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Felipe Irarrázabal, fiscal nacional económico, en la hora del adiós:

"Empresarios que han visto nacer un mercado tienden a hacerse dueños de ese mercado. Y ahí está la función de la fiscalía, de decir que no (...). Nos pertenece a todos"

domingo, 29 de julio de 2018

Azucena González y Nicolás Durante
Economía y Negocios Domingo
El Mercurio

En una semana más, el persecutor de las infracciones a la libre competencia dejará su cargo, tras cumplir dos períodos y ocho años al mando de la FNE. El 15 de agosto estará instalado en la Universidad de Stanford, para escribir un libro sobre libre competencia. Aquí, en su última entrevista como fiscal, hace un balance de su gestión y desclasifica episodios de máxima tensión.



Un total de 34 requerimientos -incluida la reciente denuncia contra el "cartel del fuego"-, 6 delaciones compensadas, 19 consultas, 37 acuerdos extrajudiciales, y 203 actuaciones. Estos son solo algunos de los números en que puede resumirse la gestión de Felipe Irarrázabal a cargo de la Fiscalía Nacional Económica (FNE).

Irarrázabal -52 años, ex alumno del Saint George, abogado de la Universidad de Chile y master de la Universidad de Yale- está a cinco días de dejar su cargo en el organismo persecutor de las infracciones en libre competencia. Tomó el cargo a inicios de 2010, y este viernes 3 de agosto será su último día de trabajo. El lunes 6 ya no será fiscal.

Aunque hubo un interés manifiesto del Gobierno de que permaneciera en el cargo por un tercer período -una vez terminado su período y con un fiscal subrogante instalado, podría haber participado del concurso público-, Irarrázabal no tomó ese camino.

"La alternancia es un valor. Creo que el espíritu de la ley, en el sentido de que es un cargo que puede ser renovado una sola vez, tiene cierta fuerza. La ley está dando a entender que la alternancia es positiva, y yo lo creo", explica respecto de su decisión, resaltando que se va satisfecho, con objetivos cumplidos, y dejando un modelo de trabajo en la FNE y un equipo de trabajo en que se preocuparon de reclutar talento joven, abogados y economistas.

-¿A qué se va a dedicar ahora?

"Les cuento mi proyecto. Me estoy yendo con mi familia a vivir a Stanford, a la universidad, por siete meses. Es un sacrificio de mi familia. Lo que pretendo hacer en Stanford son básicamente dos cosas. Primero, escribir un libro sobre los principios de la libre competencia. Es un libro que falta, no solo en Chile, sino que en Latinoamérica. Un libro más general, que pudiese ser utilizado académicamente, y también por ejecutivos y directores (...). Quiero hacer algo muy distinto a lo que he hecho en estos últimos ocho años. Hacer una abstracción y escribir de una manera más amplia, lo más sencillo y claro posible".

La idea del fiscal -para la cual aún no hay editorial ni nombre del texto- es que sea un texto con los grandes principios de la libre competencia. "La diferencia entre lo que son carteles, cuáles son las conductas típicas que se ven en abusos de posición dominante y cuáles son los requisitos. Entonces, tiene teoría, con precisiones. Pretendo que sea un libro más generalista. Tengo las ganas de hacerlo, de encerrarme a investigar, a estudiar, a pensar, y hacer el proceso de inducción. A propósito de todas las experiencias concretas recogidas en un cargo como este, ver si puedo destilar hacia arriba", detalla, pensando en que si bien estos libros existen en Europa y en Estados Unidos, en América Latina no los hay, de este estilo, "así, general, sobre los principios".

Irarrázabal cuenta que escogió Stanford, un programa de visiting scholar , para personas seniors , es decir, que han tenido un cargo público, o jueces seniors o profesores de otras universidades. Se postula y se presenta un proyecto. "Postulé a Stanford porque mi segundo objetivo es tratar de entender un poco más la economía digital y las consecuencias que tiene en materia de libre competencia", agrega.

