Dólar Obs: $ 916,87 | -0,57% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.342,66
IPC: 0,50%
El marcador| Ensayo, ficción y crónica:

Guía arbitraria de libros "chilenos"

domingo, 29 de julio de 2018

Juan Rodríguez M.
Revista de Libros
El Mercurio

Escritas, traducidas y/o editadas en Chile, estas cuatro publicaciones nos llevan desde los días de un hombre que adopta dos patos a una muy religiosa Ilustración alemana, pasando por ciencia ficción cubana y una historia de la astronomía y de nuestro trato con el cosmos. Hay de todo en la viña editorial local.



La educación del género humano

Gotthold Ephraim Lessing, traducción de Carla Cordua, Tácitas, 2017, $8.000.

La Ilustración alemana fue piadosa. Así se ve en la introducción que hace Carla Cordua a La educación del género humano , del dramaturgo, teólogo, filósofo, escritor, ensayista y periodista alemán Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781). En la obra -bilingüe, traducida y anotada por Cordua- este deísta y optimista de la razón cuenta la historia de la humanidad como el paso de la infancia a la adultez. Pero no es una historia profana: "La educación es la revelación que le ocurre al individuo y la revelación es la educación que le ha ocurrido y le sigue ocurriendo al género humano", escribe. Tal como al niño no pueden enseñárseles, sin más, verdades abstractas, y hay que empezar poco a poco, con alegorías, incluso amenazas, así Dios ha educado progresivamente al hombre, para llevarlo de la idolatría a la religión razonable, a la libertad. El Antiguo Testamento fue escrito cual manual básico; luego llegó Cristo, un mejor pedagogo, la Nueva Alianza, que nos entregó un libro para jóvenes, el Nuevo Testamento, con contenidos más complejos. Pero todavía falta la educación terciaria para dar paso desde las verdades reveladas a las de razón. Quizás entonces comprenderemos misterios como la Trinidad. Lo dijimos: esta es una ilustración piadosa, bíblica, providencial... iluminada. Con "seguridad vendrá el tiempo de la perfección", profetiza Lessing, "un nuevo eterno evangelio".

Salomé

Elaine Vilar Madruga, La Pollera, 2018, $8.000.

Salomé es la muchacha que pidió como regalo la cabeza de Juan Bautista, según la historia bíblica, la misma que inspiró a Oscar Wilde, y quizás sea también la creatura que le da nombre a la novela de la escritora cubana Elaine Vilar Madruga (La Habana, 1989). Decimos creatura, porque no es claro que sea una mujer, pero sí que los hombres, incluido un Bautista, la codician al punto de matar por ella, de perder la cabeza por entregarse al deseo y poseerla. Vilar tiene una abundante obra, con novelas como El trono de Ecbactana: La ciudad de las máscaras y Bestia , y libros de cuentos como Los arcos del norte y La hembra alfa . Salomé , su primer libro en Chile, es un relato coral, que recurre al monólogo interior, situado en un futuro en el que la galaxia es gobernada por un imperio; con comerciantes, contrabandistas y autoridades que conviven en un equilibrio precario, que dicha criatura llegada de otro mundo puede romper. Habría que decir que es una novela de ciencia ficción, pero por qué no decir también que es erótica, política y hasta mitológica; humana, real, ambigua. ¿Salomé es el monstruo que se crean los hombres para llenar su vacío?, ¿es una víctima? "Ah, Salomé: tus deseos van a resultarme caros", dice uno de los cautivados. "Ya no solo será la guerra, sino el caos y la destrucción de todo lo que conocía como mío".

Cómo cuidar de un pato

Josefina González, Overol, 2018, $8.000.

Josefina González (Santiago, 1983) ha dicho que le hubiera gustado nacer en el Renacimiento: es cantautora, artista visual y escritora. En 2017 publicó un disco, en realidad un cassette, "No todo se trata del amor pero casi todo"; es autora del fanzine "Mundo absurdo #1" y "Mundo absurdo #2", y ahora, de Cómo cuidar de un pato , su primer libro, un relato o comedia en un acto, cuyas 61 páginas cuentan la historia de Larry -un hombre que será papá y que para practicar compra dos patos- y de otros seis personajes que, entre un patio "mal tenido" y un hospital, derrochan sabiduría cómica, valga la redundancia. Por ejemplo, cuando Don Mario le propone a Daniela "comprar un chanchito a medias", esta le responde que no come carne: "Solo a un cerdo le puede gustar comerse a otro cerdo". O Larry, que graba esto para su futuro hijo: "Existe una fuerza paranormal que domina este mundo. Una fuerza que se llama MASA MALVADA. Tiene la forma de huevo, de huevo frito gigante, es invisible y pone obstáculos a todo lo que uno hace". También Jenny, la futura madre, cuando le dice a Larry: "¡Son patos! Y sí los quiero. Los quiero como se quiere a las cosas que no son humanas". Y nuevamente Daniela a Don Mario: "Eso de andar durmiendo siesta es Tiempo Perdido". Aprender y reír, ¿qué otra cosa nos queda?

Los sonámbulos

Arthur Koestler, traducción de Alberto Luis Bixio, Hueders, 2018, $18.000.

Las ciencias son relatos. Y, por lo tanto, se puede hablar de ellas como quien hace una novela: con personajes voluntariosos y a la vez entregados a fuerzas que no pueden controlar, descripciones y especulaciones psicológicas y sociales; con momentos de avance, retroceso y estancamiento, con amistades y antagonismos, con estilo, elocuencia y rigurosidad, y por qué no, con buenos y malos. Es lo que hace el escritor húngaro Arthur Koestler (1905-1983) en Los sonámbulos , un recorrido por la historia de la astronomía o cosmología, desde Babilonia a Newton, que nos enseña sobre las razones y sinrazones detrás de los afanes humanos, sobre cuánto hay de azaroso y no metódico en el método científico. Según muestra el autor, en la antigüedad nuestra visión del cosmos se movió casi hasta el punto en que se encontraba en los siglos XV y XVI. ¿Qué pasó entremedio? Que Platón y Aristóteles, y sobre todo las lecturas medievales de esos autores, instalaron el dogma del círculo y la estabilidad como signos de perfección, y entonces hubo que esperar siglos para desechar el geocentrismo. Pero, en esta aventura, no se crea que Copérnico, Kepler y compañía son ejemplos de empirismo, claridad y certeza, pues, según muestra Koestler, detrás de la revolución científica hay tal cúmulo de fantasías o quimeras fructíferas que bien se puede decir que las ciencias, y en este caso la astronomía, progresan de error en error.

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia