Más de US$ 300 millones pagaría el fondo de inversión Southern Cross para quedarse con el 100% de la propiedad de las cadenas de supermercados del sur del país Muñoz Hermanos (fundada por la empresaria Laura Muñoz), Bigger (ligada a la familia Bayelle) y Keymarket (de Víctor Repetto).
Actualmente, el fondo ligado a Norberto Morita y Raúl Sotomayor se encuentra en un proceso de due dilligence (revisión contable) con los actuales controladores de las cadenas de supermercados.
Fuentes ligadas a las negociaciones comentaron que existen cláusulas que les impiden a los vendedores sentarse a conversar simultáneamente con otro operador de supermercado.
Un hecho no menor es que el fondo de inversión ingresaría al negocio supermercadista como líder entre la Región del Biobío y de los Lagos, con una facturación que supera, sumando todas las operaciones, los US$ 700 millones al año.
En todo caso, la idea de la firma es alcanzar una mayor presencia a nivel nacional rápidamente, para lo cual estaría ad portas de comprar una cuarta cadena, ahora en el norte. En vista estarían las iquiqueñas Rossi y Palmira. Esta última tendría una oferta concreta de la sociedad SMU, compañía ligada
a las familias Saieh y Rendic y al empresario Enrique Bravo, que controlan las cadenas Unimarc y Deca, entre otras.
Las adquisiciones quedarían selladas en el transcurso de esta semana o, a más tardar, antes del 10 del presente mes, dijeron a este medio fuentes ligadas a los vendedores.
Con presencia en Temuco, la cadena de supermercados Muñoz Hermanos factura al año US$ 80 millones; Bigger, líder en la Región de los Lagos, vende anualmente US$ 220 millones, mientras que Keymarket supera los US$ 400 millones en la zona del Biobío.
Comprar-vender
La estrategia del grupo ligado a Morita y Sotomayor ha sido comprar barato, arreglar y vender. Así lo hicieron con La Polar y la sanitaria Essbio.
Hace casi 10 años, la multitienda estaba al borde de la quiebra. Southern le pagó más de $16 mil millones de la época a la familia Paz. No se quedaron ahí. Un día después de que se declarara nula la quiebra de La Polar (el 28 de enero de 1999), compró CM Prat a la familia Platovsky.