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Sostenedores acusan golpe del debate educacional

domingo, 22 de junio de 2008

AZUCENA GONZÁLEZ SAN MARTÍN
Economía y Negocios, El Mercurio

La reforma avanzó esta semana, pero estos emprendedores ya acusaron impactos en sus planes de desarrollo debido a la incertidumbre de los últimos meses. Un botón de muestra son un nuevo liceo que quedó stand by en Quilicura y otra ampliación en infraestructura en Puente Alto, aún "a la espera".




Socio de Tironi dejó en "veremos" un nuevo liceo en Quilicura
Leonardo Giavio es ingeniero industrial químico y por más de 20 años trabajó en el Banco del Desarrollo, entidad en la que llegó a ser gerente general, hasta 1998, cuando se independizó y optó por la educación. Hoy participa en tres instituciones: en sociedad con Ernesto Tironi y otros tres socios es sostenedor del colegio Pedro Apóstol de Puente Alto. Y en Quilicura -con otros socios- maneja el Paula Jaraquemada y Santa Teresa. Como estos dos últimos son escuelas básicas, Giavio explica que les habían ofrecido a las familias crear el liceo correspondiente para darles continuidad a los estudiantes. La descripción que hace resume las peripecias sufridas con esta iniciativa: "Compramos un terreno, contratamos la arquitectura, ingeniería y estudios de impacto vial, todo lo que se necesita para construir. Vino el pingüinazo en mayo de 2006 y, después de algunos análisis, decidimos parar el proyecto antes de contratar la empresa constructora. Dijimos "esperemos que se esclarezca el horizonte", si va a seguir habiendo participación de privados o no, porque el primer proyecto de la ministra Provoste nos excluía. Después del acuerdo educacional de noviembre de 2007, juzgamos que era satisfactorio, un progreso y concluimos que estaban los elementos para continuar. De nuevo llamamos a los arquitectos. Invité a los ejecutivos del banco Corpbanca que nos iban a financiar. Fueron tres gerentes y nos dieron buena acogida, a comienzos de mayo. De nuevo vino esta agitación, las indicaciones, acusación constitucional, nuevas incertidumbres y tomamos la decisión de volver a esperar, porque las cosas están confusas. Parece chiste, pero estamos esperando a ver qué pasa. Lamentablemente esto nos obliga a perder un año porque por plazos ya no podríamos entregar al 30 de octubre un edificio con recepción municipal. Para 2009 ya no. Hemos hablado con los apoderados y les hemos informado", dice.

Este proyecto contemplaba un liceo para 720 alumnos, con una inversión de $650 millones, que ahora Giavio calcula que habrá subido en unos $100 millones, por el alza de los insumos de construcción.

En el caso de Puente Alto, los socios también tenían conversaciones con bancos para desarrollar un segundo colegio, lo que también está en compás de espera, dice Giavio. Y relata que la incertidumbre también afecta a los establecimientos existentes, porque para llegar a un nivel de calidad se requiere contratar distintos tipos de asesorías (capacitación al profesor, pruebas de evaluación externa, metodologías de trabajo, etc). "Eso se hace cuando tiene perspectiva de futuro", dice.

Rodrigo Bosch: "Si quieren hacer un proyecto nuevo, yo la pensaría antes de embarcarme"
Con sólo 34 años, Rodrigo Bosch tiene su propia experiencia como sostenedor de colegios. Una apuesta con la que se vinculó a fines de los 90, cuando este ingeniero comercial y MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez decidió dejar su trabajo de consultor en Gerens -vinculada a Patricio Arrau y Jorge Quiroz, entre otros- para dedicarse al proyecto educacional. Algo que en la sangre le tiraba, como hijo de profesor universitario y con una madre que había creado una escuela en Peñalolén, de nombre San Fernando. Al alero de Bosch surgieron otros dos establecimientos: San Fernando en Peñalolén y Mirador en Puente Alto.

"Cada cierto tiempo hay elementos que dan pésimas señales al sector particular subvencionado. Los resultados en educación son de largo plazo, un trabajo de años. Y eso significa que el sector necesita planificar. Cuando ocurren estos hechos, a los sostenedores se les genera una incertidumbre que no les permite proyectarse. Eso es malo, porque obstaculiza proyectos en desarrollo. Todo se para (...) Las inmobiliarias más grandes del país me llaman para decirme que están sin colegios. Estoy hablando de inmobiliarias como Aconcagua, Geosal, Socovesa, que tienen montones de proyectos de expansión en Chile y serias dificultades para que los establecimientos lleguen a las nuevas zonas donde ellas van (...) Si quieren hacer un proyecto nuevo, yo la pensaría antes de embarcarme", dice Bosch, recalcando los efectos en la cobertura.

