viernes, 06 de junio de 2008
Reuters
La protesta del campo contra un nuevo esquema impositivo para las exportaciones agrícolas, que ya lleva casi tres meses, ha generado una crisis política y perjudicado a varios sectores de la economía, como los transportistas, que bloquean las rutas del interior argentino pidiendo una solución al conflicto.
BUENOS AIRES.- Los dirigentes rurales argentinos estaban reunidos el viernes para discutir hasta cuándo seguirá una huelga comercial que mantiene en vilo al país y que podría desembocar en el desabastecimiento de alimentos por una protesta paralela de camioneros.
La protesta del campo contra un nuevo esquema impositivo para las exportaciones agrícolas, que ya lleva casi tres meses, ha generado una crisis política y perjudicado a varios sectores de la economía, como los transportistas, que bloquean las rutas del interior argentino pidiendo una solución al conflicto.
La protesta de los camioneros impide el transporte de los alimentos, cuyo abastecimiento comenzó a verse afectado. Algunos representantes de la industria alimenticia advirtieron que, de continuar los cortes de carreteras, en las próximas horas podría comenzar a escasear la carne y los lácteos.
Ante la fuerte presión social por la escalada del conflicto, encarnada en llamados de sectores empresarios y hasta de la Iglesia Católica para que haya un acuerdo entre el campo y el Gobierno, los dirigentes rurales decidían el viernes los pasos a seguir.
Algunos representantes rurales dijeron a Reuters que la huelga agraria podría levantarse antes del domingo a la medianoche, el plazo originalmente previsto para el fin de la medida de fuerza que comenzó hace 9 días, mientras que otros sólo consideran la posibilidad de prolongarla.
Los productores reclaman cambios al sistema de impuestos a las exportaciones de granos y subproductos aplicado en marzo, que subió de hecho la tasa que paga la soja -el cultivo más importante del país-, pero el diálogo entre el Gobierno y el campo está roto desde hace semanas.
