014. Esto se trata de consagrar las libertades individuales y que sea cada chileno, puesto en esas circunstancias extremas, quien tome la decisión frente a su conciencia. Además de liberal, este un proyecto por la compasión.

-¿Es usted ateo?

-No. Más bien soy librepensador. Ateo sería mucho decir. No tengo y no pretendo tener una respuesta fija o acabada sobre lo misterioso de la vida. Más bien tengo preguntas y una búsqueda permanente.

-Usted fue director del medio de comunicación "El Morrocotudo". Me imagino que alude con eso al Morro de Arica, pero ¿lo inspiró también el frecuente uso de ese término por parte de Sergio Livingstone?

-No solo nos inspiró, a don Sergio se la copiamos... jajaja.

-¿En qué quedó su amistad con Fernando Flores? ¿Han vuelto a hablar?

-Fernando fue mi profesor, me ayudó muchísimo en mi formación y guardo un gran agradecimiento por eso, más allá de las diferencias políticas que nos distanciaron en su momento.

No soy ateo. Más bien soy librepensador. No tengo y no pretendo tener una respuesta fija o acabada sobre lo misterioso de la vida. Más bien tengo preguntas y una búsqueda permanente.