"La gente le ha perdido el miedo a andar en moto", dice Jean Anwandter, gerente de marketing de Automotores Gildemeister. Y al parecer es así porque en sólo cuatro años la venta de estos vehículos de dos ruedas pasó de 4 mil a 70 mil productos vendidos entre 2003 y 2007, según cifras de las automotoras.
La gallina de los huevos de oro de este segmento, que se consolidó hace apenas dos años en el país, son las motos chinas, que por su relación precio-calidad tienen cada vez más entrada en el mercado nacional, dicen las automotoras.
Aunque no hay cifras oficiales, se calcula que entre el 75 y 80% de las motos que llegan a Chile han sido fabricadas en China, incluyendo las que son de marcas tradicionales japonesas y de otros países que igualmente se arman allí.
Este "boom" oriental ha generado bastante optimismo entre los concesionarios. "El mercado de la moto en Chile es la china, no es otra; no son las motos japonesas ni brasileñas ni otras", asegura Cristián Scheib, gerente general de Motorrad. De hecho, el ejecutivo dice que sobre el 90% de lo que hoy se vende en nuestro país viene de ese país.
Pero el alentador panorama viene de la mano de asequibles precios, según los concesionarios. Cristián Scheib, de Motorrad, que está vendiendo motos chinas desde $475 mil, asegura que "en el segmento al cual van dirigidas ya no tienen prácticamente competencia, porque una moto brasileña o japonesa sencillamente no pueden competir".
Para ocupar el espacio que hoy tienen, estos vehículos tuvieron que superar muchos más obstáculos que el miedo de los conductores. La desconfianza en la tecnología y las garantías después de la venta son otro fantasma permanente. "Los consumidores están bastante reticentes hacia el respaldo de las empresas que han importado motos chinas, porque pasaba que se traía un container y después no había ninguna garantía sobre las motos", explica Anwandter.
Para hacer frente a este obstáculo, conocidas automotoras están tomando la iniciativa de representar las marcas chinas que llegan al país, como el grupo Gildemeister, que a través de su empresa Fortaleza comenzó la exportación de la marca Keeway. Esta marca, que comenzará a comercializarse desde hoy lunes, tiene modelos que cuestan desde $590 mil y hasta $1.290.000 la más cara.
A pesar de estos cambios, Gianfranco Mauriziano, gerente general de Yamaha y presidente de la Asociación Nacional de Importadores de Motos (ANIM), recomienda tener ojo con la elección.
"Hay distintos tipos de marcas, calidades, respaldos y fábricas chinas y ése es el mensaje para el consumidor: ver con cuidado los respaldos", asegura.
De todas formas, las automotoras enfatizan en que a diferencia de los autos, las motos tienen una tecnología sencilla y que es conocida hace muchos años, "los motores son con carburador, no tienen inyección", dice Jean Anwandter, de Automotores Gildemeister.