lunes, 23 de junio de 2008
Danilo Bustamante Rocha
Economía y Negocios, El Mercurio
El costo de generación eléctrica del gas natural licuado es sólo 43% del diésel.
La matriz energética cambiará desde 2009. Con los proyectos de generación que hay en desarrollo y la llegada de nuevos insumos a nuestro país (gas natural licuado, GNL) se estima que a 2015 en el Sistema Interconectado Central (SIC) la matriz esté compuesta por un factor hídrico, de pasada y embalse, cercano al 50% y una generación termoeléctrica basada en carbón y complementada con centrales a gas.
El principal insumo empleado será el diésel, combustible que hizo su aparición con fuerza en 2004, de la mano de la crisis del gas argentino. Durante mayo, este combustible ocupó un 38,6% del total de generación, aunque en varios meses ha superado el 40%.
La preocupación surge pues en los últimos años se ha dado una escalada en la cotización de todos los combustibles, lo que provoca enormes diferencias a la hora de echar a andar una central eléctrica. Esta situación incidirá directamente en los futuros precios de la energía.
"El respaldo y relleno del sistema van a provenir del GNL. Lo que no alcance a cubrir este recurso será ocupado con el diésel más eficiente", afirma Francisco Aguirre, de Electroconsultores. Destaca que los altos costos actuales de la energía están ligados a que "todo lo que se fue de gas natural se transformó en diésel; entonces, la matriz pasó a ser diésel y carbón, en el SIC".
Pero las diferencias entre las operaciones de las máquinas térmicas son amplias. Por ejemplo, con los valores actuales, una unidad a carbón es poco más de la mitad que una que utiliza GNL, mientras que éste ocupa un 43% del dinero necesario para echar a andar una central con diésel.
Los otros costos
Los costos de inversión y ambientales también representan diferencias entre los tipos de generación termoeléctrica. Para instalar una central de 360 MW, el carbón, pese a ser lo más barato, requiere de mayor capital para sus instalaciones. Una unidad de 360 MW de capacidad instalada requiere, en promedio, unos US$ 700 millones. En tanto, las que ocupan diésel o gas -sin considerar los ciclos cerrados- requieren sólo de US$ 175 millones.
Respecto del factor ambiental, también existen cuantiosas diferencias, ya que se estima que por cada GWh de generación, una central a gas emite unas 600 toneladas de CO{-2}; el carbón unas 900 toneladas, y el diésel emite entre 1.000 y 1.100 toneladas.
