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Música ambiental de la radio, un señor que barre y algunos locatarios, entre ellos un zapatero que dormitaba, era lo que había el martes a las 4 de la tarde en el centro comercial Eve de Vitacura.
El caracol de 120 locales, ubicado en una de las esquinas más codiciadas de la comuna, en Vitacura con Luis Carrera, tiene varios locales interiores que funcionan como oficinas, algunas peluquerías, talleres de costura y otros servicios. Aunque varias tiendas se ven vacías, en la administración aseguran que sólo tres no tienen arrendatarios.
La situación de este centro comercial se complicó el fin de semana pasado cuando un aviso de la Tesorería General de la República anunció el remate de 8 locales y 22 estacionamientos y bodegas por no pago del impuesto territorial.
Las contribuciones trimestrales promedian los $40 mil en locales que hoy se arriendan entre $120 mil y $180 mil. Pero como no se han pagado desde hace años los intereses tienen las deudas por las nubes.
Impuesto se duplica
Los locatarios en problemas se repiten en distintos caracoles del sector oriente de Santiago. En el Caracol Vips de Apoquindo decenas de locales están vacíos y las peluquerías y costureras sobreviven apenas.
"Las contribuciones son expropiatorias", reclama el propietario de una tienda de marcos en el Faro de Apoquindo.
Unas cuadras más arriba, en la Rampa de las Flores, el conserje asegura que el año pasado se remató uno de los puestos por deudas.
En Los Cobres de Vitacura su administrador, Jorge Lama, dice que en el lugar no se han subastado tiendas, pero que las alzas de las contribuciones complican a los locatarios. "En los últimos seis años han subido 100%. Aquí no podemos competir con las grandes tiendas y sus liquidaciones, entonces cuesta pagar".
"El valor de las contribuciones no tiene nada que ver con el valor del arriendo. Tengo un local de 20 metros cuadrados que quiero arrendar en $175 mil y pago por él entre $45 y $50 mil cada trimestre de impuesto. No hay mucho criterio porque te amarran con un valor y a uno le cuesta arrendar", dice Elena Noulibos, dueña de 4 locales en el Eve.
Lo que viene
Los locales 4, 14, 84, 131 y los del 62 al 65 del Eve están a un paso del remate. El dueño de todos ellos es Andrés Muzard, aseguran en el centro comercial, aunque él dice que éstos pertenecen a sociedades.
Muzard es uno de los inversionistas que construyeron este centro comercial a principios de los años 80 y hasta hoy sigue siendo socio de la emblemática discotheque Eve, que tiene dentro de su propiedad el local 131, que hoy arriesga remate.
Éste está avaluado en $46 millones y adeuda $19 millones en contribuciones no pagadas desde hace 16 años.
"Andrés Muzard no pagó las contribuciones de ese local, pero habrá que pagar y arreglar la situación", explica el empresario Marcos Goic, quien hoy es dueño de la discotheque Eve, en sociedad con Muzard.
El tiempo corre pero hay plazo para cancelar hasta el 2 de julio, cuando se rematarán los locales en el Séptimo Juzgado Civil de Santiago por una deuda total superior a los $80 millones.
Una cuota impaga podría llevar a remate
"Basta que una persona deje de pagar una cuota y nosotros nos vemos obligados a iniciar el proceso de cobro, que en una primera etapa es administrativo; y si no concurre a pagar, en un tiempo que depende del monto y de los procesos de cobranza de la Tesorería, pasa a cobranza judicial, donde el contribuyente es notificado y se embarga la propiedad, y si no paga, finalmente puede terminar en remate", explica la tesorera general de la República, Pamela Cuzmar.
Ella aclara que los intereses de 1,5% mensual empiezan a correr desde el primer mes y que la cobranza se inicia de inmediato, comenzando por los montos más altos, pero finalmente ésta llega a todos los deudores. "Cualquier propiedad, independiente del monto que deba, puede llegar a rematarse", recalca Cuzmar.
La tesorera explica que existen facilidades de pago, pero que finalmente entre un 2,5 y 3% de propiedades, tanto habitacionales como comerciales, después de un año siguen sin pagar. De ellas algunas van a remate.