En un crimen es muy difícil determinar la edad de la víctima o del sospechoso. Pero investigadores de la U. de Albany (EE.UU.) desarrollaron un test de sangre que permite definir el rango de edad en una hora. Para conseguirlo, utilizaron una técnica que proporciona información sobre la composición química y la estructura molecular de la sangre. Así pudieron diferenciar entre recién nacidos, adolescentes (de 11 a 13 años) y adultos (de 43 a 68 años).