Bosch plantea que los cambios a la LGE son buenos por los mayores requisitos para los sostenedores, que harán que los malos salgan del sistema porque sus proyectos se van a encarecer a tal nivel que se les transformarán en inviables. Esto en un escenario donde demográficamente hacia el 2015 habría medio millón menos de alumnos, y la competencia -por tanto- será más fuerte.

"Nosotros no queremos competencia desleal por parte del sector municipal. Queremos competir en buenas lides", concluye.

Sociedad Educacional Dagoberto Godoy sólo invierte en lo planificado y no analiza nuevos proyectos
La Sociedad Educacional Teniente Dagoberto Godoy está ligada a Walter Oliva, cuya familia inició un proyecto que hoy gestiona siete colegios en La Granja, El Bosque, Pudahuel, Quilicura, Lo Prado, La Florida y Lampa, con una matrícula de unos 8 mil niños en total.

"Esto lo que ha hecho es dejar a los colegios en una situación expectante. Los proyectos que ya estaban planificados siguen funcionando normalmente y siguen con la misma fuerza, sin retrasos, ni cambios, ni reducciones. Lo que sí ha pasado es que no se están estudiando proyectos nuevos, no se están generando nuevas ideas para incrementar el gasto de manera drástica. No estamos estudiando nuevos proyectos mientras esta ley no termine con todos sus trámites", dice como voz institucional de este grupo educativo su gerente de gestión escolar, Alex Castillo.

"Hoy tenemos que esperar la ley absolutamente terminada y tramitada y eso va a permitirnos entender cuál es el escenario futuro", señala. Y recalca la importancia de que los recursos del Estado queden distribuidos de manera equitativa entre los establecimientos públicos y mixtos.

La red EducaUC espera la redacción final de la ley y su reglamentación definitiva
La red EducaUC es una iniciativa liderada por la Universidad Católica, junto a varios hombres de empresa y académicos: Felipe Larraín y Alejandro Weinstein y el fondo de inversión Expertus, integrado por Alberto Hurtado, Andrés Lyon, José Antonio Garcés, Marco Cariola y Cristoph Shiess. La red -que maneja 8 colegios, seis de ellos subvencionados- tiene planes para sumar de 1 a 3 nuevos establecimientos al año. "El grado de alternación a este plan dependerá de la redacción final de la ley y su reglamentación. Cada colegio que se integra a la red debe ser capaz de generar los recursos necesarios para su funcionamiento", dice la institución.

Ex consultor de la OEA esperará antes de iniciar ampliación de colegio en Puente Alto
Raúl Martínez Bernal es abogado de la Universidad de Chile y por años (entre 1992 y 2005) dedicó su vida a la Organización de Estados Americanos (OEA), desempeñándose en la unidad para la promoción de la democracia, como asesor de gobiernos latinoamericanos en la modernización del Estado, y como integrante de misiones de observación electoral. A su haber tiene, por ejemplo, el proceso político peruano, desde 1992 hasta la elección de Alejandro Toledo en 2001. En 2005, por razones familiares, Martínez decidió establecerse en Chile y por raigambre también familiar -su madre es profesora y había iniciado el colegio Extremadura en 1988- optó por dedicarse a apoyar este proyecto, que hoy suma dos establecimientos: Puente Alto y Vitacura.

"Lo que nos ha complicado en la tramitación de los actuales proyectos son las amenazas que cada cierto tiempo surgen en torno a la continuidad del financiamiento compartido (...) Eso genera mucha incertidumbre para nosotros, tanto para la continuidad de la actividad, como para las inversiones que tenemos programadas realizar", dice. Y se explaya sobre los planes del segundo semestre en Puente Alto, que incluyen nueva infraestructura: nueva biblioteca, ampliación del comedor y la cocina (para dar raciones de alimentos calientes y no sólo fríos), un auditorio, nuevas oficinas, un par de nuevas salas de clase para tener dos cursos por nivel en tercero y cuarto medio, un nuevo laboratorio de ciencias y sala de computación. En total, una inversión de unos $350 millones, financiada con recursos bancarios, avalados con patrimonio personal de los socios.

"Está terminado el proyecto, en proceso de aprobación en la municipalidad y en conversaciones con la empresa constructora y... a la espera. La idea es iniciarlo hacia fines del año escolar, pero también a la espera de lo que salga de este proyecto", dice Martínez sobre una ampliación que no significa un incremento de la matrícula, pero sí en contar con mejores espacios de apoyo a la gestión pedagógica. "Es una inversión importante. Y evidentemente si se nos cuestiona la continuidad del financiamiento compartido, estamos a la expectativa", dice. Y remata: "Nosotros somos personas serias, llevamos 20 años en esto, tenemos trayectoria intachable en nuestro desempeño, damos trabajo a más de 100 personas y jamás nos hemos atrasado en un pago, ni con nuestros funcionarios ni con el banco", dice, explicando que no tiene reparos con la LGE de noviembre, que establece mayores exigencias para los sostenedores.










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