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Visita internacional Hijo de Celedonio Romero:

Pepe Romero: una leyenda de la guitarra aterriza en el Municipal de Santiago

domingo, 12 de agosto de 2018

Maureen Lennon Zaninovic
Música
El Mercurio

El instrumentista español habla de su debut en el teatro de Agustinas el próximo 23 de agosto, de sus influencias y su destacada carrera docente. "El consejo a los jóvenes es que busquen la belleza y toquen con amor", señala.



"Lo que me marcó fue el grandísimo arte de mi padre y el haberlo podido escuchar desde que nací. El día que falleció me dijo 'cuando tú naciste, te recibí con una guitarra, y esta noche quiero que toques para que mi alma suba al cielo'".

El legendario guitarrista español Pepe Romero (1944), quien el 23 de agosto realizará su debut en el Municipal de Santiago como invitado estelar del abono Espectáculos Extraordinarios, revela con emotivas palabras -a través de un contacto telefónico desde Granada- el enorme influjo que tuvo su progenitor en su vocación artística.

"La manera en que mi padre selló su amor por la guitarra era algo único. Su manera de sentir la poesía en la vida cotidiana y de amar tan profundamente la música fue su legado más importante. Tuve la suerte de habitar en una casa que recibía constantemente a grandes músicos, poetas y pintores. El arte se transformó, desde muy pequeño, en un modo de vivir", añade Pepe Romero y continúa con los recuerdos. "En España todavía es muy común tomarse una siesta. Cuando mi papá estaba vivo, nos tumbábamos en el suelo, completamente rectos, y nos pasábamos un largo tiempo escuchando música: una sinfonía de Beethoven, de Brahms, canciones de Schubert o una ópera completa. Esa experiencia fue inolvidable y me marcó de manera profunda", dice.

La impecable trayectoria de este instrumentista nacido en Málaga no deja de sorprender: ha actuado con las mejores orquestas y directores del mundo (entre otras la Academy of St. Martín in the Fields), tiene una brillante carrera solista y de cámara, y ha grabado más de 60 discos. Hijo del célebre guitarrista Celedonio Romero (1913-1996), junto con sus hermanos Celín y Ángel, dio vida al cuarteto de guitarras "Los Romeros", de fama mundial.

"Fue el primer cuarteto formal de guitarra clásica que hubo en España y tuvimos el privilegio de que los más importantes compositores de nuestro tiempo -entre otros Federico Moreno Torroba y Joaquín Rodrigo- compusieran para nosotros. Compartir con mi familia más cercana esta pasión por la música es una maravilla. Mi hijo Pepe es guitarrero ( luthier ) y también lo es mi nieto Bernardo. Ellos transforman los cipreses de España, los cedros de Canadá o los grandes pinos en instrumentos. Para mí es muy conmovedor ver el trabajo de mi hijo y de mi nieto, ver cómo consiguen que la madera cante", explica este artista que en 2016 tuvo su estreno en nuestro país. En el Teatro de la Universidad de Chile se presentó junto a la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, bajo la dirección de François López-Ferrer. Tras ese debut Jaime Donoso, crítico de "El Mercurio", escribió elogiosamente que "contar con la presencia de una leyenda viva fue un privilegio. Su interpretación del popularísimo Concierto de Aranjuez, de Rodrigo, una vez más demostró su arte mundialmente reconocido".

Sobre ese debut, el guitarrista hispano recuerda que "fue una experiencia imborrable. A François López-Ferrer lo conozco desde que era un bebé. Fui íntimo amigo de su padre: el director de orquesta Jesús López-Cobos (falleció en marzo de este año). Además tengo un amigo del alma que es chileno: el doctor Gabriel Garzo. Somos verdaderamente como hermanos. Él alquiló una furgoneta y nos llevó a mí y a mi esposa a recorrer prácticamente todo este país que me fascinó por la diversidad de sus paisajes", comenta.

