El presidente de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet), Dante Arrigoni, se refirió al anuncio de la productora de elementos de grifería chilena Nibsa, que el miércoles decidió finalizar la producción de su planta en San Joaquín.
"Los efectos sociales de este proceso de desindustrialización han sido enormes porque esta reducción del 33% de la industria en 22 años, ha significado la pérdida potencial de 250.000 empleos de calidad para la clase media", dijo el presidente del gremio industrial.
Además enfatizó que como gremio,"hemos hecho llamados insistentes a las autoridades sobre esta pérdida progresiva de competitividad, y en muchas situaciones por competencias desleales, y principalmente por la ausencia de Políticas Públicas, que fomenten el necesario cambio tecnológico hacia la Industria 4.0”.
Nibsa informó el miércoles, que su decisión dará origen a la desvinculación aproximada de 130 empleados.