Un pesticida agrícola que, según los ecologistas, puede dañar el sistema nervioso de campesinos y consumidores, podría tener sus días contados en Estados Unidos. Una corte de apelaciones ordenó a la Agencia para la Protección Ambiental (EPA) de ese país que prohíba el uso de clorpirifós en los próximos 60 días. La medida supone un golpe a las políticas del Presidente Donald Trump, que rechazaban limitar su empleo. La EPA ya había prohibido en 2000 el uso dentro de viviendas de este pesticida, fabricado por Dow Chemical y conocido por el nombre comercial de Lorsban, por ser demasiado tóxico para los niños. Pero se mantuvo su empleo como pesticida agrícola para matar insectos en cítricos y otras frutas.