Dólar Obs: $ 947,68 | -0,10% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.242,15
IPC: 0,40%
Proyecciones para la próxima década:

El ajustado escenario para los commodities agrícolas

lunes, 16 de julio de 2018

Paloma Díaz Abásolo
Campo
El Mercurio

El reciente informe de la OCDE y la FAO al 2027 proyecta precios a la baja para la carne, cereales y oleaginosas, debido a altos stocks y a que la demanda se mantendría estable. En Chile, expertos afirman que no es necesariamente negativo, ya que la producción local se orienta a otros rubros, y advierten que situaciones como una guerra comercial entre grandes economías podría hacer variar las previsiones.



L os peaks de precios que alcanzaron los commodities agrícolas entre 2007 y 2009, con valores récord para productos como la mayoría de los cereales, lácteos, carnes y pescados, ya son historia.

Tanto el escenario actual como el que se prevé hacia los próximos diez años da cuenta de otras condiciones en los mercados internacionales, como los altos volúmenes de productos almacenados, en casos como el de los granos, y un estancamiento en la demanda para buena parte de los commodities del sector. Como resultado, la esperada alza de los precios no se concretaría, sino que la proyección es que tiendan a la baja.

Un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con las perspectivas agrícolas al año 2027, resalta el aumento en la producción agrícola de los últimos años y prevé que el consumo per cápita de muchos productos básicos se mantendrá en la década que viene.

"Gran parte del impulso a la demanda durante la última década provino del aumento de los ingresos per cápita en China, que estimuló la demanda del país por carne, pescado y piensos. Esta fuente de crecimiento se está desacelerando y las nuevas fuentes a escala mundial no son suficientes para mantener el crecimiento general. Como resultado, se espera que los precios de los productos agrícolas se mantengan bajos", estima el informe.

Sin embargo, desde la FAO explican que los precios seguirán estando por encima de los niveles más bajos que se han observado durante los últimos 25 años, y que la tendencia histórica que han mostrado -salvo períodos puntuales- es a declinar.

"El impacto de los precios bajos se verá en un crecimiento moderado de la producción agrícola en los próximos diez años. Se proyecta que la producción se expandirá cerca de 20% a 2027; mientras que en los últimos diez años, cuando se vivió la crisis de precios alimentarios, ella respondió a los precios altos con un crecimiento promedio de 24% entre 2008 y 2017", proyecta desde Italia la economista de la División de Comercio y Mercados de la FAO, Katia Covarrubias.

Cómo impacta en Chile

En los commodities agrícolas que considera el informe de la OCDE y la FAO, como los granos, oleaginosas, carnes, lácteos y tubérculos, Chile no es un actor relevante a nivel mundial, sino que un país importador, pero la tendencia a la baja en los precios genera inquietud entre los productores que se dedican a estos rubros.

Sin embargo, los expertos incluso lo ven con bastante optimismo.

"Son buenas noticias para Chile, que somos importadores de cereales, carnes y oleaginosas. Sí hay algunos productores de carne, por ejemplo, que pudieran verse afectados por los precios, pero el país generalmente exporta a nichos, los que no debieran verse impactados", proyecta el doctor en Economía Agraria Gustavo Anríquez, académico de la U. Católica que trabajó durante ocho años en la FAO.

Considera que, por el contrario, las estimaciones del informe internacional, que prevén que seguirá aumentando el ingreso per cápita en los países en vías de desarrollo, pueden comprenderse como un aumento en la demanda de los productos que Chile exporta en mayor volumen, como frutas, verduras, vinos y salmones.

"Son todos productos para consumidores de altos ingresos. Se trata de commodities que tienen una alta elasticidad; es decir, que responden positivamente al crecimiento de los ingresos, y lo que se espera es un aumento", afirma, aun cuando no son productos que estén considerados en el reporte.

Gustavo Anríquez también destaca que la cartera de exportaciones de Chile es sana y se puede ver fortalecida por la diversidad de mercados que atiende, y agrega que en el caso de los cultivos tradicionales, los que logren ser competitivos con precios más bajos se van a mantener.

"Se va a seguir produciendo trigo, maíz y carne en Chile, pero las señales de precios dan la indicación de que los que están en el margen tienen que ir convirtiéndose a otro rubro", plantea.

El director suplente de Odepa, Gustavo Rojas, resalta que aún si se consideran solo los movimientos internacionales de los precios a los que hace referencia la FAO, en el caso de Chile faltan variables, como el tipo de cambio y costo de la energía para analizar si tendrán un impacto positivo o negativo para los agricultores locales.

"En Chile, los precios no seguirían necesariamente la misma tendencia, porque las importaciones están sujetas al valor del dólar y de la energía, por lo que uno podría ver una tendencia a la baja de 5% en los granos a nivel internacional, y en Chile esto podría estar por sobre 2%. Por eso, el informe de la FAO no es necesariamente correlacionable con los precios que pueden tener los granos en Chile", recalca, y llama a los productores nacionales a informarse bien antes de tomar sus decisiones de siembra.

Riesgo de una guerra comercial

De manera más específica que en sus versiones anteriores, el último documento de la OCDE y la FAO resalta que sus perspectivas agrícolas a 2027 tienen como supuesto que se mantendrán las políticas vigentes en los distintos países a futuro.

La economista Katia Covarrubias aclara que la advertencia se refiere a que si los principales países productores de commodities agrícolas enfrentan alguna situación adversa en cuanto a condiciones climáticas, plagas y enfermedades o conflictos que impliquen un límite a la producción que se espera, debería haber impactos sobre la oferta y los precios de los productos que se vean implicados; y lo mismo ocurriría en el caso de que algunos de ellos desarrollen estrategias políticas que puedan limitar el movimiento libre de los productos básicos a nivel mundial.

"Como ciertas economías grandes sirven conjuntamente como fuentes importantes de oferta y demanda mundial, el riesgo de proteccionismo en tales países podría llevar a cambios importantes en las relaciones comerciales entre ellos. Esto podría afectar también a los pequeños importadores, porque muchos dependen del comercio internacional para su seguridad alimentaria", advierte Covarrubias.

En el caso puntual de las alzas de aranceles que ha fijado China para productos como la soya proveniente de Estados Unidos, si bien por ahora no se puede determinar su impacto en el largo plazo, de mantenerse en esas condiciones es un escenario que podría pesar en las proyecciones e implicar cambios.

"Esos productores van a tener que buscar otros mercados. Con eso, baja la soya y también los precios de otros granos, por lo que una sola alza de aranceles de China puede acarrear una serie de distorsiones en los precios de los granos. No sabemos cómo terminan estas guerras comerciales, pero sí podemos predecir que siempre impactan con una baja de precios en otros lugares", explica Gustavo Rojas.

16%
subiría el precio de la leche descremanda en polvo a 2027.

22%
bajaría el precio de la carne bovina.

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia