Con apenas ocho años comenzó a bailar. Por entonces disfrutaba tanto de la danza folclórica como de pasar tiempo ensuciándose mientras jugaba con sus perros. "¿Dónde anda el guachoperro?", era la típica expresión de sus padres cuando regresaba tarde y lleno de barro a la casa. El sobrenombre familiar quedó impregnado en su memoria junto con las imágenes de los 80 en Concepción, en donde nació y vivió su infancia. Y son esos mismos recuerdos los que dieron paso a casi un año de investigación introspectiva junto a Ana José Manríquez, Fabián Leguizamón, Víctor Silva y Alexandra Miller, los cuatro directores y colaboradores creativos que trabajaron en montar "Guachoperro", una obra que hará su debut en el ciclo de danza que celebrará los 10 años de la agrupación Joel Inzunza & Compañía en el Centro Cultural Matucana 100. El conjunto nació tras el cierre de la famosa Compañía de Danza Calaucán. El espacio penquista llegó a ser uno de los grandes referentes nacionales de la disciplina, y cerró en 2008. Desde ese año la agrupación dirigida por Inzunza ha presentado su trabajo en grandes escenarios como el Festival Buenos Aires de Danza Contemporánea, la Bienal de Dança de São Paulo y el Festival Santiago a Mil. Una trayectoria de diez años que entre mañana y el sábado será homenajeada con este ciclo retrospectivo. Aparte del estreno, se pondrán en escena tres de sus investigaciones dancísticas más famosas: los trastornos del sueño en "Insomniac"; la reencarnación en "El deseo de ser cuerpo", y la seducción amorosa en "Sostener lo posible" (presentada por primera vez con dos intérpretes mujeres). -¿Qué emociones de infancia quiere remover "Guachoperro" en la audiencia? "Hay una muestra de experiencias y valores de la infancia en los 80, que trae consigo nostalgia. Un aroma extraño a libertad, una marcado respeto a la figura parental, como también una muestra de la diferencia del factor consumismo en ese entonces y el esfuerzo familiar para suplir necesidades que hoy están a la mano. En la obra es el público el que, al ser tratado como extensión de la familia, hace el contrapunto con la actualidad". -¿Cómo son las oportunidades de la danza en Chile respecto al panorama internacional? "La danza chilena está muy bien valorada afuera. Sin embargo, en nuestro país el financiamiento es insuficiente. Hay pocos fondos que nos permiten viajar y escasez de espacios para presentar o ensayar aquí, además de la centralización de las políticas culturales. Hay discusiones al debe en torno a la jubilación y protección del cuerpo como instrumento de trabajo. No tenemos una ley nacional que observe esto de manera profesional".