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Luego de permanecer 18 días atrapados en una cueva:

Niños tailandeses están en cuarentena tras exitoso rescate

miércoles, 11 de julio de 2018

Amanda Marton Ramaciotti
Internacional
El Mercurio

Los jóvenes recibirán cuidados médicos durante, por lo menos, una semana.



Una arriesgada misión de rescate logró ayer lo que parecía imposible hace unos días: sacar con vida a los últimos cuatro menores y a su entrenador que permanecían atrapados en una cueva en Tailandia. Después que los otros ocho niños fueran salvados el domingo y el lunes, el rescate de ayer puso punto final a un drama de 18 días, en los que murió un buzo, y mantuvo en vilo a todo el país y al mundo.

"Hicimos posible lo imposible", anunció entre aplausos Narongsak Ossottanakorn, portavoz de la misión. "No sabemos si esto fue un milagro o algo científico o qué, pero lo cierto es que los 13 Jabalíes Salvajes están fuera de la cueva", dijo la fuerza de operaciones especiales de la Armada tailandesa, en referencia al nombre del equipo de fútbol.

El grupo quedó atrapado el 23 de junio en el interior de la cueva Tham Luang-Khun Nam Nang Non, en una región próxima a la frontera con Myanmar. Habían ido de excursión a la cueva tras un entrenamiento de fútbol para celebrar el cumpleaños de uno de los miembros del equipo, pero una inundación repentina los sorprendió y quedaron aislados. Permanecieron desaparecidos hasta el 2 de julio, cuando dos buzos británicos ubicaron a los 13 en una caverna a cuatro kilómetros de la entrada.

Los niños de entre 11 y 16 años y el entrenador de 25 tuvieron que aprender rápidamente a bucear para poder atravesar algunas partes de la cueva que permanecieron totalmente inundadas, tarea en la que fueron ayudados por rescatistas con cuerdas de arrastre.

Los buzos colocaron a los jóvenes unas máscaras especiales que cubrían toda la cara y que les permitían respirar de forma más natural y comunicarse con los rescatistas durante las seis horas de trayecto. A varios de los menores se les administraron ansiolíticos para que no sufrieran un ataque de pánico o de ansiedad, durante la travesía. La dificultad de la operación quedó en evidencia con la muerte el jueves pasado de un voluntario, antiguo miembro de los grupos de élite de la Marina y quien se quedó sin aire durante una inmersión.

Para Anmar Mirza, coordinador de la Comisión Nacional de EE.UU. de Salvamento Subterráneo, esta misión fue exitosa gracias a que "la lluvia no fue tan intensa, se pudo bombear el agua, lo que facilitó la inmersión". Además, "algunos de los mejores buzos de cuevas del mundo trabajaron en el rescate", dijo a "El Mercurio".

Ahora los jóvenes se encuentran en habitaciones separadas del hospital provincial de Chiang Rai, donde tendrán que permanecer al menos una semana bajo observación porque su sistema inmunológico está debilitado (ver infografía). Todos recibieron vacunas contra el tétanos y la rabia, inyecciones de vitaminas y sales rehidratantes. Dos de ellos tienen infecciones pulmonares que están siendo tratadas con antibióticos. Los médicos enviaron muestras de sangre a Bangkok, la capital, para detectar presuntos virus.

Si los análisis no revelan nada peligroso, los padres "estarán autorizados a acercarse a sus camas con ropa de protección, manteniéndose a una distancia de dos metros", precisó el doctor Tosthep Bunthong. Hasta ahora, los familiares solo pudieron ver a los jóvenes a través de cristales, por temor a que puedan sufrir infecciones.

Ayer, los niños rescatados el domingo ingirieron su primera comida sólida: pan untado con chocolate, tal como lo habían pedido.

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