martes, 19 de junio de 2018
Violeta Soria Torrico
El_Mercurio
Cada "cats lover" gasta entre $3.000 y $10.000 en una sola visita a estos centros.
La pasión por los gatos crece como espuma en Santiago, y con ella las iniciativas empresariales que satisfacen las demandas de un público amante de los felinos. Es así como desde hace dos años en Santiago existen dos "cat cafés": "La casa de la gata Horacia" y "El mundo de Dalí", ubicados en Providencia, donde los nacionales y extranjeros asisten para tomar o beber alimentos con un objetivo principal: jugar y acariciar a gatos, llamados también "anfitriones". El modelo nació en Taiwán y es popular en Japón y Europa. En la urbe santiaguina se estima que para vivir esta singular experiencia, cada gatero invierte, en promedio, entre $3.000 y $10.000 por visita. "El mundo de Dalí" nació en agosto de 2016 por iniciativa de dos matrimonios amigos: Carolina Corral y Francisco Gutiérrez y Carla Palma y Héctor Delgado, actuales dueños y socios. En el lugar habitan entre 10 y 11 gatos esterilizados, los que luego son adoptados. El personaje más famoso del local es el gato Mitty, un persa himalayo de 4 años, que atrae a cientos de chilenos y extranjeros. "Tiene redes sociales propias. Va mucha gente a sacarse fotos con él", detalló Carolina Corral. Solo para dimensionar, "El mundo de Dalí" recibe a un promedio de 280 personas por semana. El 50% es nacional, y el restante, extranjeros de Brasil, Francia, Italia, Corea, Japón y China. Además del café, los visitantes también pueden acceder a una tienda especializada en gatos. Corral detalló que en el lugar el consumo mensual básico por concepto de arena y alimento llega a $30.000, y sube a $70.000 por otros accesorios. Por su parte, "La casa de la gata Horacia" funciona desde septiembre de 2016. Hoy el lugar es un centro integral donde se dictan charlas y talleres de concienciación sobre la tenencia responsable de animales. Allí albergan a 25 gatos de la Fundación Adopta. "Los días de semana siempre tenemos las salas llenas y los fines de semana, generalmente, hay lista de espera", resalta Pamela Gaete, la dueña. Desde su apertura, 65 gatos han sido adoptados. Este café también cuenta con una tienda especializada, pero de distintos propietarios, denominada Lofis Catstore. Asiduos visitantes a la tienda comentaron que sus compras incluso podrían llegar a los $100.000. Fran Pérez es una abogada asidua visitante del lugar. Aseguró que una de las experiencias más gratificantes ocurre cuando "te estás tomando un té, comiendo algo rico, y luego viene un gato y se recuesta en tus piernas".
