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Nuevos datos para un viejo debate entre los científicos:

Los seres humanos aún no llegan al límite de su longevidad

martes, 03 de julio de 2018

C. González
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

Contrario a la idea imperante, un estudio publicado por la revista Science plantea que la tasa de mortalidad se reduce a los 80 años y se estabiliza a partir de los 105 años.



Cuántos años puede llegar a vivir el ser humano sigue siendo un misterio. Aun cuando la mayoría de los casos de quienes han roto récords de longevidad en el planeta rondan los 115 años, un nuevo estudio plantea que hombres y mujeres no han alcanzado su duración máxima de vida todavía.

Casos como el de la francesa Jeanne Louise Calment, quien llegó a vivir 122 años -murió en 1997; es considerada la persona más longeva conocida-, o del chileno Celino Villanueva, que falleció en abril pasado con 121 años -pese a que el Récord Guinnes nunca lo confirmó por falta de pruebas-, dejarían de ser anecdóticos en un futuro cercano.

Los resultados de la investigación publicada en la revista Science "sugieren fuertemente que la longevidad continúa aumentando con el tiempo y que un límite, si existe, aún no se ha alcanzado", enfatiza a "El Mercurio" la doctora Elisabetta Barbi, de la U. La Sapienza de Roma y coordinadora del trabajo en el cual también participaron las universidades de Roma Tre, Berkeley y Southern Denmark.

La doctora Barbi y sus colegas quisieron analizar cuán cierta es la idea de que cuanto mayores nos hacemos, más cerca estamos del final.

Con la ayuda del Instituto Nacional de Estadística (Istat) de Italia, analizaron cuál es el riesgo de mortalidad de una persona que supera los 100 años, utilizando datos de 3.836 italianos que llegaron a los 105 años entre 2009 y 2015. El 78% eran mujeres.

Así observaron que "el riesgo de muerte se acelera exponencialmente con la edad hasta los 80 años, para luego desacelerar progresivamente, hasta alcanzar una meseta y permanecer constante, o casi, después de los 105", explica la investigadora, cuyo trabajo aporta más antecedentes al debate que mantienen los expertos en envejecimiento sobre si las tasas de mortalidad continúan acelerándose o aumentando exponencialmente a una edad extrema, o si finalmente se estancan.

Una investigación publicada en 2016 por el Colegio de Medicina Albert Einstein en la revista Nature, sobre la base de datos de longevidad de 40 países, postulaba que la máxima edad estaba ya identificada y se había alcanzado con el récord perteneciente a Jeanne Calment. Allí también se establecía que el límite de la edad humana era alrededor de los 115 años.

En la misma línea, el llamado Modelo de Mortalidad de Gompertz -creado por el matemático británico Benjamin Gompertz en 1825- sostiene que las probabilidades de morir se duplican por cada ocho años de vida. Pero, a la luz de los hallazgos de Barbi, esa sería la regla para las personas de 30 a 80 años.

Con la información disponible "aún no es fácil determinar cuál es el límite", opina el doctor Marcelo Blacutt, geriatra y académico de la Facultad de Medicina Clínica Alemana-U. del Desarrollo.

"Los factores que inciden en la longevidad son múltiples. Cuando se analizan poblaciones longevas, no existe una fórmula única que asegure más años. Pero sí está claro que la calidad de vida que se tiene con el envejecimiento depende de los hábitos que se han seguido a lo largo de la vida", dice el especialista.

En tal sentido, la literatura científica muestra que el ejercicio, hábitos preventivos de salud y una mayor sociabilización son factores comunes en quienes logran mantener su autonomía y autovalencia con el paso de los años. Asimismo, mantener bajo control los factores de riesgo asociados a enfermedades cardiovasculares también es determinante, agrega Blacutt, como una dieta equilibrada o no fumar.

Sin embargo, hay casos de centenarios que han fumado toda su vida. "No se sabe por qué ocurren; probablemente hay códigos genéticos que hacen que tengan mayor resistencia, pero son casos excepcionales".

Por ello, el médico enfatiza que "tan importante como cuánto podemos vivir es en qué condiciones lo hacemos. Desde mi punto de vista, vivir más de lo habitual puede significar un sufrimiento importante si el cuerpo y la mente no te acompañan".

Un aspecto que también preocupa a la doctora Barbi, quien precisa que los resultados de su estudio "no solo dan una respuesta clara y cierta sobre las curvas de mortalidad, sino que son cruciales para la comprensión de los mecanismos en la base de la longevidad humana, y los desarrollos futuros de las teorías del envejecimiento".

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