Sobre su vínculo con Joaquín Rodrigo (1901-1999) adelanta que su padre -quien a su vez fue discípulo de Joaquín Turina- y hermanos tuvieron una relación muy íntima, al igual que con Federico Moreno Torroba (1891-1982). "Pero Rodrigo fue un miembro más de nuestra familia. Pasé mucho tiempo con él, en vacaciones y en la vida diaria. Lo vi componer, trabajé mucho en muchas de sus obras y estrené tres de sus cinco conciertos para Guitarra y Orquesta", advierte Pepe Romero.

La comunicación de dos almas

Justamente una de las obras que presentará en el teatro de Agustinas es de este célebre compositor: "Invocación y danza". Según el guitarrista, se trata de un homenaje a Manuel de Falla. "Es parte de la historia de 'El amor brujo', es decir, la comunicación entre este mundo y el de los muertos. La obra empieza con unos armónicos que representan unas campanas que se tocan para recordar a los seres fallecidos. Esos sonidos llevan a Joaquín Rodrigo a pensar que Manuel de Falla ya no está con nosotros y reflexiona en torno a su música. Esta pieza es una síntesis de dos almas: la de Rodrigo, que está viva, y la Manuel de Falla, desde el otro mundo. Las dos almas crean una danza, una sección melódica bellísima. 'Invocación y danza' es obra muy profunda". Pepe Romero también se explaya en otro de los títulos del programa: "Nocturno" de Federico Moreno Torroba. "Es una creación lenta, pero de una belleza enorme. Empieza con unos acordes que representan las campanas del reloj de su casa. La música nos traslada al hogar de Federico: está dormido, entra una brisa de verano y se despierta a las dos de la mañana. Ve a su esposa dormida y empieza a pensar en lo profundamente que la ama -ese pensamiento cariñoso se expresa en unas melodías lindísima y tiernas- hasta que vuelve a sonar otra vez el reloj y son las cinco de la mañana. Hay cinco campanadas y los dos están unidos ya no en la realidad, sino en el sueño".

El repertorio también incorpora obras de Fernando Sor ("Variaciones sobre 'La flauta mágica'"), Joaquín Turina ("Fantasía Sevillana") y una sección de transcripciones para guitarra de su padre Celedonio Romero para tres suites de Bach, para "Álbum para la juventud" de Schumann, "Drei Deutsche Tänze" de Schubert y el Waltz, Op. 39, N° 15 de Brahms. Junto con ello abordará una obra original de su progenitor ("Suite Andaluza"). "Me la escribió cuando aún yo era un niño. Pasa por distintos estilos: soleares, alegrías, tango y el zapateado que es un típico baile flamenco. Es una obra de guitarra clásica pero anclada en el flamenco y termina con una fantasía cubana: un homenaje a ese país ya que mi padre pasó, por el trabajo de mi abuelo arquitecto, sus primeros años de vida en Cuba", concluye Pepe Romero.

-Se ha insistido mucho que dentro de sus influencias está el flamenco. ¿Qué le atrae?

"¡Es una música maravillosa! Es una música que expresa toda la historia de lo que ha sido Andalucía y de las diferentes razas que la han habitado a los largo de la historia. Cientos de años con influencias árabes, judías, gitanas y castellanas. De ahí nace el flamenco, que nos canta de una profunda tristeza, pero también de un profundo amor por la tierra y por la belleza de Andalucía".

-Usted también se ha dedicado ampliamente a la docencia. ¿Qué aconsejaría a las nuevas generaciones de guitarristas?

"Tienen pensar en lo que sienten, en el sentimiento de la música, y alejarse del ego, que por supuesto es difícil de hacer. Hay que ponerse al servicio de la música. Lo importante es la esencia de la música que se está haciendo y concentrarte en ella. Y antes de salir a tocar, dedicarse de manera muy profunda a este oficio. El consejo a los jóvenes es que busquen su camino y toquen con amor, que busquen la belleza. La velocidad no es sinónimo de hacer las cosas bien. Si uno se obsesiona en el virtuosismo, se atropella y no habrá un buen resultado. El virtuosismo es la fruta final de un largo trabajo y en esta carrera uno no puede pensar solo en la fruta. Tienes que cuidar el árbol".

PROGRAMARSE
Pepe Romero en concierto
Municipal de Santiago
Jueves 23 de agosto, a las 19:00 horas
Entradas desde $3.000 a $32.000
Más información en Municipal.cl

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