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Cristián Monckeberg (RN), ministro de Vivienda:

"Si levantamos banderas como la integración social, la gente nos dirá 'pueden seguir gobernando'"

sábado, 14 de julio de 2018

Paula Valenzuela y Pablo Jamett
Nacional
El Mercurio

El ex diputado ahonda en el debate por las viviendas sociales y enfatiza en que se debe acabar la discriminación. También defiende la diversidad en RN.



Ha sido su semana con más exposición pública desde que asumió, el 11 de marzo pasado. Los focos se trasladaron a la cartera de Vivienda y Urbanismo que encabeza el RN Cristián Monckeberg.

La integración de viviendas sociales en Las Condes causó revuelo en los vecinos, y el ministro salió a defender la política pública. Es más, dice que es una convicción del Presidente Sebastián Piñera.

-¿Cómo leyó los reclamos de los vecinos por la construcción de estas viviendas en la rotonda Atenas?

-Santiago es una ciudad segregada, hay una falta de planificación territorial y eso se resuelve con integración social. Debemos terminar con la idea del barrio alto y de los barrios bajos. Este es mensaje político social potente, tanto así que incluso la izquierda está incómoda, porque dice 'cómo puede ser que la derecha esté hablando de integración y nosotros la dejemos de lado'. Es una política social que cuenta con la convicción del Presidente y es parte de los ejes importantes del Gobierno. Si reducimos esta política a una disputa de vecinos nos quedamos cortos. Aquí hay una política que cuenta con el apoyo de la mayoría.

-Este debate se abrió en el distrito que usted conoce, porque lo representó en la Cámara por 12 años. ¿Era esperable?

-Siempre habrá buenas razones para impedir que estos procesos se produzcan, como la baja de la plusvalía, el espacio vial, el cuidado de las especies como ocurre en Peñalolén, pero lo que se esconde son prejuicios y temores. La integración se hace de manera fácil, pero a veces se tiene que dar a empujones. Seguir alimentando una sociedad segregada no tiene destino, sobre todo cuando la discriminación ya quedó atrás en otros temas. El Chile de hoy no tolera esta discriminación.

-Contradictoriamente, su postura ha sido respaldada por un alcalde UDI, Joaquín Lavín, y no por el de Vitacura, Raúl Torrealba, que es de su partido...

-Cuando entré a mediar en el conflicto entre Las Condes y Vitacura no fue porque se trataba de dos amigos, sino porque buscábamos objetivos. Lo conversamos y una de las mejores formas de integrar es la vivienda. Un compromiso de esa integración es que se produjera en comunas con mejores condiciones. Puede ser que Vitacura no aporte a través de viviendas, pero sí con espacios públicos y parques.

-¿El votante de derecha valora esta integración? El sector oriente concentra mayoría de votos de su sector...

-Hay una raíz social arraigada en nuestro sector muy potente. No me cabe la menor duda de que se valora.

-Se tiende a pensar que el votante podría rechazarla, al ver posturas como la del alcalde Torrealba...

-El alcalde Torrealba hace un esfuerzo por interpretar a sus vecinos, pero al mismo tiempo, producir integración de formas distintas. Hay un grupo de personas que no sé si los asociaría a la centroderecha o a la centroizquierda, sino que a un grupo que mira con recelo la integración. Si nos hubiésemos quedado con los cacerolazos, no se estaría concretando la construcción del edificio de la rotonda Atenas.

-Se ha hablado mucho de la "derecha social", pero en episodios como este se diluye. Pareciera que hay un sector oficialista que no es tan social...

-Hay una convicción respecto de llevar adelante políticas sociales que impacten y que produzcan mejor calidad de vida. Eso está más que asumido en la coalición y en el Gobierno. Hay algunos que le ponen más empeño y otros menos, pero si llegamos a gobernar fue precisamente porque tiene que haber una política social potente.

-¿Piensa potenciar este programa a través de proyectos de ley?

-Hoy, la integración del Ministerio de Vivienda está comprometida a través de un programa habitacional, que involucra recursos y una decisión política, y lo conversamos el jueves con el ministro Gonzalo Blumel (Segpres) en la lógica de dejar asegurada la integración social y territorial a través de las viviendas en un proyecto de ley.

-¿La integración social del gobierno se dio por esta contingencia o es parte del programa de gobierno?

-Nuestro programa habla de densificar zonas con viviendas sociales bien equipadas, lo que pasó es que hoy logramos visibilizarlo. Una vez visibilizado no lo vamos a soltar. Ahora, el diagnóstico viene hace tiempo. En el primer gobierno del Presidente Piñera se hicieron cambios legales en planos reguladores y en el gobierno anterior, la ministra (Paulina) Saball crea este programa de Integración Social y Territorial. Pero hay un problema y eso lo conversamos con el Presidente. Estos programas tienden a emplazarse en lugares de sectores medios y nuestro aporte será sacar la integración de los sectores medios, como La Florida y Recoleta, y llevarla a Las Condes y Providencia.

-Al asumir, dijo que le caía como anillo al dedo que fuese una cartera social, pues iba en la línea del sello que busca RN para este gobierno...

-(Interrumpe) Bueno, y me puse el anillo (ríe, en alusión a su matrimonio del pasado 12 de mayo).

-¿Cómo ha tomado ese rol?

-Dejar atrás la política de trincheras ha sido un bálsamo. Avanzar en una política social, donde podemos mejorar la calidad de vida a las personas y producir cambios profundos, en este caso a través de la vivienda, es un regalo caído del cielo.

