Anita Holuigue "Siempre trato de mirar las cosas desde afuera"
martes, 07 de agosto de 2018
Por Sofía Beuchat
Oficina con vista
El Mercurio
1 Tuve una madre exigente, aguda y culta , y un padre profesionalmente realizado, que en la oficina dirigía, pero en la casa abrazaba, comprendía, se hacía cómplice y te llevaba en brazos. Conversaba con todos por igual sin importar su condición o ideas y la injusticia le producía desasosiego. De esa mezcolanza salimos los tres hermanos. 2 Desde chica quise ser arquitecta, como mi mamá, pero en cuarto medio concluí que eso no tenía nada que ver con mis gustos ni mis capacidades. Casi por descarte, pensé en economía. Los primeros años de vida profesional los dediqué a la docencia y a los estudios; con el tiempo me fui abriendo a áreas diferentes. Pero los años estudiando y luego enseñando economía marcan una forma de analizar y abordar los temas que está ahí, hagas lo que hagas. 3 A los 20 años, Jorge Claro me enseñó a trabajar pensando. A los 30, Felipe Berríos me mostró de qué se trata trabajar por otros. Pero de cada persona con la que he trabajado, he aprendido. Me enseñaron a trabajar con propósitos grandes, buscando oportunidades, aprendiendo de los errores, favoreciendo el debate, escuchando a todos y acompañando en los problemas personales. 4 Hasta hace poco, los directorios eran espacios reservados para hombres, los que se mantenían por décadas en sus sillones de cuero, tan cómodos. Se entiende la resistencia a cambiar algo que resulta natural. La incorporación de mujeres en ese nivel de toma de decisiones ha sido en nuestro país un proceso impulsado desde afuera, desde la necesidad de acercarse a los estándares OCDE hasta la presión ejercida por grupos de la sociedad civil. Pero, una vez instaladas las mujeres en la mesa, no hay organización en que ello no sea valorado y aplaudido, por estar acorde a los tiempos y porque el aporte femenino es evidente. 5 He tenido la oportunidad, o tal vez la he construido, de estar en mundos diversos. Me gusta conversar con personas en las que vas descubriendo un punto de vista original; propiciar encuentros en los que puedes contrastar ideas. Agradezco tener amigas y amigos con sensibilidades políticas, historias de vida y edades diferentes entre sí. Creo que eso me ha ayudado a leer, o a olfatear, mejor. 6 He sido afortunada en mi camino laboral, pero en cada trabajo hay que sortear complejidades. El ejercicio que siempre hago es tratar de mirar desde afuera, con distancia, para discernir qué es importante y qué no, para no darse vueltas en redondo sin avanzar y no enamorarse de las ideas propias. 7 Las mayores tuvimos que validarnos en un mundo masculino, lo que no tienen que hacer las que están comenzando. Les estamos dejando algo más despejado el camino. Las más jóvenes llegan a un mundo muchísimo más competitivo y también más incierto. 9 Muchas experiencias vitales me han marcado para convertirme en la mujer que soy hoy. La familia en que nací, el colegio y la universidad. Las amigas y amigos de toda la vida y los que aparecen en el camino. Veinte años de radio. Veinte años en Techo. Los amores, el matrimonio, la maternidad, la separación, un nuevo matrimonio, la familia que se extiende y donde cada uno va encontrando su lugar. La muerte inesperada que arrasa con todo. La nueva vida en mis nietos.*
