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Gasoducto peruano sólo sería rentable si se incluye a Chile

martes, 10 de junio de 2008

GUSTAVO ORELLANA V.
Economía y Negocios, El Mercurio

Plan ha levantado fuerte oposición interna. El problema es que se requiere alta demanda, dado el costo de US$1.000 millones.

¿Exportar gas a Chile? En Perú, esta idea cuenta con una fuerte oposición, pero así y todo ronda, y desde hace tiempo, en la cabeza de muchos. ¿La razón? La explotación del gas de Camisea, ubicado en las cercanías de Cusco, en la zona sur oriental de ese país, requiere de altas inversiones, las que, necesariamente, necesitan rentabilidad.

En ese punto, precisamente, entra Chile. La construcción de un gasoducto que una Camisea con la macro región sur -Arequipa, Tacna, Ilo y otras zonas de ese país- costaría, al menos, US$ 1.000 millones. El proyecto deberá ser desarrollado por privados, los que no están dispuestos a construirlo si no se asegura la base de clientes necesaria para justificar el transporte de gas. Y la demanda que justificaría el proyecto, salvo si se vende gas también a Chile.

Y aunque en una primera etapa el plan no contempla la opción de llegar a la fronteriza ciudad de Tacna -se requieren US$ 50 millones adicionales al programa original para lograrlo-, una idea que se baraja es construir en la costa de esa ciudad un polo petroquímico, en que se fabriquen amoníaco y otros productos. Y, posiblemente, extender la red hacia Arica.

Secreto a voces
Según el consultor de Lamda Perú -que tiene entre sus clientes a Primax, Ripley y a la Bolsa de Valores de Lima-, Guillermo Laureano Ramírez, es un secreto a voces que la intención, tanto de privados como de sectores políticos, es exportar el excedente del gas de Camisea.

Esto, asegura, porque el flujo de gas abastece de sobra el consumo interno, más aún con los últimos descubrimientos que elevan la vida útil del yacimiento. Es decir, para que sea negocio, Camisea debe también considerar la alternativa de la exportación.

"La posibilidad de vender el gas de Camisea siempre está. Se ha planteado que puede ser exportado y, creo, es lo que se va a hacer. Ahora, la decisión tiene ribetes políticos y da la impresión de que el gobierno de Alan García quiere dejársela a su sucesor", dice.

Y, si bien se plantea y está en el proyecto la opción de construir una planta de licuefacción; es decir, que haga el trabajo inverso de, por ejemplo, la planta de GNL Quintero; Ramírez plantea que una extensión del Gasoducto del Sur sería mucho más barata y, por lo mismo, una opción concreta de exportar gas.

Según la consultora de Energética y ex secretaria ejecutiva de la CNE, María Isabel González, la opción de Camisea no se debe descartar, pero el negocio ya definido con el Hemisferio norte, a través de una planta de licuefacción, podría echar por tierra esta chance.

"Siempre es una opción buscar alternativas de compra de gas con los vecinos. Ahora, el punto es que el gas de Camisea está comprometido para planta de licuefacción en América del Norte. Así que no veo una gran posibilidad", asegura González.

Respecto del factor geopolítico, apunta que Perú aparece como menos riesgoso que, por ejemplo, Bolivia. Esto se ha manifestado, por ejemplo, en la actitud de Alan García ante un eventual negocio.




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