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Alejandro Micco, ex subsecretario de Hacienda, y reforma tributaria que prepara el gobierno del Presidente Sebastián Piñera:

"Esperamos no tener una simplificación que al final sea una rebaja a los que tienen más"

lunes, 18 de junio de 2018

Juan Pablo Palacios
Economía y Negocios
El Mercurio

El economista, que lidera la "cruzada" de los técnicos que defienden la reforma implementada por la administración de la ex Presidenta Bachelet, fundamenta el rechazo de la oposición a la reintegración y a cambios a la norma general antielusión.



Dejó el gobierno de Michelle Bachelet en medio de la crisis que desató el rechazo al proyecto Dominga, pero eso no ha significado que hoy defienda con fuerza uno de los "principales legados" de la administración anterior: la reforma tributaria de 2014.

Alejandro Micco valora la no rebaja del impuesto corporativo que anunció el Presidente Piñera en su proyecto de simplificación impositiva, pero advierte: "En los detalles, el diablo esconde la cola", en alusión a un eventual regreso a la reintegración total y cambios a la norma antielusión que podría contener la propuesta.

-¿La mantención del impuesto a las empresas es un buen piso para llegar a un acuerdo tributario?

"Siempre es un buen comienzo que el Presidente haya tomado lo planteado por los senadores de oposición de la comisión de Hacienda y el presidente del Senado. Son buenos titulares, uno no puede estar en desacuerdo con la simplificación. Esperamos no tener un anuncio de simplificación que al final sea una rebaja impositiva a los que tienen más. Está ahí el tema de la reintegración, es algo a lo que se le ha estado dando vuelta. Es bastante poco lo que la reintegración simplifica el sistema. Luis Felipe Lagos, de Clapes UC, tampoco ve la reintegración como algo que lo simplifique, él le ve otras ventajas. El tema de la reintegración termina siendo una rebaja de impuestos importante para un grupo bien concreto de empresas, que son las de mayor tamaño, que terminaron estando en el sistema semiintegrado. Cuando se le reintegra a ese grupo de empresas, se le hace una rebaja de 9,45% en su tasa efectiva de impuestos corporativos. Eso no es correcto hacerlo, hay un tema de equidad que es importante y recursos necesarios para invertir en temas importantes como educación".

-¿La no rebaja del impuesto a las empresas podría afectar la competitividad fiscal?

"Sin duda, algún efecto tiene en los temas de tasas, pero Chile no tiene una tasa alta en términos globales. Cuando se plantea que la tasa corporativa en Chile es alta, es comparándolo con sistemas tributarios que son completamente desintegrados. La carga tributaria chilena con la reforma tributaria va a llegar a un nivel adecuado para nuestro nivel de desarrollo, podemos ser competitivos con ella. Hay temas más de fondo; hay que hacer un análisis más profundo de por qué se va (de San Antonio la naviera) Maersk, que es una inversión importante. No se va por impuestos, no lo planteó por eso. Allí hay que identificar cuáles son las fallas que tenemos".

-¿La reintegración sería un cambio estructural?

"No es bueno que un país haga cambios estructurales cada cuatro años. Acabamos de hacer una reforma estructural, que todavía no está completamente implementada. Lo prudente es ver cómo funciona el sistema, qué lecciones sacamos de esta Operación Renta, donde por primera vez se aplican el sistema semiintegrado y el atribuido. ¿Cuáles son las perfecciones que hay que hacer, si son normativas? Ojalá sea así, eso evita una tramitación que siempre es compleja. Si son cambios legales necesarios, habrá que verlos en su mérito, pero no creo que sea prudente hacer un cambio estructural. La reintegración es un cambio más estructural. El costo político es muy alto, se tienden a abrir 'cajas de Pandora' cuando se ven los temas tributarios, aparecen todas las cosas. Es un tema muy ideológico que genera crispación en el ambiente, el país no requiere eso".

-¿La reintegración tampoco se fundamenta para estimular la inversión?

"No la incentiva y hasta puede ser contraproducente. Si se deja la plata adentro, la tasa es de 27%, y si la sacas, pagas 44,45%. Si se aplica la reintegración y se deja la plata adentro, voy a seguir pagando 27%, pero si la saco voy a pagar menos. Esto sería un incentivo a sacar más la plata y reinvertirla menos. No veo que sirva a la reinversión. Tal vez haya una discusión, aquí no hay verdades absolutas, pero si se quiere, se debe decir que la carga tributaria debe ser más baja en su conjunto. Como incentivo neto a la inversión es complejo; tiene el efecto de sustitución, se reduce el diferencial de tasas entre dejar la plata adentro y sacarla".

-¿La norma antielusión se debe mantener?

"La norma antielusión ha hecho un tremendo avance, es importante que la ciudadanía vea que los impuestos se pagan en forma correcta y que no por hacer una planificación tributaria agresiva se pagan menos impuestos de los que corresponde. Sería una pésima señal. Los casos que han pasado en las últimas semanas han hecho un daño al empresariado. Esta norma hace que se paguen todos los impuestos que corresponda. Restringirla sería un error para el camino necesario y fundamental de volver a tener confianzas".

-¿Si el Gobierno insiste con la reintegración, por dónde ve que se podría compensar?

"Eso habrá que verlo. El gobierno se tiene que jugar sus cartas, ojalá que sean de simplificación real y modernización del sistema tributario".

-¿Ve espacio para subir impuestos específicos?

"Se han tirado varias cosas sobre la mesa. Una cosa tan simple como el diésel tiene varias aristas. ¿Qué pasa con los camioneros, con el impuesto a las empresas, el efecto en autos y en otros vehículos? Lo prudente hoy es plantearse los objetivos".

"La reintegración es un beneficio no menor para el grupo de empresas más grandes".

"Lo más probable es que aparezcan algunos temas complejos (en la Operación Renta)"

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