El número de civiles muertos en Afganistán alcanzó un récord en la primera mitad del año con 1.692 fallecidos a pesar del alto el fuego del mes pasado, debido a un aumento en los ataques suicidas reivindicados por el Estado Islámico, informó ayer la ONU, que comenzó a registrar las víctimas en 2009. El número de heridos se redujo a 3.430 civiles, lo que supone un cinco por ciento menos en comparación con el mismo período del año pasado. Tan solo ayer un atentado suicida a la hora de la salida de las oficinas frente al Ministerio de Desarrollo Rural en Kabul dejó al menos siete muertos y quince heridos.