lunes, 02 de junio de 2008
MARIO RIVEROS MONSALVE
Economía y Negocios Online, El Mercurio
Quedaron sin contratos millonarios, y ven con impotencia que la ciudad en la que han vivido siempre desaparece. Aquí, piden que los dejen volver a reconstruirla.
Osvaldo Schilling y Gonzalo Medrano son los dos empresarios más reconocidos por sus pares y autoridades de Chaitén. Aquí, le cuentan a "El Mercurio" cómo tuvieron el ojo empresarial para ver que el turismo ha traído muchos recursos y obras públicas, que son intensivos en mano de obra de la zona, creando una veta de negocios que los ha hecho tener proyectos por cerca de $3 mil millones en conjunto, y maquinarias comprometidas para los próximos meses. Tras la tragedia, han perdido parte importante de su capital, pero piden que los dejen, una vez que "la tierra se calme", volver a construir Chaitén.
Osvaldo Schilling, Constructora Schilling: "Algo recuperaremos"
Este constructor civil se dedica a prestar servicios, junto a su hermano Alonso, de construcción en obras civiles de la zona.
Cuenta que llegó a Chaitén el 31 de diciembre de 1972, y que estudiaron en la ciudad para partir a la universidad en Valdivia, y su familia también es dueña de uno de los hoteles más importantes de la zona: el Hotel Schilling.
Al ser desalojados de la ciudad, la Constructora Schilling dejó atrás cuatro contratos con el Serviu -2 en Chaitén y 2 en Futaleufú-, junto a maquinarias en el pueblo. "No sé en qué condiciones está, no nos dieron ninguna posibilidad de sacarla, que es lo más triste para nosotros", cuenta.
Las obras que deja atrás son la construcción en Chaitén de pavimentaciones urbanas que alcanzaban $270 millones y $330 millones en Futaleufú, grandes cifras para este empresario, que se suman a los $300 millones, un monto nada menor, pensando que la empresa, antes de la tragedia, estaba avaluada en cerca de $800 millones. Por eso se resiste a dar por perdida la batalla. "Algo recuperaremos", dice.
Cuenta que trabajaban para él 40 personas, todas las cuales quedaron sin empleo y a quienes espera pronto poder volver a recontratar. Dice, además, que hace algunos días fue a pagar, como todos los meses, las leyes sociales por el último mes que alcanzaron a cumplir en sus empresas.
Gonzalo Medrano: "Queremos volver y reconstruir"
Nacido y criado en Chaitén, todas sus inversiones están en la zona roja del volcán. Propiedades, empresas y maquinarias están en el sector. Dice que prefiere no sacar el cálculo de cuánto es lo que perdió porque, afirma, "probablemente algo bueno de la maquinaria quedará y los terrenos están, aunque se estropeen, están igual". Por eso, se niega a contabilizar un total que para él no sería exacto.
"Sería apresurado cuantificar las pérdidas, además, los campos, que están dañados completamente, se recuperarán, y los animalitos, también...", dice con fuerza. Es que la Sociedad Constructora Medrano y la Constructora Santa Bárbara (que antes de la tragedia estaban avaluadas en cerca de $500 millones) son todo lo que tiene.
En las obras que ejecutaba al momento de la tragedia, tenían cerca de 80 personas trabajando, en un contrato que, junto a otra empresa, asciende a $2.380 millones para la construcción de un puente de 142 metros. El contrato está paralizado por el MOP, por lo que conserva la posibilidad de, tras la tormenta, retomar la faena, aunque dice que ya se han iniciado procesos de liquidación de algunos de sus contratos.
Cuenta que espera "trabajar", que esperan que les den alguna obra para salir y hacer lo que siempre han hecho, y que sólo esperan que mejore el tiempo para volver y reconstruir la ciudad. "No tenemos maquinaria, pero ya veremos la forma de conseguir, para cumplir".