El programa es por siete meses -parte el 15 de agosto-, extensibles si desea, y que coincide con el período de seis meses de bloqueo de participar en temas de libre competencia, tras su cargo en la FNE.

-Después, ¿cuál es su idea? ¿Volver a un estudio de abogados?

"Quiero hacer este visiting scholar , me hace ilusión, en el sentido de volver a tener la tranquilidad de estudiar. Y ahí también voy a pensar qué quiero hacer profesionalmente. No tengo ningún compromiso".

- Pero sí invitaciones. Me imagino, por ejemplo, en el estudio PPU, volver al estudio histórico del que fue socio y su abuelo, uno de sus fundadores.

"He sido bien cuidadoso. No tengo compromisos, no he conversado (...). No tengo ninguna oferta concreta ni de ese ni de otro estudio".

- Otra de las especulaciones es la posibilidad de hacer algo con Ramiro Mendoza, que también es un ex Philippi, que pudieran hacer algo en conjunto.

"Tengo la mejor opinión de Ramiro Mendoza y de mucha otra gente, pero yo no tengo nada concreto ni nada hablado".

Aunque el fiscal no tiene injerencia en la selección del sucesor -de una terna elegida por el sistema ADP, escoge el Presidente de la República-, cree que tiene que ser una persona que tenga experiencia práctica en temas de libre competencia.

-¿El subfiscal Mario Ybar podría tener ventaja debido a su conocimiento de la materia? ¿Darle continuidad?

"Mario es una excelente opción, es una persona que conoce muy bien, de adentro, la fiscalía. Ha hecho una carrera en la FNE, estudió afuera y ha vuelto. Pero de nuevo, yo no tengo injerencia y tampoco podría tenerla".

-¿Y de los otros nombres que han surgido? Lorena Pavic, Nicole Nehme, Tomás Menchaca, Ricardo Riesco...

"Todos los nombres que usted me ha dado son gente muy reconocida, excelentes abogados, los conozco, son excelentes personas. Pueden ser también excelentes opciones".

La independencia: "Las investigaciones que hacemos no son conocidas por el Ejecutivo"

Tras sus ocho años de gestión -asumió la FNE en abril de 2010, y estuvo a cargo del organismo durante el primer gobierno de Piñera y el segundo de Bachelet-, la FNE tuvo un rol protagónico en aplicar las dos grandes reformas al sistema de libre competencia, desde que en 2004 se creó el TDLC. Primero, la de 2009, que introdujo la delación compensada y las facultades intrusivas de la FNE. Y la de 2016, que, entre otros temas, estableció el control obligatorio de fusiones y un nuevo sistema de sanciones.

De su período al mando de la fiscalía, las multas a beneficio fiscal cursadas por el sistema de libre competencia suman $80.292 millones, unos US$ 125 millones, las que además podrían aumentar dado que aún están pendientes las resoluciones de procesos: la reclamación en la Corte Suprema por parte de SCA en el caso tissue , y los casos de Navieras, Supermercados y Ampollas, aún en el TDLC.

Pero más allá de los números, Irarrázabal destaca lo que ha calado en el país la libre competencia. "Es de interés para la ciudadanía. La idea de colusión existe, está más precisa. Hay interés en la gente y en el mundo empresarial (...). Es muy distinto el tema ahora, la conciencia sobre la infracción. Incluso se nos hace más difícil la pega a nosotros. Hace 12 años había colusiones por escritura pública, había demasiados e-mails ", resume sobre este avance.

El fiscal resalta la independencia de la FNE respecto de todo servicio u organismo, como uno de los pilares del modelo. "Yo soy un poco el reflejo de eso, porque logré pasar dos gobiernos de tinte muy distinto. Esa independencia significa que las investigaciones que hacemos no son conocidas por el Ejecutivo".

