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Si hasta hace poco los abogados que litigaban ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) solicitaban derechamente exculpar a las empresas que representaban de cualquier acusación, tras los últimos fallos del tribunal esta estrategia está cambiando.
En este sentido, llamó la atención uno de los últimos párrafos de una presentación que hiciera hace poco Nicole Nehme, del estudio Ferrada y Nehme, ante la entidad encabezada por Eduardo Jara. En el texto -la abogada que representa a D&S en una demanda por competencia desleal que efectuó Supermercados Único, de la X Región, en contra de D&S- pide que, en caso de que el tribunal considere que sus "representadas" cayeron en conductas anticompetitivas, las "exima de la multa solicitada, o les imponga la multa menor que en justicia corresponda".
Fuentes judiciales afirman que este tipo de estrategias serán cada vez más recurrentes. Todo para "llegar de mejor manera" a los ministros del TDLC.
Y es que los últimos fallos de esta institución, adversos para las empresas -como el rechazo a la fusión Falabella-D&S y las multas a Falabella y Paris por competencia desleal-, han puesto una alta cuota de incertidumbre.
Ninguno de los juristas contactados por "El Mercurio" quiso hablar públicamente para este artículo. "Litigamos en esa sala...", era la respuesta.
No obstante, con la grabadora a un lado, varios coincidieron en que el organismo liderado por Jara se ha puesto más duro, considerando que con anterioridad había aprobado grandes fusiones, como las de VTR-Metrópolis y Bellsouth-Telefónica Móvil (hoy Movistar).
Frente a esto, varios coinciden en la necesidad de hacer cambios al TDLC. En esta línea, el Colegio de Abogados plantea aumentar de cinco a siete los integrantes del tribunal.
Además, plantea que se establezcan salas especializadas para las industrias reguladas y no reguladas. Esta nueva mirada fue planteada al Congreso en un informe sobre el proyecto que modificará la ley antimonopolios. Mientras se sigue debatiendo el proyecto, los abogados litigantes deberán seguir buscando fórmulas para lograr que sus clientes no sean condenados por prácticas anticompetitivas.
Eduardo Jara ha acusado recibo de los reparos al actuar del TDLC, pero también deslizó una crítica a los abogados litigantes, a mediados de mayo, al efectuar su cuarta cuenta pública desde la instalación del organismo antimonopolio en mayo de 2004: "Elevando el nivel de las discusiones y la calidad de los antecedentes e informes acompañados en los procesos de consulta seguidos en esta sede, lograremos realmente cumplir nuestra labor de propugnar por una competencia libre en los mercados".
Cuáles son los estudios
Los nombres se repiten. La lista de los estudios que litigan ante los cinco ministros del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) no es muy larga. Enrique Barros (de Barros, Letelier & Compañía); Felipe Bulnes (Bulnes, Pellegrini & Urrutia); Felipe Irarrázabal (Philippi, Yrarrázaval, Pulido y Brunner); Cristóbal Eyzaguirre (Claro y Cía); José Miguel Gana (Avendaño, Merino y Cía.), y Nicole Nehme (Ferrada y Nehme) son algunos de los que aparecen más seguido en el TDLC, además de otros estudios como Barros & Errázuriz.
Muchos de ellos fueron convocados por el Colegio de Abogados a la comisión especializada para analizar el proyecto de Ley de Libre Competencia.
Dos de los principales objetivos de la comisión fue incrementar los grados de independencia de los ministros del TDLC y realizar un diseño institucional que permita asegurar la independencia de la Fiscalía Nacional Económica.