-También dijo que no se encapsularía en su ministerio. ¿Lo ha logrado?

-Los primeros dos meses han sido de encapsulamiento total, porque esto requiere de estudio y de instalación. Hoy existe una fase dos, que dice relación con cumplir el programa de buena manera. Eso significa desplegarse no solo en el Ministerio, sino que en terreno con el programa. Lo sectorial es muy importante, empujémoslo, pero es el desde, somos ministros políticos y tenemos que ejercer ese rol.

"La política tiene de pasión"

-Esta semana, RN estuvo apunto de no cuadrarse para dar los votos a la censura que impulsó Chile Vamos. ¿Cómo ve la articulación de la bancada?

-Es muy difícil administrar una bancada que tiene un crecimiento electoral como el de RN. Yo no me complico con que haya debate. El drama sería que esto no se hubiese resuelto de buena manera. RN no es un regimiento, sino lo que hay ahí es diversidad, pero finalmente hay un alineamiento en temas políticos.

-¿Pero cuál es la señal política? Tuvo que haber una amenaza de renuncia del jefe de bancada para alinear...

-La política tiene de debate, de pasión, de posturas extremas, pero los que salen adelante son quienes son capaces de ponerse de acuerdo. El gran drama de RN en los años 90 era que muchas veces no era capaz de ponerse de acuerdo. Hoy es distinto.

-Los senadores Manuel José Ossandón y Francisco Chahuán criticaron la censura. Dijeron que era un error y una "pelea chica"...

-La Cámara tiene que estar dispuesta a llevar adelante peleas chicas para marcar puntos políticos. Los diputados tienen que jugar un rol fiscalizador, de marcar puntos políticos que a lo mejor en el Senado no se adoptan.

-Pero el punto que se quería marcar era la defensa del Presidente...

-Lógico, y eso es lo que se logró.

-Y RN dudó de esa defensa...

-No dudó de la defensa, dudó quizás de cuál era la herramienta más idónea para hacerlo.

-RN venía de semanas complejas, hubo críticas duras al Gobierno desde sus líderes como Mario Desbordes, su sucesor en la mesa. ¿Cómo lo vio?

-Mi partido tiene un eslogan que está más que vigente: RN, el partido de gobierno. Más allá de las dificultades, hay una lealtad absoluta del partido y de la coalición con el gobierno. Hubo puntos álgidos de discusión respecto de la instalación, pero eso quedó atrás y eso se refleja en que los partidos están recorriendo el país.

-¿Cómo ve la gestión de Desbordes, su sucesor en la presidencia de RN?

-Mario Desbordes lo está haciendo bien, con todo lo complejo que significa administrar un partido que creció como ocurrió.

-RN debe mantener el número de concejales en las próximas elecciones. ¿Cómo ve lo que está caminando?

-Ya se está trabajando en el proceso electoral, y si hay una receta buena es partir con tiempo.

-¿De qué forma usted aporta ahí?

-Hoy día, nada. Consejos privados siempre, porque hay amistad. Yo estoy abocado 100% al ministerio, pero no estar preocupado de la política del partido y de Chile Vamos no es buen consejero. El Presidente lo dijo: hay que hacer política y hay que ayudar a que las cosas se hagan bien.

-Sobre los presidenciables, Manuel José Ossandón y Andrés Allamand....

-(Interrumpe) Andan recorriendo Chile.

-Exacto. Ossandón estuvo con usted en el norte, fuera de su circunscripción. ¿Por qué lo acompaña?

-Sería macabro que no quisieran acompañarnos. Los ministros, intendentes y subsecretarios no son los únicos que tienen que ayudar a la buena marcha del Gobierno, entonces, eso es normal, pero lo que no puede pasar es adelantar la carrera presidencial. Que se desplieguen, porque la labor de ministros es compleja y necesitamos apoyo de todos. También he visto a la senadora Jacqueline van Rysselberghe recorriendo Chile y la aplaudo.

-¿Las críticas a la sequía legislativa perjudican el apoyo al Gobierno?

-El debate sobre sequía legislativa es absurdo y no ha calado. Veo al Gobierno con abundancia de programas. La sequía de ideas está en la oposición.

-¿El Ejecutivo no apuesta mayoritariamente a jugar un rol protagónico en el Congreso por falta de mayorías?

-Para la gestión del Gobierno en un régimen tan presidencialista la ley es importante, pero no es la clave.

-¿Cuál es la clave?

-Cuando se cumple con buena gestión el programa de gobierno, cuando instalo mis ideas como ideas que la mayoría de los chilenos aprecian, cuando soy capaz de romper esquemas... Si levantamos banderas como la integración social, la gente nos dirá 'pueden seguir gobernando'. En el Parlamento no se juega la reelección de un gobierno, sino cuando uno es capaz de cumplir lo que dijo en campaña y le mejoró la calidad de vida a la gente.

"Estoy abocado 100% al ministerio, pero no estar preocupado de la política de Chile Vamos no es buen consejero. El Presidente lo dijo: hay que hacer política".

"En el Parlamento no se juega la reelección, sino cuando uno es capaz de cumplir lo que dijo en campaña y le mejoró la calidad de vida a la gente".

"Más allá de las dificultades, hay una lealtad absoluta de RN".

"La Cámara tiene que estar dispuesta a llevar adelante peleas chicas para marcar puntos políticos".

"Si nos hubiésemos quedado con los cacerolazos, no se estaría concretando la construcción del edificio de la rotonda Atenas".

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