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Editorial Ricaaventura:

Rescatan publicación centenaria que buscaba inversores para el salitre

lunes, 30 de julio de 2018

Romina de la Sotta Donoso
Cultura
El Mercurio

El proyecto recupera un valioso documento histórico que describió hace un siglo a nuestro norte, la "alta sociedad" de Antofagasta e Iquique y los más exitosos comerciantes.



En 1915 fue impreso en Londres el libro monumental de 568 páginas "Twentieth Century Impressions of Chile". Su editor, Reginald Lloyd, reunió crónicas, ilustraciones y mapas que destacaban los mayores atractivos comerciales del país con un solo objetivo: capturar inversionistas dispuestos a capitalizar aquí sus fortunas.

Guillermo Burgos Cuthbert, director de la Editorial Ricaaventura, editó hace un año el capítulo referido a Valparaíso. "La recepción fue increíblemente buena. Lo que más le gustó a la gente son los datos inéditos, las cosas que no encuentras en ninguna otra parte porque no son ni historia ni copuchas. Por ejemplo, que tal señor construyó un edificio que has mirado cien veces sin saberlo, o quién era socio de quién, porque es pura gente importante de la época", dice.

Y ahora ofrece la segunda entrega de la colección: "La región del Salitre. Impresiones de la República de Chile en el siglo XX" tiene 90 páginas y 250 fotografías históricas. El volumen cuesta $14 mil, en www.ricaaventura.cl y Paisajes de Chile (Pueblo del Inglés), además de Antártica y Feria Chilena del Libro.

La edición es facsimilar, así que se conserva el singular tono utilizado para destacar el pujante comercio y las nuevas fortunas que generó el nitrato.

El mensaje, a juicio del editor, es "¡Hey, acá está lleno de oportunidades!".

"Es fantástico irse encontrando con los nombres de las personas que conformaban las sociedades para explotar el salitre, esa información está perdida, habría que ir a los archivos en Londres para buscar de quién era la compañía tal o cual, y estos nombres, además, están puestos en contexto", destaca Burgos.

"Es un retrato comercial y una reseña de las empresas de la época, destacándose sobre todo el extraordinario poder que entonces tenían los ingleses", asegura.

"Lo primero que llama la atención es la gran cantidad de británicos que estaban metidos en este tipo de negocios, no cabe ninguna duda de que ellos como promotores de la revolución industrial se encargaron de colocar todos sus productos en todas partes del mundo. Instalaban las locomotoras, por ejemplo, e inmediatamente traían los rieles y el carbón, o sea, ofrecían el paquete completo", comenta.

En el caso del salitre, aclara, "las sociedades son pequeñas e incluso individuales; los directorios estaban en Londres, las sucursales en Valparaíso y desde ahí se mandaban las órdenes al norte".

De hecho, de las 167 oficinas salitreras que operaban en 1913, 61 eran inglesas.

"Las personas a las que mandaban a hacerse cargo de las oficinas y sociedades salitreras eran ingleses y escoceses que habían hecho carrera en Londres y estaban acostumbrados a los paisajes verdes y lluviosos. Debe haber sido brutal para ellos llegar a Iquique, por ejemplo, y ver puros cerros", asegura el editor.

Y de hecho, describen la naturaleza de la "región salitrera" con un tono amargo: "un enorme desierto, dotado de trágica belleza, que sobrecoge el ánimo del que lo contempla por su terrible aridez y desolación".

Asimismo, se asegura que las faenas del nitrato son "una lucha penosa y monótona para arrancar al suelo sus riquezas" y que cuando se termina la jornada y "se divisa un grupo de cabañas hacinadas a la sombra de unos cuantos árboles raquíticos, el viajero experimenta una sensación de inefable consuelo que solo pueden comprender los que en tal caso se han visto".

El libro es generoso en cifras de inversiones, productividad y emprendimientos, y detalla toda la tecnología de punta que se utilizaba, así como los beneficios que depararía el negocio durante décadas. "Claro que ello depende", aclaran, "de que la ciencia no llegue a obtener el nitrato de una manera sintética".

La publicación, además, funciona como un quién es quién del salitre: se reseñan 56 personas y sociedades comerciales de Antofagasta, Tal Tal, Tocopilla e Iquique, así como 10 bancos y 23 oficinas y compañías salitreras.

Hay muchísimas curiosidades, como el gran avance que significó para Iquique la instalación de la compañía The Tarapacá Water Works, porque antes consumían "agua condensada", así como el misterioso uso como combustible de la yareta, "excrecencias de una especie de hongo que se corta con hachas". Igualmente, se advierte al viajero que en Antofagasta podrá alojarse en uno de los 41 dormitorios que tiene en su segundo piso el Gran Hotel Londres, y divertirse en el primer piso, que cuenta con "un espacioso comedor y el más amplio bar de la costa del Pacífico".

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