-¿Sintió alguna vez que se le pasó a llevar esa independencia?

"No".

-¿Ni siquiera en el caso pañales? El ministro de Economía de la época lo interpeló directamente, que mostrara los antecedentes, que hiciera un estudio.

"Fue un evento donde nos pusimos a prueba nosotros, en el aspecto técnico y de independencia".

-¿Pero sintió que Luis Felipe Céspedes había cruzado una línea?

"Puede ser que haya hecho declaraciones que se pudiesen interpretar de una manera invasiva, pero también tenía una interpretación que era muy acorde con la ley. Quizá él podía querer todos los antecedentes y nosotros le decíamos de conformidad a ley y con las restricciones que establece la ley. Yo creo que el ministro Céspedes, declaraciones más, declaraciones menos, siempre entendió la necesidad de mantener esa independencia".

-O sea, ¿no hubo un llamado por debajo, de continuar la investigación, porque era impresentable no hacerlo a ojos de la opinión pública, una vez que se hizo público este caso?

"Cuando se hizo público, todos los ojos estaban puestos en nosotros y nosotros con las manos atadas. Nosotros no nos corrimos un centímetro de lo que teníamos que hacer".

-¿Pero hubo ese llamado de La Moneda, del ministerio?

"No recuerdo en forma específica, pero no me habría extrañado que de alguna forma nos mostraron una preocupación, por la institucionalidad, por el caso mismo, y quizá por esta, que parecía una posición pasiva nuestra, de que nos estaban pegando de todos lados y nosotros no estábamos contestando. Pero nunca yo al menos sentí que se me desafiara la estrategia de lo que estábamos haciendo. Y la estrategia estaba diseñada. En ese evento en concreto se reflejó la independencia. Puede que a algún ministro no le haya gustado una u otra cosa, o eventos concretos que incluso no le hayan gustado a la Presidencia, el timing , el no tener la información al momento. Pero no la pueden tener. Porque si la tuvieran, nosotros perderíamos esta capacidad de hacer investigación independiente y obtener resultados. Yo ya he pasado por seis ministros y creo que todos, cada uno de ellos en un estilo muy distinto, han entendido que básicamente si quieren que esto funcione, y quieren mejorar la economía de mercado, nos tienen que dejar trabajar tranquilos. Así como también tienen que entender que tienen que dejar trabajar tranquilos a los tribunales, si es que quieren que las instituciones funcionen".

-¿Ese fue el momento más complejo?

"Ha habido momentos complejos. Pero que los gobiernos entiendan la importancia de la independencia de la FNE, es uno de los pilares que ha permitido que en este granero florezca la técnica. Y ha permitido que en estos tiempos, en que ha habido un cierto populismo, que ha afectado a organismos técnicos, si usted mira la FNE, nosotros hemos agarrado el timón y no lo soltamos. Independiente de que uno puede pasar malos ratos y puede ser poco comprendido, por la gente, por el Congreso, los partidos políticos, los medios, por opinólogos y por qué no decirlo, por los ministros sectoriales, Gobierno, presidencia. Pero no nos hemos perdido. Apretamos los dientes y hemos seguido la senda de la independencia y de las decisiones técnicas".

CASO POLLOS:
"Me encerré dos, tres semanas a revisar la evidencia una por una. No estábamos con delación compensada".

RELACIÓN CON EL MINISTERIO PÚBLICO:
"Yo vaticino que en el futuro próximo debiéramos tener una buena relación. Cada uno tiene que entender cuál es su ámbito de competencia (...). Ninguno puede ser tan invasor en relación con los ámbitos del otro".

RELACIÓN CON EL GOBIERNO:
"Puede que a algún ministro no le haya gustado una u otra cosa, o eventos que incluso no le hayan gustado a la Presidencia, el timing, el no tener la información al momento. Pero no la pueden tener. Si la tuvieran, perderíamos esa capacidad de hacer investigación independiente y obtener resultados".

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